Hace poco tiempo tuve el honor de reseñar en la web una obra que me dejó muy buen sabor de boca: Cells at Work!. Como antiguo estudiante de medicina y fan de la inmunología, el manga me sorprendió gratamente por su originalidad, su sólida documentación académica y su asombrosa capacidad de reducir conceptos complejos a ideas simples y fácilmente asimilables.
No obstante, la cosa no termina ahí, pues Cells at Work! es solo la punta del iceberg de toda una franquicia con más de una decena de mangas spin-off de toda clase, cada uno de ellos enfocado en un entorno distinto, uno de los cuales es Cells at Work! CODE BLACK. ¿Nos adentramos en el lado oscuro?
Cuando no hay futuro
Es posible que alguien se pregunte qué hace diferente a Cells at Work! CODE BLACK de su predecesora. Este manga presenta un cambio radical en la óptica de la obra. El término “black”, que proviene del japonés “black company” y que se refiere al trabajo en condiciones de sobreexplotación, ya debería daros una pista de lo que encontraremos aquí.
Cells at Work! se caracteriza por desarrollarse en un entorno sano y estable, en el cual los problemas son algo anecdótico y, en mayor o menor medida, perfectamente resolubles. En esta ocasión, veremos lo que sucede en un organismo que se somete a malos hábitos como privación de sueño, tabaquismo, alcohol y un constante nivel de estrés. Cells at Work! CODE BLACK es mucho más oscuro y desesperanzador, mostrando cómo los protagonistas se enfrentan constantemente a un entorno hostil, en el cual deben arriesgar su propia integridad física y trabajar a contrarreloj sin importar los obstáculos, para mantener su mundo a flote hasta fallecer a causa del agotamiento. Es un cambio de panorama de 180º en el cual todos esos detalles que hacían del manga una obra cómica y agradable, se utilizan para transformarla en algo brutal y dramático que no da un respiro al lector.
El ambiente de trabajo que se mostraba anteriormente como algo organizado, funcional y relativamente seguro, ahora pasa a ser un caos dominado por la falta de personal, complicaciones constantes y una presión psicológica apabullante. Ya el primer número resume perfectamente el concepto que quiere transmitir la obra con su título “El comienzo del fin”, mostrando a un Glóbulo Rojo novato que se da de bruces con la dura realidad que le espera: trabajar, trabajar y trabajar hasta desfallecer.
Y cuando digo desfallecer no lo digo en un sentido metafórico o hiperbólico, sino con toda la contundencia que el término merece. Porque en Cells at Work! CODE BLACK la muerte es un elemento presente de manera constante y los personajes, por muy queridos que nos resulten, no siempre saldrán airosos de sus envites. La tragedia está servida.
Una cara familiar
Como cabe esperar, los tipos de células existentes y sus diseños son los mismos que en su obra madre con ligeras variaciones, aunque en esta ocasión la pareja central está compuesta por Glóbulo Rojo masculino y Glóbulo Blanco femenino. Este hecho no supone ningún cambio en el desarrollo de los acontecimientos ya que, a fin de cuentas, es un detalle meramente estético.
En conformidad a la ambientación mostrada, los personajes se ven demacrados, deprimidos, irascibles, con sus ropas desgastadas y sucias simulando el daño en la membrana celular, y hay un gran porcentaje de células envejecidas en representación de un organismo cuyo estado de salud deja mucho que desear. Aquí también me gustaría mencionar lo que personalmente me parece el punto negativo del manga, y es que existe una sexualización innecesaria de varios personajes femeninos en esta versión de la historia.
Los diseños de vestuario en Cells at Work! son muy coherentes. Los glóbulos rojos que ejercen de transportistas de oxígeno llevan uniformes que recuerdan a los mensajeros de paquetería, los glóbulos blancos del sistema inmunitario se visten como militares, las plaquetas encargadas de crear coágulos para detener hemorragias se asemejan a pequeñas obreras, y las células encargadas de dirigir o regular, como las del cerebro, se personifican como oficinistas o ejecutivos.
En esta línea todo sigue una lógica, pero la protagonista femenina de Cells at Work! CODE BLACK y sus compañeras de tropa llevan un uniforme que, aunque se asimila al de su contraparte masculina, tiene un escote abierto y sin botones que solo sirve para remarcar el prominente busto que, casualmente, todas ellas tienen. Si a ello le sumamos que hay varias escenas en las que también “por casualidad” un ataque destroza su ropa y las deja con poco más que harapos, da la sensación de que este elemento solo sirve para introducir el típico fanservice dirigido al público masculino. Existen también otras células que hacen aparición con el torso desnudo, algo que no tiene, al menos de buenas a primeras, una explicación biológica per se. En otro tipo de obras no me parecería algo negativo, pero creo que justamente Cells at Work! no necesita este tipo de material para ser una buena obra, porque ya lo es por sí misma.
El salto al anime
El anime de Cells at Work! CODE BLACK se emitió entre enero y marzo de 2021 bajo la producción de Liden Films, y finalizó con 13 episodios que adaptan historias sueltas de los tres primeros tomos del manga. Al igual que sucede con Cells at Work!, hablamos de una adaptación completamente fiel de la historia, aunque probablemente y debido a que buscaba llegar a un público más amplio, se eliminaron o censuraron algunas escenas presentes en el manga original que involucran desnudos, lo cual veo como algo positivo ya que son innecesarios. Del mismo modo, el orden de las historias es distinto al original pero no tiene influencia sobre el disfrute de la serie.
