Los domingos son ya sinónimo de una nueva entrega de Ataque a los titanes. Tras el impresionante episodio de la semana pasada, en el que finalmente los hermanos Jaeger lograron acceder al poder del Titán Fundador, la Coordenada, la trama deja a un lado la acción pura para ofrecer al espectador un repaso por la historia que ya conocía. O que más bien creía conocer.
Este nuevo episodio de Ataque a los titanes ya está disponible en la plataforma de streaming Crunchyroll en versión original con subtítulos en español. «Recuerdos del futuro» tiene mucha información que procesar y en Ramen para Dos, en esta review vamos a hacer un repaso por lo acontecido en el episodio para intentar descifrar todas sus claves, no sin antes recordaros que las siguientes líneas contendrán spoilers de la trama del mismo.
La semana pasada el episodio finalizó con Zeke juntando su frente con la de Eren y activando la Coordenada. Al entrar ambos hermanos en contacto, han podido acceder al verdadero poder del Titán Fundador, pero solo Zeke es el único capaz de utilizarlo al poseer sangre real. Zeke, a sabiendas de la traición de Eren, quien resultó estar siguiéndole el juego para poder conseguir ese poder, no ha perdido la fe en su hermano pequeño. Considera que Grisha le lavó el cerebro y, a través de los «caminos invisibles», recorre junto a Eren los recuerdos de su padre.
Zeke se esfuerza por mostrar a Eren la clase de padre que era Grisha. Un hombre sin escrúpulos, capaz de olvidar a su primera familia y formar una nueva para conseguir sus objetivos de restaurar Eldia. Utilizando su posición como doctor, se acercó a la familia real para conseguir información sobre su paradero y poder así robar el Titán Fundador, aunque eso pudiera costarle la vida a sus actuales esposa e hijo.
Sin embargo, la realidad golpea tanto a Zeke como a Eren cuando descubren que Grisha encontró el escondite de la familia real verdadera mucho antes de robar el poder. Incapaz de poner en riesgo a su familia de nuevo, Grisha aprendió de sus errores y decidió abandonar su misión para poder regresar a casa.
Es justo en este punto cuando comienzan a suceder cosas extrañas, que escapan inicialmente a nuestra compresión como espectadores y que nos dejan igual de confundidos que a Zeke. Rendido y devastado, en la soledad del sótano, Grisha sueña con Zeke y, al despertar, durante unos segundos, tanto él como el Zeke que se encuentra en los «caminos invisibles» parecen entrar en contacto visual. Algo que deja desprevenido a Zeke, pero que no altera a un Eren que ya se está moviendo hacia el siguiente recuerdo.
Si Grisha no lavó el cerebro a Eren, ¿entonces por qué Eren sigue los deseos del Grisha de Marley? Esta es la pregunta que comienza a hacerse Zeke. La respuesta es sencilla: Eren siempre fue así, siempre fue él mismo. A diferencia de lo que Zeke podía haber creído, Eren no tuvo una infancia infeliz y en realidad el único que no puede escapar de la influencia de Grisha Jaeger es Zeke.
La trama da un giro de 180º el día que Mikasa desveló a Carla y Grisha que Eren quería unirse a las Tropas de Reconocimiento. Como todos sabemos, Carla se oponía a la idea, pero, en esta ocasión, vemos la escena desde la perspectiva de Grisha. Las palabras de Eren, en las que defiende su libertad y deseo de salir fuera de los muros por el bien de todas las personas que sacrificaron su vida luchando contra los titanes, calan muy hondo en él, por lo que Grisha obtiene finalmente la fuerza necesaria para retomar la misión que abandonó años atrás.
Grisha regresa a la iglesia que pertenece a la familia Reiss. Allí se encuentra con sus miembros, encabezados por la actual líder de la familia, Frieda, quien posee el poder del Titán Fundador. Influenciada por el voto de renuncia a la guerra del Rey Fritz 145, Frieda se niega a hacer algo para proteger a su pueblo del ataque que está por venir y se resigna a esperar el día en el que el mundo decida destruir la isla. No se defenderán, porque así solo morirán ellos, expiando los pecados que cometieron sus antepasados y sin que el resto del mundo sufra más las consecuencias.
Grisha es consciente de que, aunque robe el poder del Titán Fundador, no podrá usarlo, y también sabe que cada titán tiene un poder único y especial. Y el del Titán de Ataque es precisamente oponerse a la voluntad del rey. Grisha revela que éste tiene la capacidad de ver las memorias de los herederos de ese poder, lo que significa que el portador actual puede conocer el futuro. Por tanto, se establece una bonita dicotomía y un paralelismo simultáneo: los poseedores del Titán Fundador están atados por la voluntad de alguien del pasado, mientras que los poseedores del Titán de Ataque están manipulados por la voluntad de alguien del futuro.
No obstante, las cosas no suceden tal y como tenían que suceder. Aunque Grisha inicialmente pretende comerse a Frieda y acabar con el resto de la familia real, se ve incapaz de arrebatar una vida. Y es aquí cuando Eren entra en acción, confirmando algo que podía intuirse a lo largo del episodio por las miradas de Grisha. No es que estén viajando en el tiempo, sino que, como la Coordenada es el lugar donde se juntan los «caminos invisibles» que unen a la Gente de Ymir, Eren y Zeke pueden caminar por los recuerdos de los portadores del pasado, pero no intervenir físicamente en ese tiempo y espacio. Por tanto, Grisha no está viendo o escuchando a sus hijos, pero sabe que están ahí porque lo ha visto gracias al poder del Titán de Ataque.
