Si la semana pasada Ataque a los titanes dejaba con mucho que reflexionar, en esta nueva entrega no da tregua a los espectadores al dar respuesta a una de las preguntas más repetidas por los fans: ¿quién era en realidad Ymir y cómo obtuvo el poder titán?
Ya está disponible en versión original con subtítulos en español en la plataforma de streaming Crunchyroll el episodio «De parte de tu yo de hace 2000 años». Éste cuenta con interesantes revelaciones y puntos que conectan con otros aspectos de la trama, lo que demuestra que el mangaka Hajime Isayama tenía muy bien planteada su historia desde que empezó a publicarla. Y, para que no perdáis detalle de todo lo que esconde el episodio, en esta review vamos a contaros todas sus claves, no sin antes recordaros que las siguientes líneas contienen spoilers de la trama del mismo.
El episodio inicia donde acabó el anterior. Tras ver cómo Grisha devoró a los Reiss y que éste le pidiera a Zeke que detenga a Eren, ambos hermanos rompen la conexión que los une y regresan a la Coordenada. Zeke empieza a juntar las piezas y se da cuenta de que, si el poder del Titán de Ataque es ver las memorias del futuro, eso implica que Eren puede haber mostrado las memorias que a él le convienen para así manipular las acciones de su padre en el pasado. Si Grisha robó el Titán Fundador, a pesar de no poder usarlo por no tener sangre real, es porque Eren tuvo que mostrarle algo más allá del punto en el que se encuentran actualmente.
Zeke, que había utilizado a Eren como llave para acceder al verdadero poder del Titán Fundador, se da cuenta de que en realidad es él el que ha sido utilizado por Eren. Si todo esto es posible, es porque Zeke le llevó hasta la Coordenada, permitiéndole cumplir su objetivo y confirmando lo que ya comentamos en la anterior review: Eren vio todo hace 4 años, cuando besó la mano de Historia, tras la misión en Shiganshina para recuperar el Muro María.
Para evitar que Eren pueda cumplir su objetivo, Zeke ordena a Ymir que no permita que los eldianos puedan seguir reproduciéndose. No obstante, Eren consigue liberarse de las cadenas que lo atan y corre hasta Ymir para intentar detenerla.
Es entonces cuando se retrotrae al espectador al momento en el que Frieda le contó a Historia la historia de Ymir, según ella, una joven amable que se preocupaba siempre por los demás. Como ya conocemos por anteriores temporadas, existen dos versiones de la historia de Ymir: la de los eldianos, que la consideraban una buena persona que ayudó a prosperar a su pueblo; y la de Marley, quienes la veían como un monstruo que se impuso por la fuerza, sometiéndolos. Finalmente, lo que se muestra en este episodio es una versión sin contaminar, la verdadera historia de quién fue Ymir y cómo obtuvo el poder titán.
Ymir era una esclava. Su aldea fue atacada y, junto a otros, se convirtió en esclava del rey de Eldia, comprendiendo que aquellos que son libres tienen el poder y la fuerza para mantener el control y aquellos a los que se les quita la libertad son despojados de los medios y la voluntad para luchar. Todo cambia el día que alguien deja escapar a unos cerdos e Ymir es inculpada por otros esclavos.
¿Fue verdaderamente culpable de ese hecho? No lo vemos, no se nos muestra. Por tanto, pudieron darse dos cosas: que Ymir aceptara ser el chivo expiatorio, ya sea porque sintió que no podía ganar contra la culpa de las masas o porque decidió sacrificarse para librar a sus compañeros de los abusos; o que Ymir liberara a los cerdos como señal de su compasión para que otros seres puedan vivir libremente.
Dado el crimen que se le impone, Ymir recibe el terrible castigo de «ser libre». Perseguida a través del bosque para ser cazada por aquellos que la esclavizaron, Ymir es despojada todavía más de su dignidad como ser humano. En su huida, la niña se encuentra con un enorme árbol en el que se refugia, pero en el que se esconde una masa de agua en la que cae y en la que entra en contacto con una especie ser vivo o parásito desconocido que resulta ser la fuente original del poder titán.
De esta manera, Ymir se convierte en un titán. Pero, a pesar de tener el asombroso poder de luchar contra sus opresores, Ymir sigue viviendo como una esclava para sobrevivir, pues sus experiencias vitales le han llevado a perder su identidad como persona. No se desarrolla como humana, sino como la mayor herramienta militar. Gracias a ella, el pueblo eldiano prospera, sometiendo en el proceso a la nación de Marley. Como recompensa, el rey le otorga el dudoso premio de ser la que dé a luz a sus herederos, tres niñas con el nombre de María, Rose y Sina.
Años más tarde, durante un encuentro militar del rey de Eldia con su ejército, éste es atacado por un soldado. Sin embargo, Ymir le protege, siendo ella atravesada por una lanza. El rey, a sabiendas de que Ymir no puede morir, la obliga a levantarse, lo que demuestra que, a pesar de ser la madre de sus hijas, la relación entre ambos no ha cambiado. Ymir sigue siendo la esclava y él su amo. Quizás por eso Ymir muere, porque está cansada de seguir luchando.
Para no perder el poder titán, el rey obligó a sus tres hijas a comerse a su madre en una escena espeluznante. De esta manera, el poder se dividió en tres y, posteriormente, se dividió otras seis veces hasta sumar los nueve poderes de titán existentes.