A diferencia de su predecesora, hay que destacar que Cells at Work! CODE BLACK no es apta para todos los públicos. Si la obra impresa ya es dura de por sí, llevar las situaciones al terreno de la animación hace de su visualización algo impactante y arrollador que puede llegar a tocar de cerca a algunas personas que hayan pasado por una situación similar. Digno de mención es el tramo compuesto por los dos últimos episodios, una verdadera carrera contra la misma muerte que finaliza con un clímax esperanzador y una escena postcréditos que acongoja a cualquiera. Creedme si os digo que hacía mucho tiempo que una escena no me había dejado pensando tanto rato.
Sobre la autora
Akane Shimizu nació en Tokio el 28 de enero de 1994. Se desconoce dónde estudió o residió durante su infancia, pero se sabe que en algún punto de su vida comenzó su formación como mangaka en la academia Nihon Manga Jyuku, de la cual han salido otros mangakas conocidos como Tomo Takeuchi. Para su proyecto de graduación, Shimizu presentó un manga propio titulado “Historia celular”, el cual le valió el premio Sirius New Age Award a mejor manga de principiantes en la 27.ª edición de los Shonen Sirius Awards. Si bien esta primera historia llegó a la revista Monthly Shōnen Sirius en mayo de 2014, no sería hasta enero de 2015 cuando se publicaría por primera vez lo que hoy conocemos como Cells at Work! Su serialización continuó durante 6 años exactos, finalizando con 29 números publicados que fueron recopilados en 6 tomos.
Además del anime, la obra ha dado lugar a una gran cantidad de mangas spin-off, un OVA, una novela ligera, una película animada, un juego para teléfonos móviles, obras de teatro y la recientemente anunciada adaptación live-action; aunque Shimizu solo ha participado como supervisora general de los mangas. Cells at Work! CODE BLACK se publicó en la revista Morning de Kodansha entre junio de 2018 y enero de 2021, finalizando con 8 tomos recopilatorios en el mercado japonés.
La edición
El manga de Cells at Work! CODE BLACK fue licenciado en España por Ediciones Babylon en el año 2022. Hasta el momento se han publicado los dos primeros tomos en una edición rústica con sobrecubiertas, en acabado brillante y tamaño B6. El primero se puede adquirir por 9,95 €, mientras que el segundo es ligeramente más costoso, con un precio de venta de 10,95 €. La edición conserva el maquetado y diseño de la original japonesa, mostrando una portada en la que predomina el blanco y una contraportada en la cual sobresale el rojo en fondo negro, lo que para mí es una clara referencia a la icónica pareja de células y su entorno negro, como indica su nombre.
La traducción es ejemplar y no se aprecian errores, aunque personalmente algunos juegos de palabras no me terminan de convencer del todo, pero entiendo que no es algo sencillo de traer a otro idioma. El resultado ha sido una vez más fruto del trabajo de los traductores Alejandra Pérez Gallego y Camilo Esper, que además de haber participado en la traducción de la obra completa de Cells at Work!, han colaborado anteriormente con la editorial en mangas como Still Sick o Regreso al futón, y han participado en la traducción para el doblaje del anime de Guardianes de la noche y su película, Guardianes de la noche: Tren infinito.
Sólo se vive una vez
Cells at Work! CODE BLACK es, bajo mi punto de vista, una bofetada directa a la cara del lector. Mientras que su serie madre enseñaba el funcionamiento del cuerpo humano en condiciones, bajo una tesitura de optimismo y comedia, Cells at Work! CODE BLACK te muestra todo aquello que en el fondo sabes que sucede, la verdad sin edulcorantes ni azúcares añadidos.
Si puedo hacer una comparación, diría que Cells at Work! CODE BLACK es esa fotografía perturbadora que adorna las cajas de cigarros y que todo fumador elige no ver por su propia comodidad. Es la imagen sin retoques de las nefastas consecuencias que recaen sobre la salud fruto del descuido, la desgana y el desapego por nuestra propia persona. Y sobre todo es, en el fondo, una lección para el espectador: cuida tu propio cuerpo, porque solo tienes uno y te tiene que durar toda la vida.
Lo mejor
- Hereda de la obra original su capacidad explicativa, resumiendo conceptos complejos y transformándolos en sistemas sencillos.
- El manga muestra escenas realmente dantescas sin medias tintas convirtiéndose, en comparación a lo mostrado anteriormente, en algo impactante y difícil de olvidar.
- Tanto la pareja protagonista como el resto de personajes que se muestran en la obra siguen siendo tan memorables como los originales.
Lo Peor
- La sexualización de varios personajes, todos ellos además casualmente femeninos, es innecesaria y no termina de cuadrar en la temática de la obra.
- Al igual que sucede con su antecesora, el anime apenas adapta los primeros tomos y deja muchísimo fuera.
Cells at Work CODE BLACK
Editorial: Ediciones Babylon
Formato: Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta
Tomos: 8 (En publicación)
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