Slam Dunk, obra de uno de los mangakas más conocidos actualmente, Takehiko Inoue, es uno de los títulos más populares del género deportivo del manga y el anime en nuestro país. Tras su paso por algunos canales autonómicos, y después de que Ivrea cosechara un buen éxito de ventas del manga, el año pasado se lanzó a editar la edición kanzenban del mismo, corrigiendo muchos de los errores de la primera edición y ofreciendo al público, la que posiblemente sea la mejor edición de un manga que ha realizado jamás la editorial de origen argentino.
Slam Dunk es un manga de Takehiko Inoue, popular autor de obras como Real o Vagabond. Este manga del género deportivo, también denominado spokon comenzó a editarse en 1990 en la revista Weekly Shonen Jump de Shueisha compartiendo páginas con obras de la talla de Dragon Ball o Rurouni Kenshin. El éxito de Slam Dunk fue arrollador, convirtiéndose en el manga más vendido de la historia de Japón (galardón que mantuvo hasta que se lo arrebató One Piece), catapultando a la fama a este autor, que trabajó en ella hasta 1996 acumulando 31 tomos recopilatorios.
La popularidad del manga hizo que en 1993 se estrenara una adaptación animada en la televisión japonesa, que se mantuvo en antena hasta 1996 con 101 episodios. Este anime, como otros tantos del género deportivo llegó a España, a algunos canales autonómicos, y logró una buena aceptación por el público.
Debido a esta popularidad, Ivrea editó este manga en formato tankoubon en el 2003 logrando lo que otros tantos mangas deportivos no habían conseguido antes, obtener unas ventas bastante respetables. Durante años Ivrea estuvo reeditando y re-empaquetando estos tomos en packs con cofres de cartón hasta el 2009, momento en el cuál la editorial se lanzó a reeditarlo en formato kanzenban, la primera de la empresa de origen argentino.
Entre otras razones para llevar a cabo esta re-edición, la principal era que la antigua estaba algo desfasada, y tenía algunos problemas de traducción, errores que Ivrea tenía intención de subsanar en la nueva edición. Ese mismo año comenzó la edición kanzenban de Slam Dunk, que salvo cierto problema con la sobre cubierta del primer número, es posiblemente la mejor edición de la editorial de origen argentino.
Un gamberro como arma secreta
Hanamichi Sakuragi es el protagonista de Slam Dunk, un gamberro del insituto Shohoku de 15 años, que posee un récord de rechazos amorosos. Su vida cambia radicalmente cuando conoce a Haruko Akagi, una guapa chica por la que acaba ingresando en el equipo de baloncesto para impresionarla, del cuál, su hermano mayor, Takenori Akagi -al que apoda «Gori» de gorila- es el capitán.
Sakuragi no ha jugado nunca al baloncesto, ni si quiera conoce las normas, su única ventaja sobre el resto es su fuerza y altura. Es por esto que Hanamichi al principio se revela como un auténtico patán que ni sabe botar el balón mientras corre. Esta situación se acucia aún más cuando en el equipo entra otro alumno de primero que resulta ser un genio del baloncesto, Kaede Rukawa, y que arrastra ya muchos elogios de su época de jugador en primaria. Además para colmo, Haruko se enamora de Rukawa, completando así el habitual triángulo amoroso.
El hecho es que Sakuragi mientras intenta día a día mejorar para impresionar a Haruko y ganarse un puesto en el equipo, Rukawa es un genio y desde un primer momento se revela como la estrella del equipo. Esto provoca que Hanamichi tenga una gran envidia de Rukawa, sobre todo cuando ve que Haruko está más interesada sentimentalmente por Rukawa que por él.
No obstante Hanamichi es un brabucón, y a pesar de su total desconocimiento de como se juega al baloncesto, va siempre alardeando de lo bueno que es, ya que ante todo es un gamberro con más cara que espalda. Todo esto provocará infinidad de escenas cómicas e hilarantes, en las que Hanamichi se jactará de ser incluso el «arma secreta» del Shohoku cuando el entrenador le deja en el banquillo en el quintento incial de los partidos.
Una historia que engancha
La historia avanza a medida que se unen más integrantes al equipo de baloncesto del instituto, cada uno con un pasado y unas motivaciones distintas, formando al final una plantilla digna de luchar por el torneo entre institutos, donde se encontrarán todo tipo de equipos y jugadores de los más variopinto.
