Ataque a los titanes regresa esta semana con un episodio trepidante. Tras un inicio de temporada al que parecía faltarle un poco de sal, «Ataque furtivo» es un episodio frenético, de los que como espectador te ponen en pie y que, en definitiva, se convierte en un claro ejemplo de la esencia de Ataque a los titanes.
A diferencia de la semana pasada, Crunchyroll ha dejado atrás los problemas en sus servidores para ser puntual a la cita con el simulcast en versión original con subtítulos en español. En esta nueva entrega, la trama va dando saltos de un frente a otro y no permite al espectador parpadear ni en un solo momento. Por eso, en esta review vamos a intentar ordenar los acontecimientos para poder sacarles todo el jugo (que no es poco), no sin antes recordaros que las siguientes líneas contienen spoilers de la trama del episodio.
El episodio inicia con la conversación que mantienen Armin y compañía después de que Onyankopon los haya liberado de su celda. Como bien comentamos en la review anterior, Armin cree que lo que Eren en realidad está haciendo es seguir la corriente a Yelena y Zeke.
En ese instante, Armin recuerda el momento de su primera vez en el mar todos juntos, cuando Eren señala hacia el horizonte y se pregunta si serán libres si matan a los enemigos que se encuentran al otro del océano. Y es entonces cuando Armin se da cuenta de lo que Eren está planeando en realidad. No quiere llevar a cabo el plan de la eutanasia, sino que quiere acabar con todos. No obstante, Armin parece autoconvencerse de lo contrario, diciendo para sí mismo que no es posible, siendo incapaz de aceptar que su mejor amigo pueda estar planeando algo así.
Así que Armin insiste en que Eren solo quiere proteger la isla. Al principio, cree que sus palabras no han hecho mella en sus amigos. Pero pronto vemos que es todo lo contrario. Jean es el primero que quiere que Eren viva. En la parte anterior de la temporada ya comenté que me encanta lo mucho que ha evolucionado la relación de Jean y Eren, cómo los dos siempre han estado peleándose, pero en el fondo, se tienen mucho aprecio. Así que, por mucho que le fastidie y que Eren le saque de sus casillas, Jean no quiere que el chico muera.
A continuación, todo el grupo se pone en marcha. La única que no parece estar todavía convencida del todo de la intención de Eren es Mikasa. La chica quedó profundamente dolida por sus palabras y no entiende por qué Eren dijo que la odiaba. Armin está convencido de que Eren se aprovechó de los dolores habituales de cabeza que sufre Mikasa para hacer más creíble su mentira sobre los Ackerman. Y seguramente Armin tiene razón, pero sin ninguna duda, esa conversación ha servido para cambiar algo en el interior de Mikasa. Lo vemos más adelante en el episodio, cuando se está preparando para entrar en combate. Mikasa deja la bufanda que le regaló Eren atrás.
Este gesto guarda mucho más de lo que aparenta y se ha convertido en uno de mis momentos favoritos de Ataque a los titanes. Mikasa siempre llevaba la bufanda porque Eren se la puso en el momento en el que ella estaba más vulnerable. La bufanda simbolizaba para ella el calor de una familia y su lazo con Eren. En temporadas anteriores, vimos a Mikasa cometer estupideces, poniendo en riesgo a sí misma y a sus compañeros por salvarlo. Dejar atrás la bufanda no significa que ahora vaya a alejarse de Eren, sino que simboliza que por fin va a comenzar a valerse por sí misma sin depender insanamente de él.
Mientras tanto, Eren continúa peleando contra Reiner y Galliard, quienes terminan sucumbiendo. El momento álgido de esta pelea se produce cuando Zeke aparece sobre la muralla. Es aquí precisamente cuando me remito de nuevo a la review del anterior episodio, en la que dije que no entendía por qué MAPPA había tomado la decisión de no animar el final del capítulo 117 e introducir en su lugar una escena del 118. Y he aquí la razón. La figura del Titán Bestia observando a todos desde lo alto es una imagen muy poderosa y habría sido en mi opinión un cliffhanger perfecto.
