Un domingo más Crunchyroll estrena en su plataforma el simulcast de un nuevo episodio de la parte 2 de la temporada final de Ataque a los titanes. En esta nueva entrega se nos presenta uno de los episodios que más desarrollo ha ofrecido a sus personajes y en esta review vamos a exponer todo lo acontecido en el mismo para que no perdáis detalle. No obstante, os recordamos que las siguientes líneas contendrán spoilers de su trama.
El episodio inicia en el distrito interior de Stohess. La población está agitada tras la activación del Retumbar y se plantean cuestiones morales muy complicadas de resolver para sus ciudadanos. Mientras que algunos están llorando la pérdida de sus seres queridos o de todo lo que tenían por el derrumbe de las murallas, lo que les lleva a dudar de la decisión de Eren, otros aseguran que sus muertes son un sacrificio necesario si con ello se va a salvar a toda la isla.
La tensión se palpa en el ambiente y Hitch es de las primeras en darse cuenta de que se avecinan conflictos y revueltas internas, por lo que empieza a movilizar a los soldados de la Policía Militar. En su regreso al cuartel, Hitch descubre unas huellas que le llevan hasta una débil Annie, quien durante estos 4 años que ha pasado atrapada en la cristalización ha podido escuchar todo lo que Hitch y Armin le han ido relatando. Así que, a pesar de las amenazas y de su encontronazo después de tanto tiempo, Hitch decide ayudar a la chica a salir de la ciudad.
Durante el trayecto a caballo, Annie aprovecha para hablarle a Hitch sobre sí misma. No descubrimos prácticamente nada nuevo de ella de lo que ya sabíamos por flashbacks o por la novela Lost Girls, pero sí añade un detalle interesante: su padre no es su padre biológico. La madre de Annie tuvo una aventura con un hombre eldiano y una vez nació fue abandonada, lo que explica muchas cosas de su comportamiento y de su visión de la vida.
Desde el principio, Annie estuvo sola. Nunca ha sido tratada como un ser humano y siempre ha sido una herramienta para que alguien la utilice. Cuando alguien la acogió, fue el señor Leonhart quien le dejó claro desde el principio que sólo la veía como un billete para una vida cómoda como marleyano de honor. En definitiva, Annie creció sin ser amada ni cuidada, y se volvió incapaz de preocuparse por los demás al desarrollar una visión nihilista del mundo que le hacía considerar la vida de los demás como insignificante.
Sin embargo, antes de marcharse a su misión a Paradis, el señor Leonhart la abrazó y le pidió que regresara con vida. Esto da un nuevo significado a su deseo y determinación de volver a casa con su padre, pues éste le dio algo por lo que vivir. Por primera vez, Annie sintió que alguien la quería y que pensaba que ella valía algo. Para una niña de 11 años que carece del afecto que necesita para prosperar, eso supone un mundo y demuestra lo privada que estaba Annie de afecto. Por eso, Annie le dice a Hitch que habría tomado las mismas decisiones si eso significara regresar con su padre. Annie luchó y mató por su propia voluntad. Quizás siente algo de remordimiento por sus acciones, pero no se arrepiente de ellas.
Todos estos factores, que construyen la trágica vida de Annie, nos llevan a las razones por las que la chica seguramente también mostró interés por Eren y Armin en algunos momentos de la historia, a pesar de sus limitadas interacciones, que terminarían siendo su perdición al final de la última temporada. Mientras estuvo en Paradis, Eren fue el primero en mostrarle algún tipo de admiración, aunque fuera debido a su habilidad con las artes marciales. ¿El resultado? Annie enseñó a Eren a combatir. Más tarde, Armin la felicita por ser «una buena persona». ¿El resultado? Ella le perdona la vida dos veces cuando, desde un punto de vista táctico, no debería haberlo hecho y le sigue hasta una trampa evidente. Esto le lleva a desvelar su identidad como la Titán Hembra y la deja atrapada en un cristal durante 4 años.
Sin ninguna duda, Annie estaba tan necesitada de cualquier forma de afecto, incluso del afecto básico entre amigos, que se aferraba a cualquier cosa, a cualquier pequeño gesto que tuvieran con ella. Tomó decisiones ilógicas por miedo a perder ese afecto que había ganado y cualquier fuente de amistad.
La segunda mitad del episodio se sitúa en Shiganshina. Connie se ha llevado a Falco para que su madre pueda devorarlo, por lo que Armin toma la decisión de ir a detenerlo. Mikasa intenta disuadirlo, pero Armin parece desquitarse con su amiga en la que para mí es la escena más interesante del episodio. Y digo «parece» porque Armin en realidad no está atacando a Mikasa, sino que se está atacando a sí mismo al sentir que no puede manejar la carga de responsabilidad que se supone debe asumir.
