El pasado 4 de noviembre tuvo lugar la emisión del episodio 18 de Fate/Apocrypha titulado Desde el infierno. Como siempre, os recordamos que esta entrada contiene detalles sobre la trama de la serie, por lo que recomendamos no seguir leyendo si no habéis visto el episodio.
Atalanta, Juana de Arco, Sieg, Astolfo y Quirón se encuentran inmersos dentro del Hogu de Jack el Destripador. El poder de la pequeña Assassin es el de crear un mundo parecido al Londres de la época victoriana donde todo está cubierto de niebla. Todos ellos están dispersos por él y pronto se van dando cuenta de que en ese mundo se encuentran las almas de muchos niños fallecidos.
Ante la imagen de la muerte de muchos de esos niños, Sieg queda terriblemente traumatizado ya que no entiende cómo el ser humano puede ser tan horrible y despreciable en muchas ocasiones. El homúnculo tenía la creencia de que las personas se ayudaban unas a otras con el fin de prosperar. Mientras se encuentra sumergido en sus pensamientos aparece a su lado el alma de Reika, quien le explica que esos niños eran simples herramientas y cuando no servían para nada se les desechaba.
Mientras tanto, Juana de Arco se encuentra con una versión mucho más joven de Jack el Destripador la cual la lleva junto a otros muchos niños para pedirla que les salve. Ruler decide que tiene que purificar sus almas enviándolas al otro mundo, por lo que se dispone a cumplir con su cometido. Sin embargo, cuando está a punto de hacerlo, aparece Atalanta para detenerla disparando una de sus flechas y poniéndose delante de los niños. Esta quiere salvarlos porque a ella la abandonaron cuando nació por el hecho de ser mujer y se juró que siempre protegería a los más pequeños.
En ese momento aparece Sieg para pedir a Ruler que no acabe con las vidas de los niños, pero esta le explica que no es ahí donde deben estar ya que ese mundo está creado con sus recuerdos. Este debate lo mantiene a su vez con Atalanta, aunque esta no llega a comprenderla. Es entonces cuando una niña muy parecida a la propia Juana de Arco se acerca a ella para intentar que se sienta culpable y no acabe con ellos. Ruler, a pesar de pasarlo realmente mal por tener que tomar esta decisión decide enviar las almas de todos ellos al lugar al que pertenecen, desenmascarando así a la joven que se parece a ella, la cual resulta ser Jack el Destripador. Esta también es enviada junto con las almas de los demás niños sin oponer resistencia alguna.
Tras esto, Atalanta enloquece y decide atacar a Juana de Arco acusándola de haber asesinado a todos los pequeños, pero Quirón y Astolfo llegan en su ayuda consiguiendo que Atalanta huya del lugar. Entonces Ruler mantiene una charla con Sieg explicándole que los seres humanos muchas veces son malvados pero que no debe rendirse nunca.
El que ha empezado siendo el episodio más turbio de lo que llevamos de serie mostrando las muertes de todos esos niños también ha acabado resultando ser el más emotivo hasta la fecha. Juana de Arco sigue mostrándose firme en todas las decisiones que toma a la vez que intenta aleccionar a Sieg sobre la forma de vivir de los seres humanos. Además de todo esto, se han quitado de encima a otro Servant, en este caso a Jack el Destripador, cerrando así el mini arco que se abrió hace unos pocos episodios. Poco a poco vamos llegando al desenlace de la historia y cada vez quedan menos participantes en la Guerra pero sigue sin haber un claro favorito para llevarse el Santo Grial.
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