De esta manera, un Eren preso por la ira manipula a su padre para que mate a toda la familia Reiss y se haga con el poder del Titán Fundador. Frieda, representando la voluntad del rey Fritz, y Grisha, influenciado por la propia voluntad de Eren, pelearon en una lucha de ideologías enfrentadas con mucho en común entre sí, pues ambas partes afirman tener objetivos altruistas, pero las dos recurren a medios cuestionables.
Así fue cómo finalmente Grisha Jaeger se hizo con el poder del Titán Fundador. En una escena desgarradora, la mejor del episodio gracias sobre todo al espectacular trabajo del actor de voz Hiroshi Tsuchida, descubrimos que Grisha cometió ese acto en contra de su propia voluntad, convirtiéndose así en uno de los personajes de ficción más trágicos que he visto. Profundamente traumatizado por la muerte de su hermana pequeña, manipulado por El Búho, traicionado por su propio primogénito y manipulado por su segundo hijo, Grisha estalla entre gritos y llantos.
Seguramente algunos estén un poco confundidos porque en el momento en el que Grisha se transforma al ser manipulado por Eren, revivimos el momento en el que Eren besó la mano de Historia al final de la tercera temporada. Lo que entonces se nos mostró fue un Eren aparentemente perturbado por lo que sucedió. Un Eren que vio a su padre no solo matar a Frieda, sino asesinar sin piedad al resto de hermanos pequeños de la chica. Pero lo cierto es que, como espectadores, en aquel entonces se nos ocultó información, pues Eren en realidad aquel día lo que vio fue absolutamente todo.
Tras aniquilar a los Reiss, Grisha le grita a Eren que ha seguido su voluntad, que ha matado a todos menos al padre. Gracias a esto, podemos deducir que Eren le dijo a Grisha que dejara a Rod Reiss vivo para que todo el arco de Historia pudiera suceder, para que ella fuera coronada como reina y él pudiera besar su mano y acceder así a sus recuerdos del futuro.
Grisha afirma en el episodio que todos los Titán de Ataque anteriores han sido llevados a esta memoria, todos han luchado para llegar aquí, un tiempo donde Eren influye directamente en el pasado con el fin de ir en contra de la ideología del rey. Mediante la unión del Titán Fundador y del Titán de Ataque y el uso de Zeke como la clave para desbloquear todo el poder del Fundador, este camino se hace una posibilidad y luego afecta retroactivamente a todos los titulares de Titán de Ataque a través del tiempo. En definitiva, hace 4 años Eren vio lo que iba a ocurrir y ha estado actuando en consecuencia para que todos esos acontecimientos que iban a pasar sucedieran. Para que el Eren que conocimos entonces se convirtiera en el Eren de ahora.
Es importante tener en cuenta que Eren no cambia el pasado. Ataque a los titanes existe con una línea temporal fija y él simplemente mantiene esa línea de tiempo intacta. Lo que en realidad sucede es lo que se conoce como un bucle causal o paradoja de la predestinación, una proposición teórica en la que, por medio de la retrocausalidad, una secuencia de eventos está entre las causas de otro evento, que a su vez está entre las causas del primer evento mencionado. Es el caso del asesinato de la familia Reiss. Eren, a través de los «caminos invisibles», manipuló a Grisha para matar a la familia real y robar el poder, dando dicho poder a sí mismo en el pasado, lo que le permitirá en el futuro manipular a su padre, comenzando el ciclo de nuevo. Este ciclo hace un bucle infinito hasta el punto de que no se le puede determinar ningún origen específico.
A continuación, y una vez más, Grisha puede ver a Zeke, momento que utiliza para disculparse con su hijo y pedirle que detenga a Eren. Porque, gracias al poder del Titán de Ataque que, como hemos explicado más arriba, permite ver los recuerdos de los portadores futuros, Grisha accede a algunos de los recuerdos de Eren, pero solo a aquellos que éste le ha querido mostrar. En concreto, Grisha confiesa que el deseo de Zeke no se cumplirá, sino el de Eren y ese futuro que les espera es aterrador. Por lo tanto, nos asalta la siguiente pregunta: ¿Es Eren el verdadero villano de esta historia?
Para este nuevo episodio de Ataque a los titanes, MAPPA ha adaptado lo que quedaba del capítulo 120 y gran parte del 121. El estudio hace un trabajo excelente con la adaptación a nivel de dirección y música, pero se queda pobre en cuanto al dibujo de los personajes y sus expresiones faciales, un problema que ya viene arrastrando desde la primera parte de la temporada. La única escena que es sobresaliente en todos los aspectos, incluso en las expresiones faciales, es la de la crisis de Grisha. Pero es algo que no me sorprende teniendo en cuenta que para darle vida se ha contado con el diseñador de personajes del anime de Death Note, Masaru Kitao, quien ha tenido también un rol importante en la dirección de la misma.
La semana que viene los hermanos continuarán en la Coordenada, pero ahora que se han girado las tornas, Eren parece ser el que terminará imponiendo su voluntad. ¿Cuál es su plan verdadero? Por el momento, lo desconocemos. Pero, una cosa está clara, será muy duro tener que esperar una semana para descubrirlo.
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