En concreto, el objetivo de esta escena es representar el estado mental de Armin y Mikasa tras conocer que la persona más cercana para ellos, Eren, está a punto de cometer un genocidio mundial. Ambos deben lidiar con sus demonios: Armin con el autodesprecio y la carga que siente por haber sido elegido para heredar el suero de titán en lugar del comandante Erwin; y Mikasa con la crisis de identidad que le provocaron las palabras de Eren sobre los Ackerman y su condición de esclava.
En el caso de Armin, todos le buscan para obtener respuestas, pero él no comprende por qué lo hacen. La inteligencia y capacidad de análisis siempre han sido las mejores armas de Armin. Pero cuando se encuentra en situaciones emocionalmente vulnerables, se derrumba. Así que, seamos realistas, Armin es un gran estratega, pero no es un líder y nunca lo fue. Detener a Eren debería ser la prioridad número uno. Sin embargo, pierde los papeles cuando Mikasa le pregunta qué deben hacer con él. Parece haberse dado por vencido y aceptar que no pueden hacer nada, que Eren es una causa perdida. Armin está descentrado y no acepta que nadie espera que sea Erwin, sino que debe encontrar su propio camino, por lo que se va en una búsqueda paralela inútil, en vez de reunir a las tropas como debería hacer.
En cambio, Mikasa es el único personaje que simpatiza con todo el mundo y que sigue tratando de abordar el tema principal. Ella es la única que entiende el punto de vista y el pensamiento tanto de Eren como de Armin, ella es la que piensa en cómo se siente Connie y ella es la que se pregunta dónde están Levi y Hange. Sin embargo, Armin le dice que piense por sí misma y, en parte tiene razón. Mikasa necesita actuar.
Es entonces cuando Mikasa se da cuenta de que su bufanda ha desaparecido, hecho que guarda muchísimo significado. El chico al que dedicó su vida ha hecho lo que ella siempre temió y la ha dejado. Y a menos que siga el consejo de Armin y aprenda a seguir adelante, nunca podrá crecer. Y creo que esto puede decir mucho sobre cuál será su papel en los próximos episodios.
Por otro lado, en el episodio también vemos a Jean observar impotente cómo Floch asesina a un marleyano ante sus ojos. Mientras Jean cae de rodillas traumatizado, Floch se pone de cuclillas frente a él, y su mirada es en cierta manera reconfortante, casi agradable. Floch le dice a Jean que es un héroe, que es libre, que su lucha ha terminado y que puede vivir la vida cómoda que siempre quiso. Estas palabras no vienen de un cualquiera, sino de alguien que dice ser el portavoz de Eren.
La cruel realidad es la siguiente: por fin, Jean puede hacer lo que siempre ha soñado, pero al darse cuenta de las ramificaciones de esto, ya no lo quiere. Jean ya no es el joven arrogante que una vez soñó con una vida en la Policía Militar. Ha visto demasiado y ha perdido demasiado como para volver atrás. El viejo él ha desaparecido tanto como el hombre al que Floch disparó. Eso es lo que significa crecer. Y si esas son las palabras de Eren, quien decidió contarle su plan antes a Floch que a sus amigos, entonces es inútil perseguir una realidad que ya no existe.
Mientras tanto, Connie se dirige al galope hacia Ragako junto a Falco. Un Connie que ha perdido la cabeza y está a punto de sacrificar a un niño inocente para salvar a su madre. Y tal y como está la situación, su decisión no es la más adecuada. Afortunadamente, descubrimos al final del episodio que Hange y también Levi siguen con vida, aunque este último parece gravemente herido. Ambos se encuentran con Pieck y Magath, quienes parece que están a priori dispuestos a escuchar lo que la comandante tiene que decir. ¿Sabrá Hange persuadirlos?
«Atardecer» adapta el capítulo 125 de Ataque a los titanes y creo que capta de forma excelente el desorden y el caos que pueden producirse cuando se rompe la cadena de mando durante una guerra. Hay muchos personajes involucrados y todos ellos han hecho cosas horribles, pero entendemos sus motivaciones, por qué hacen lo que hacen y para qué. Algunos tienen arrepentimientos, mientras que otros volverían a cometer las mismas acciones a pesar de que saben que es horrible. El autor de la historia original, Hajime Isayama, supo crear un mundo realmente profundo y, a día de hoy, me sigue pareciendo fascinante. Sigamos disfrutando cada domingo de una historia que semana tras semana no deja indiferente a nadie.
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