Volviendo al episodio en sí, Zeke hace lo que mejor sabe hacer: lanzamientos de piedras como si fueran pelotas de beisbol para acabar con sus enemigos. Si inicialmente las cosas parecían favorables para Marley, la situación cambia drásticamente con Zeke, quien también ha llegado acompañado de numerosos Jaegeristas. Los dos hermanos Jaeger están más cerca que nunca y es de vital importancia evitar que entren en contacto para activar el poder del Titán Fundador. La tensión traspasa la pantalla y los latidos del corazón se aceleran, todo ello aderezado con el que para mí es uno de los mejores temas que Hiroyuki Sawano ha creado para la banda sonora de Ataque a los titanes, «APETITAN».
Por otro lado, la trama también nos muestra a Falco y al resto de soldados encerrados por haber ingerido el fluido espinal de Zeke, entre los que se encuentra también un malherido instructor Shadis. Todos ellos terminan siendo liberados por Armin y el resto, listos para combatir y ayudar a Eren. En la salida del cuartel, Falco intercepta a su hermano y a Gabi, quienes han ido a buscarlo. Nile Dok, el comandante de la Policía Militar, le acompaña hasta ellos para que pueda regresar a casa.
Tanto este gesto como todo lo acontecido anteriormente en el restaurante con Nicolo y la familia de Sasha son vitales para la evolución de Gabi. Gabi tenía el cerebro completamente lavado por la política de Marley, pero vivir en primera persona la guerra y conocer a la gente de Paradis ha terminado por hacerle comprender que sus enemigos no eran demonios, sino seres humanos como ella. Así que me encanta ver cómo le arranca el brazalete a Falco por todo el significado que contiene. El brazalete representa algo más que los infectados por el vino en esta escena. Representa todas las razones por las que los eldianos son rechazados y considerados unos demonios.
Regresando a Armin y compañía, todos se sorprenden al comprobar que, en realidad, la victoria está más del lado de Paradis que del de Marley en estos momentos. De hecho, lo que más les sorprende es que Zeke se encuentre sobre la muralla porque eso significa que Hange y Levi han perdido contra él. Armin, a sabiendas del duro golpe que eso puede suponer en la moral de sus amigos, decide animarlos a ayudar a Eren para que pueda entrar en contacto con Zeke, produciéndose uno de los momentos más espeluznantes que hemos visto en Ataque a los titanes. Yelena, con cara amenazante y la expresión retorcida, viva imagen de su fanatismo por los Jaeger, a los que considera dioses, se gira hacia Armin, seguramente porque creía que el rubio se opondría al plan de los hermanos.
Afortunadamente, Marley no había puesto todavía todas sus cartas sobre la mesa, ofreciéndonos así un final espectacular para el episodio. Zeke cree que Floch y compañía han conseguido vencer al Titán Carguero. Sin embargo, se trata de una trampa. Pieck sale del cuerpo del titán y los soldados de Marley aprovechan el vapor para engañar a los Jaegeristas. Magath, quien había permanecido en el cañón, dispara, golpeando a Zeke y dejándolo fuera de combate. Aunque solo sea por unos minutos. La transformación no se está deshaciendo, lo que significa que deben volver a disparar. Hay que evitar a cualquier precio que Zeke grite.
En «Ataque furtivo», MAPPA ha animado al completo el capítulo 118 del manga de Ataque a los titanes, lo que refuerza mi teoría de la semana pasada de que no van a adaptar al completo el final de la obra en 12 episodios. El final del 118 supone el cierre del tomo 29, por lo que la semana que viene inicia la adaptación del volumen 30, mi favorito de esta historia, con el episodio titulado «Hermanos». Podéis imaginaros las ganas que tengo de ver las próximas entregas de Ataque a los titanes. Abrochaos los cinturones, porque se vienen curvas.
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