Takehinko Inoue, hace gala de una maestría sin igual para contar una historia del género deportivo de corte realista con bastantes ingredientes cómicos, a la vez que nos enseña desde la base que es el baloncesto y como se juega (obviamente con las normas de aquella época), haciendo uso del personaje de Hanamichi que va aprendido a jugar a medida que avanza la historia.
Las bondades de Slam Dunk también residen en que no suele caer en los tópicos del género, como los interminables y aburridos partidos, así como en la exageración, logrando siempre trasladar al lector la emoción de un verdadero partido de baloncesto.
Aunque sinceramente, creo que el verdadero gancho de la historia es Hanamichi, un personaje sin igual con el que uno es incapaz de no identificarse, aunque sea aun poco. Obviando el detalle de que es un gamberro amante de las pelas y las broncas, su afán de superación y ganas de mejorar en el equipo del instituto, a pesar de que siempre hay alguien mejor que él, sumado a que Haruko únicamente le trata como un buen amigo, nos facilita el sentirnos cercano a sus peripecias.
El virtuosismo hecho manga
Si ya de por si el guión y argumentos de Slam Dunk enganchan desde las primeras páginas por el fuerte magnetismo de un personaje como Hanamichi, el dibujo de Takehiko Inoue es simplemente espectacular. Estamos posiblemente ante uno de los autores de manga más talentosos de la actualidad, con un estilo realista que quita el hipo, pero sin dejar de lado la faceta cómica y caricaturesca, deformando personajes al estilo SD (super deformed) siempre que es necesario, con una naturalidad que abruma. Takehiko parece dominar a la perfección todas las facetas del dibujo de un manga, desde la ilustración, pasando por el diseño, la composición de viñetas, el color, los planos, el movimiento,etc.
Como curiosidad en el dibujo de Slam Dunk, Takehiko al diseñar algunos personajes y vestimentas se basó en equipos y jugadores de la NBA americana. Salta a la vista como la vestimenta del Shohoku está inspirada en la del mítico Chicago Bulls, como su capitán, Takenori Akagi, tiene cierto parecido con el popular jugador de los 80 Patrik Ewing, o como incluso ha calcado fotos famosas.
El autor, Takehiko Inoue
Takehiko Inoue, el autor de Slam Dunk nació en 1967 en Kyushu. Durante su época estudiantil practicó el baloncesto, de ahí su tremenda afición a este deporte y sus conocimientos sobre la materia.
Antes de debutar como artista, Takehiko estuvo trabajando como asistente de Tsukasa Hôjo, autor de City Hunter o Family Compo. En 1988 debutó como mangaka en la Weekly Shonen Jump con Kaede Purple, manga deportivo sobre el baloncesto cuyo protagonista recuerda bastante al personaje de Slam Dunk Kaede Rukawa. Gracias a este manga logró el prestigioso Tezuka Show, un premio que se otorga en honor del Dios de Manga. Posteriormente trabajó como dibujante en 1989 en el manga Chamaleon Jail.
Su primer gran éxito llego un año después, en 1990, con Slam Dunk, un manga que desde el principio consiguió encandilar al público logrando ser el manga más vendido de la historia con más 100 millones de copias vendidas entre 1990 y 1996, hasta que recientemente One Piece le arrebató este récord. En 1995 recibió el Shogakukan Manga Award, como mejor manga del año.
Tras finalizar Slam Dunk, Inoue realizó en 1997 un nuevo manga sobre el baloncesto ambientado en un futuro donde humanos jugaban partidos contra extraterrestres, que se serializó en la web de la ESPN en distintos idiomas, siendo adaptada a serie de animación por TMS Entertainment en dos temporadas de 13 episodios en 2005 y 2007.
Su siguiente trabajo acabó por consagrarle como un mangaka de éxito, siendo hasta ahora su obra más larga con 33 tomos publicados, Vagabond, un relato con ciertas licencias de la vida del famoso Musashi Miyamoto. Con este manga repetiría el éxito de Slam Dunk logrando también premios como el Kodansha Manga Award en el 2000 y el Osamu Tezuka Award en 2002.
Durante la serialización de Vagabond, en el 2001 a Inoue parece que le picó cierto gusanillo de nuevo por el baloncesto, y comenzó a serializar otra obra centrada en dicho deporte, Real, aunque sobre la modalidad paraolimpica del baloncesto en silla de ruedas. Con esta obra recibió un nuevo premio, el Japan Media Arts Festival en el 2001.
Actualmente continúa serializando ambas obras -aunque se rumorea que a Vagabond le falta poco para terminar-, compaginándolas con otras labores como la de diseñador de personajes para Mistwalker y su Lost Odyssey para Xbox360, o la de columnista en alguna revista de deportes como Hoop.