Tras su muerte, Ymir continúa siendo una esclava al servicio de los deseos del líder de Eldia. Incapaz de desprenderse de ello por completo, crea un lugar en el que continúa siguiendo sus órdenes: los «caminos invisibles», es decir, la representación de las emociones conflictivas de una chica que no pudo dejar atrás por completo el mundo que la marcó. Su alma vive con el trauma. Por eso, que ella, a pesar de morir como adulta, sea una niña no es ninguna casualidad, ya que Ymir nunca tuvo la oportunidad de madurar y crecer como persona.
Aquellos que tengan ciertas nociones de mitología nórdica habrán identificado rápidamente el parecido que muchos acontecimientos de Ataque a los titanes guardan con ella, partiendo del más evidente: Ymir. Este personaje no es solo la clara muestra de cómo Isayama escogió referenciar a la mitología nórdica en su manga, sino que también es el inicio de todo. En ambas historias es el primer titán y, mientras que en la mitología nórdica, con su muerte se creó el mundo, en Ataque a los titanes la muerte de Ymir implica la fundación del Imperio Eldiano y de la raza eldiana tal y como la conocemos. Además, los caminos que se encuentran en la Coordenada se asemejan a Yggdrasil (el árbol de la vida), que en la mitología nórdica mantiene unidos los 9 mundos como en Ataque a los titanes los caminos mantienen a los 9 titanes.
Volviendo al episodio, al tocarla, Eren descubre el trágico pasado de Ymir y el origen del poder titán. A diferencia de Zeke, quien ordena a Ymir que siga su deseo, Eren le pide su ayuda, le pide que le otorgue su fuerza. Eren comprende a Ymir en el nivel más fundamental de todos: ambos desean la libertad. Eren es la primera persona que le pregunta qué es lo que desea hacer, validándola por fin como persona, no como una diosa o una herramienta para la guerra. Puede que Ymir en realidad no lo supiera, pero todo este tiempo ha estado esperando a que alguien como Eren naciera para venir a ayudarla a encontrar la libertad que tanto ansiaba.
Lo curioso de todo esto es que, desde que apareció Ymir, no podemos verle los ojos. No es hasta que Eren dice que no es una esclava, sino una humana, y le concede la libertad de elegir lo que quiere hacer, cuando podemos verlos. Podemos ver las emociones de Ymir, sus ojos llenos de lágrimas por la rabia acumulada durante siglos. De todos los poseedores del Titán de Ataque, Eren puede empatizar con el dolor de Ymir y su anhelo de libertad, dando así sentido al primer capítulo del manga y al primer episodio del anime, titulado «A ti, 2000 años después». Ese era el mensaje de Ymir pidiendo ayuda y «De parte de tu yo de hace 2000 años» (aunque sea una traducción terriblemente mala por parte de Crunchyroll porque no hila con el primero) es la respuesta de Eren.
Así, Ymir se libera de sus ataduras como esclava de la sangre real y le otorga el poder a Eren de activar el Retumbar. Se vuelve al mundo tangible, donde vemos que el mismo ser que se adhirió al cuerpo de Ymir conecta la cabeza de Eren con su cuerpo, activando de nuevo su transformación. Los muros se resquebrajan y de su interior surgen los miles de titanes colosales que escondían, comenzando a marchar.
Armin se alegra de lo que está sucediendo porque solo puede significar una cosa: Eren ha ganado y se ha hecho con el poder del Titán Fundador. Sin embargo, sus temores, aquello que había reprimido en episodios anteriores, regresan cuando se da cuenta de que Eren lo que está intentando no es solo proteger la isla. Eren podía haber usado unos pocos titanes para defenderse del ejército de Marley y, sin embargo, ha destruido todas las murallas.
A través de la Coordenada, Eren conecta con todos los eldianos, tanto de la isla como los que están más allá del mar (entre ellos podemos ver al padre de Annie, por ejemplo) para contarles su plan. Su objetivo es aniquilar a todo el mundo, salvo la isla.
Esta semana, MAPPA pisa el acelerador y termina de adaptar el capítulo 121 del manga y adapta al completo el 122 y parte del 123, dando lugar al mejor episodio de Ataque a los titanes que ha realizado el estudio hasta la fecha. Y era difícil de superar después del gran trabajo de la semana pasada.
La atmósfera durante el flashback de Ymir, el detalle de las tres ramas que surgen del árbol de la Coordenada cuando las hijas de Ymir se comen su cuerpo y cómo van creciendo otras a medida que se suman otros usuarios, la fractura de los muros, la manera en la que la nueva forma de titán de Eren asoma en la distancia entre el humo mientras se aleja… La dirección de este episodio es impresionante. Como espectador, tu mente es absorbida por el soberbio trabajo de Yuki Kaji como Eren o la espectacular banda sonora («Footsteps of the Doomed», de Kohta Yamamoto, entra directa en mi top 3 de canciones de Ataque a los titanes). Solo puedes ver embelesado algunas de las escenas más locas que jamás se hayan visto en el mundo del entretenimiento.
Y el plano final es imponente. Impacta, revuelve el estómago, pone la piel de gallina. MAPPA coge la doble página que dibujó Isayama en el manga y la traslada al anime tal cual, sin añadirle muchas florituras, pero poniéndole esos característicos ojos verdes de Eren. Perfecto y eficaz. Digno final para un episodio que no dejará indiferente a nadie y que por fin da respuesta a muchas de las dudas que plantea Ataque a los titanes. El Retumbar ya está aquí. Y ha venido para destruir el mundo conocido. Aunque habrá que esperar al próximo domingo para verlo.
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