A principios de semana un terremoto sacudía los cimientos de la animación japonesa, una mala traducción del japonés anunciaba el cierre de Studio Ghibli después de varios rumores relacionados al mal estado de sus cuentas tras varios fiascos en taquilla. Gracias a Dios, poco después se confirmó que la noticia realmente no era el cierre definitivo del estudio, sino un parón para estudiar una profunda re-estructuración, en la que posiblemente desmantelaran su departamento de producción. ¿Estamos en el principio del fin de Ghibli?
Más o menos todos los aficionados a la animación japonesa teníamos claro que la “jubilación” de Hayao Miyazaki iba afectar de alguna u otra manera a Studio Ghibli. Estamos de acuerdo que Ghibli no es sólo Miyazaki, ya que aún quedan nombres tan importantes dentro de la compañía como Isao Takahata, pero es evidente que con la marcha del director de El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro desaparece una parte muy importante de la magia del estudio japonés. Una herida difícil de curar, que vistos los resultados en la taquilla japonesa de Kaguya-hime no Monogatari y Omoide no Marnie, tardará mucho en sanar.
Ilustración de SaraFabrizi
Studio Ghibli necesita reinventarse, o como se suele decir, “renovarse o morir”. Los tiempos cambian y ya hemos visto a otros estudios de animación como Disney pasar por tesituras similares, cuando acabó uniéndose a Pixar y abandonando la animación tradicional a favor de del ordenador. Y al parecer, muy mal no le va…
No estoy diciendo que Ghibli deba abandonar su estilo y pasarse al ordenador, pero algo debe hacer o acabará desapareciendo. Es un hecho. Ya no es rentable para ellos producir sus propias películas, sobre todo en una época en la que muchos estudios japoneses producen sus animaciones en Corea del Sur o China para abaratar costes.
Según reveló Toshio Suzuki, van a tomarse un respiro y posiblemente re-estructurar la empresa cargándose el departamento de producción para centrarse en la explotación de sus licencias. ¿Esto que puede significar? Pues lo más importante es que tardaremos un tiempo en ver cualquier cosa nueva del estudio, al menos producida por ellos directamente, mientras se dedican a explotar sus creaciones en forma de merchandising, nuevas ediciones, etc. Vamos, un parón en toda regla para sacar dinero de lo que ya tienen y es rentable, mientras piensan cómo encarar el futuro.
Yo no se como os tomaréis esto los demás. Para mi suena al principio del fin del Studio Ghibli tal y como lo hemos conocido hasta ahora. Si, es cierto que en el pasado el estudio japonés lanzó películas no producidas por ellos, pero no hablamos del Studio Ghibli de entonces, sino el de ahora, acostumbrado a lanzar películas de manera internacional, que anualmente optan por entrar en los Oscars e incluso pelean por la estatuilla. Para mi, pinta mal, y me temo que es muy difícil que volvamos a ver el Studio Ghibli de las últimas dos décadas, aquél que estrenaba en cines exitazo tras exitazo y que dejaba a todos con la boca abierta. Los tiempos cambian, y Miyazaki se ha hecho mayor. Renovarse o morir.
P.D.: ¡Nos vemos en twitter: @Batto_RP2!
P.D.2: Ya van dos artículos de opinión ¿aguantaré escribiendo uno todas las semanas?
Este artículo representa la opinión de su autor, sin que sea necesariamente compartida por el resto de miembros de Ramen Para Dos.
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