La edición de Ivrea
Ivrea comenzó a editar esta edición kanzenban de Slam Dunk a finales del 2009 con muchos más problemas de los esperados. La intención de la editorial era sacar una edición similar a la de Rurouni Kenshin de Ediciones Glénat, con unas sobrecubiertas en papel rugoso y los logos en un acabado plastificado, imitando de alguna manera la serigrafía de los balones de baloncesto. La jugada a la editorial le salió mal ya que la imprenta encargada lo hizo faltal y los logos e imágen del primer tomo se rescrebajaban en las dobleces del lomo. La editorial pidió disculpas por ello y prometió que el problema sería solucionado en tomos posteriores, ofreciendo además una nueva sobrecubierta en un tomo posterior ya con el problema corregido.
Salvo este pequeño problema sin más importancia (ya que la editorial lo solventó de una manera magistral), Slam Dunk kanzenban posiblemente sea la mejor edición realizada por Ivrea. El tamaño del tomo es el habitual de las ediciones kanzenban, y las sobrecubiertas, como ya se ha dicho, son mate en un acabado rugoso, con los logos plastificados imitando al tacto de un balon de baloncesto. Las portadas son totalmente nuevas para esta edición y el diseño de las mismas no dejan lugar más que a elogios.
Dentro, el manga ofrece una impresión impecable con páginas a color rescatadas de la edición original en las páginas de la Weekly Shonen Jump. La traducción de la obra se ha realizado de nuevo desde el japonés respetando nombres y términos, haciendo incapié en los problemas cometidos en la edición tankoubon.
Además, algo que siempre me gusta destacar de las obras editadas por Ivrea son su secciones aclaratorias, algo que únicamente realiza de manera habitual esta editorial, salvo algún que otro articulo sobre la obra en cuestión que mete a veces Planeta DeAgostini o Panini Comics en los primeros tomos de sus mangas. Estas secciones aclaratorias que mete Ivrea, bajo mi punto de vista, son un gran tesoro de información para el aficionado, llenas de curiosidades y aclaraciones sobre la traducción de la obra.
Una obra que nadie debería pederse
Slam Dunk durante mucho tiempo tuvo dos tomos, el 23 y 24, como los más vendidos de la historia del mercado del manga japonés. Récord que fue arrebatado recientemente por One Piece que no hace más que superarse tomo a tomo. Este dato es un simple ejemplo de la popularidad y la calidad de este manga, que a su vez en España posee la honrosa medalla de haber funcionado bien tanto en pantalla como en papel (a falta de que algún día se edite en DVD….ojalá).
Es un manga grandioso. De esas obras que ningún aficionado a este arte debería perderse, o al menos probar para saber si realmente está dejando pasar uno de esos trenes que pasan pocas veces por delante nuestro. Slam Dunk es a todas luces uno de los mejores shonens la factoría Weekly Shonen Jump de Shueisha, y eso es decir mucho, ya que hablamos de una revista que ha visto pasar por sus páginas obras como Dragon Ball, Dr. Slump, Rurouni Kenshin, One Piece, etc.
Tampoco importa mucho que seas aficionado o no al baloncesto, el buen hacer de Inoue te va llevando de tomo en tomo de la mano durante el aprendizaje de Hanamichi, como si de unas clases particulares se tratara.
Su lectura es amena, divertida, y sobre todo adictiva, con apenas ocho tomos de esta edición kanzenban en el mercado, no hay tomo que tras pasar la última página me haya dicho: «¿ya? ¿Ya no hay mas? ¿Tengo que esperar al siguiente tomo?». Y esto, no es algo que me ocurra con muchas obras, muy pocas a decir verdad, se pueden contar con los dedos de una mano. Parafraseando al mítico Andrés Montes: «¡Porque el manga puede ser maravilloso!»
Lo Mejor: El dibujo, el guión, los personajes… todo. Una obra imprescindible.
Lo Peor: Que Ivrea la edite de una manera un tanto irregular, y no de manera mensual para paliar mi adicción a esta obra.
Ficha técnica:
Título: Slam Dunk (edición kanzenban )
Título original: Slam Dunk Kanzenban (スラム ダン 完全版)
Guión: Takehiko Inoue
Dibujo: Takehiko Inoue
Editorial japonesa: Shueisha
Editorial española: Ivrea
Formato: Tomo de lujo A5 (150×210), rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Precio: 12€
Nº de tomos en japonés: 24
Nº de tomos en castellano: 24 (8 tomos publicados a fecha de la reseña)
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