El pasado 1 de abril tuvo lugar uno de los estrenos más esperados por los amantes del anime: la segunda temporada de Ataque a los titanes. Después de casi cuatro años desde el final de la primera temporada, los titanes vuelven a invadir nuestras pantallas. Sin embargo, aunque en esta ocasión solo tendrá 12 episodios, prometen ser de los más intensos.
Al igual que hemos realizado con otros animes, en Ramen Para Dos vamos a publicar reviews de cada episodio. Como siempre recordamos que las siguientes líneas pueden contener spoilers de la trama del episodio.
Aunque antes de desgranar todo lo que ha dado de sí este primer episodio titulado “Titán bestia”, hay que recordar cómo había acabado la primera temporada. Por un lado, Eren había vencido a Annie tras una épica batalla en medio de la ciudad ambos convertidos en titanes, causando el caos a su paso. Annie acabó perdiendo el combate, aunque se había cristalizado antes de que la detuvieran. Mientras tanto el resto de reclutas del equipo de exploración había quedado recluido en un castillo.
Entrando ya en materia, el capítulo ha condensado la esencia de la serie que tanto esperaban los fans. Un episodio que prácticamente ha tenido de todo y que comenzó justo donde acabó la primera temporada (cualquiera diría que han pasado cuatro años). Aunque también ha presentado personajes que serán relevantes esta temporada. Como es el caso del pastor Nick del Culto de las Murallas. Este aparece en escena suplicando a Hanji que tape un titán de la muralla que ha quedado al descubierto tras el enfrentamiento entre Eren y Annie. Intuyendo que sabe más de lo que dice, la comandante lo interroga encima de la muralla, llegando a amenazarle con tirarle al vacío desde lo alto del muro. Pero su lealtad al muro le obliga a guardar silencio.
Los encuentros entre Nick y Hanji son uno de los aspectos más interesantes de esta temporada. No solo porque ya es de por sí morboso un religioso debatiendo con una científica y atea como Hanji, sino porque vamos a descubrir muchos datos sobre la organización de la sociedad humana de la serie.
Aunque como viene siendo habitual, los titanes no dan tregua y enseguida llega el aviso de que han traspasado el muro Rose. Seguidamente la acción nos sitúa 12 horas antes al sur del muro Sina donde se encuentran el resto de los reclutas conocidos: Connie, Sasha, Reiner, Bertoldt, etc. Todos ellos aburridos, desarmados y desconfiados, sobre todo Reiner ante la situación de estar rodeados entre superiores y completamente desarmados. Aunque pronto se pondrá fin a la paz con la llegada de un grupo de titanes que se dirigen hacia su posición.
El comandante Mike, quien se comenta que es el segundo soldado de exploración más habilidoso después de Levi, enseguida organiza la retirada (todo explicitado y organizado como gusta detallar en la serie). Sin embargo, no son unos titanes cualquiera dado que pronto cambian de dirección y se dirigen hacia el pelotón que huye del refugio donde se encontraban. Es entonces cuando tiene lugar una escena de combate con las maniobras tridimensionales, momento que echábamos de menos. Mike hace gala de su maestría y acaba con la mayoría de titanes. Pero cuando se dispone a huir aparece un titán nunca antes visto: el titán bestia.
El titán bestia promete ser el villano en mayúsculas, no solo de esta temporada, sino de la serie. Un ser inteligente, capaz de controlar a otros titanes y que puede hablar, como se puede ver en la conversación con Mike tras lanzarle con su propio caballo y echándolo a los titanes. En la conversación se descubren multitud de detalles interesantes e incógnitas: parece hablar más lenguas, desconoce los dispositivos de maniobras tridimensionales… Además que la escena tal cual aparece representada parece un ser casi divino (incluyendo la voz). Aunque tampoco le falta su toque diabólico, al ordenar la muerte del pobre Mike, aportando la dosis de gore y sadismo habitual de la serie.
¿Y qué es de Eren, Mikasa y Armin? Pues en una breve escena aparecen, donde con pocos gestos y palabras se muestra la ternura y devoción de Mikasa por Eren. Además, en esta ocasión, el protagonista le corresponde gracias sobre todo a un flashback con su madre, momentos antes de la aparición del Titán colosal. También hacen acto de presencia Erwin y Levi, pero su aparición también es casi testimonial.
En cuanto al opening y ending, quizás destacar que el primero ha defraudado un poco. Es bastante similar al mítico Guren no Yumiya de Linked Horizon. El grupo vuelve a interpretar un tema muy similar y que no tendría el mismo impacto si no fuera por las imágenes. Lo mismo ocurre con el ending, que uno no le acaba de coger el gusto, aunque las animaciones que lo acompañan con los titanes sembrando el caos con pinturas medievales son simplemente geniales. En cuanto a la animación y diseños de la serie, mantiene la misma estética que la anterior, si bien algunas escenas con CGI son algo toscas.
En general, ha sido un capítulo bastante entretenido y que ha tenido de todo. Por un lado, se han abierto nuevos interrogantes sobre el mundo y los titanes, principalmente del titán bestia. Por otro lado, también ha habido escenas de acción con las maniobras tridimensionales, así como el toque sangriento característico de la obra de Hajime Isayama.
El siguiente capítulo parece que profundizará en el pasado de Sasha y Connie, dos personajes que hasta ahora no han tenido mucho desarrollo y que seguro será bastante interesante. Sin duda la espera ha merecido la pena.
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