Tras un par de episodios de ritmo más pausado, en los que se dio más peso a los diálogos, esta semana Ataque a los titanes recupera la acción. Pero lo hace sin perder su moralidad y planteando situaciones que tienen como objetivo seguir haciendo reflexionar al espectador. En esta nueva entrega, como bien indica su título, se nos presentan distintos tipos de traiciones y cómo éstas afectan y son entendidas por los personajes.
Este nuevo episodio de Ataque a los titanes ya está disponible en Crunchyroll en versión original con subtítulos en español. Y, como cada semana, en Ramen para Dos os ofrecemos la review para analizar todo lo acontecido en el mismo, no sin antes recordaros que las siguientes líneas contendrán spoilers de su trama.
El episodio anterior de Ataque a los titanes finalizaba con la alianza marchando hacia el puerto para hacerse con la aeronave. El objetivo es detener a Eren y el Retumbar, que ya parece haber alcanzado la costa de Marley. Sin embargo, los jaegeristas se han adelantado y la alianza deberá idear un plan en el que no todos están dispuestos a combatir. No es solo que se arriesguen a que sus aliados, los Azumabito, se vean involucrados en el enfrentamiento, sino que Connie, Mikasa, Jean y Armin no quieren tener que disparar a ninguno de sus antiguos compañeros.
Desgraciadamente, el tiempo se agota y Hange y Magath lo saben mejor que nadie. Este último se disculpa con Connie, Armin, Mikasa y Jean por el comportamiento que tuvo la noche anterior y reconoce que estaba equivocado. Sus motivaciones para este cambio de parecer no son repentinas, sino que se vienen gestando desde que dio inicio esta parte de la temporada. Magath no hace esto porque de repente haya empezado a preocuparse por los eldianos, sino porque se da cuenta de lo injusto y terrible que es imponer la brutalidad y el odio entre razas a Gabi y a las generaciones futuras.
Mientras tanto, los jaegeristas, liderados por Floch, se han hecho con el control del puerto y mantienen amenazados a la señora Kiyomi y a los ingenieros de Hizuru, pues existen rumores de que Armin y compañía han traicionado a Paradis. Floch intenta persuadir a Kiyomi para que se una a su causa, pues el Retumbar lo destruirá todo, incluida su nación. Sin embargo, Kiyomi no está de acuerdo, ya que el plan de Eren de acabar con el resto del mundo no será la solución. Lo único que se consigue es hacer el mundo más pequeño y los enfrentamientos entre la humanidad seguirán existiendo. Pero será la gente de la isla los que acaben matándose entre ellos, haciendo que el ciclo de odio continúe.
Antes de que Floch pueda disparar a Kiyomi, Armin y Connie los interrumpen. Los dos chicos dicen que Reiner y el Titán Carguero han escapado hacia el sur, por lo que deben impedir que huyan de la isla, para lo que necesitan la aeronave. La idea del plan es intentar conseguir el transporte sin derramar sangre, pero, evidentemente, las cosas no resultan ser tan simples. Mikasa debe intervenir para proteger a Kiyomi y los ingenieros de Hizuru, provocando que Floch dé la voz de alarma al resto para informarles de que Mikasa, Connie y Armin han traicionado a Eldia.
Lo que sucede a continuación es puro caos. Mikasa, ayudada posteriormente por Magath, Hange y Jean, consigue rescatar a Kiyomi y los ingenieros, refugiándose en el sótano antes de que aparezcan Reiner y Annie para transformarse en titanes y combatir contra los jaegeristas. Mientras, Connie y Armin intentan que Daz y Samuel, antiguos compañeros de la Tropa de Reclutas 104, no destruyan la aeronave. Pero Connie se ve finalmente obligado a disparar y matarlos a ambos en una escena desgarradora, que pone en relieve una vez más la complejidad de tener que salvar tu isla, el mundo y todo lo demás, pero a costa de matar a tus compañeros.
Esto nos lleva de nuevo al inicio del episodio, cuando Connie, Mikasa, Armin y Jean dudan porque no quieren tener que enfrentarse a ninguno de sus compañeros. Connie entonces se preguntó por qué debían hacer algo así cuando su papel como soldados es salvar a la gente. No obstante, cuando Connie debe apretar el gatillo recuerda las palabras de Bertholdt al final de la segunda temporada («Alguien debe hacerlo. Alguien tiene que macharse las manos de sangre») y por fin las entiende. Ahora es él quien está ocupando esa misma posición. Entonces Connie se sintió traicionado por él y Reiner, pero ahora es él quien está traicionando a Samuel y Daz, dándose cuenta de su hipocresía.
Por mucho que quieran resolver este conflicto sin violencia, una y otra vez se enfrentan a la cruel realidad de que la violencia es una verdad inevitable de este mundo. Esto no deslegitima lo que Armin y compañía intentan hacer (detener a los que intentan acabar con el mundo entero es, en última instancia, la mejor causa), pero subraya la complejidad moral de las decisiones que los personajes deben tomar, lo que hace que esta historia sea tan interesante. En principio, puede que tengan razón al detener a los jaegeristas, pero en la práctica lo que están haciendo es matar a sus antiguos compañeros, quienes no han elegido el bando de Eren por pura maldad, sino porque simplemente buscan asegurarse un futuro en un mundo que los quiere a todos muertos. La ironía reside en que los protagonistas deben cometer más actos de violencia para detener la violencia.
En definitiva, «Traidor» es un episodio fantástico. Hace un gran trabajo mostrando que los jaegeristas son todavía aquellas personas con las que los personajes principales crecieron. La confrontación de Armin y Connie con Samuel y Daz es la razón por la que me encanta Ataque a los titanes. Nadie tiene razón y nadie está equivocado, todo el mundo tiene sus razones y todo el mundo tiene las manos manchadas de sangre. Hablamos de una serie que hace que 20 minutos parezcan 5 y que no ha avanzado mucho la historia, pero que han pasado cosas importantes.
En cuanto al apartado técnico, estaba un poco preocupada, porque la animación me resultó un poco tosca en los primeros compases. Pero la escena de la pelea de Annie y Reiner, transformados en titanes, está muy bien ejecutada, y en ella se ha concentrado claramente el presupuesto y el tiempo de animación. En definitiva, MAPPA ha adaptado muy bien el capítulo 128 del manga. El tono de los diálogos y la actuación de las voces, en especial el trabajo de Hiro Shimono (Connie), hacen de «Traidor» uno de los episodios más reseñables de la serie.
De esta manera, arrancamos el tramo final de la última temporada de Ataque a los titanes. Lo hacemos teniendo que asumir una realidad dura y deprimente para los personajes, y más cuando las únicas opciones disponibles a partir de ahora son las más hirientes. Pero, a pesar de ello, Mikasa, Armin y compañía deberán seguir avanzando.
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