Hace un par de años el estudio Ryū ga Gotoku concluyó la historia de la legendaria saga Yakuza y de su protagonista Kazuma Kiryu, con Yakuza 6: The Song of Life. Afortunadamente no tuvo que pasar mucho tiempo para que el estudio japonés anunciase Yakuza: Like a Dragon, un nuevo punto de partida que pretende revolucionar esta veterana franquicia y presentar un digno sustituto del dragón de Dojima.
Yakuza: Like a Dragon es, en esencia, una historia de desamparo acerca de luchar por lo que crees, incluso cuando estás en el fondo. Nuestro principal protagonista, Ichiban Kasuga, un miembro de bajo rango de una familia yakuza de escala inferior, un machaca de una familia, asume la culpa de un crimen que no cometió para proteger a su patriarca y figura paterna, Masumi Arakawa. Después de cumplir una sentencia de 18 años de prisión, regresa a la sociedad para descubrir que el clan al que una vez perteneció ha sido destruido, dan caza por las calles a sus pocos miembros restantes y se entera de que su antiguo patriarca puede ser el hombre responsable de todo ello. Afrontando un inimaginable sentido de traición, pérdida y confusión, se propone descubrir la verdad. Aquí es donde comienza la historia de Yakuza: Like a Dragon.
Un nuevo comienzo
Salvo casos muy puntuales, como la parte de Goro Majima en Yakuza Zero, la franquicia Yakuza se ha centrado en el ascenso y vida del dragón de Dojima: Kazuma Kiryu. Esto hacía casi imposible separar Yakuza y Kazuma. Afortunadamente, el estudio Ryū ga Gotoku encontró la forma de continuar la saga adentrándose en nuevas temáticas y mecánicas, pero sin perder el espíritu del juego.
Para ello han decidido cambiar de personaje y centrarse en el alocado Ichiban Kasuga y su grupo de amigos. Además, aprovechando el cambio, el estudio decidió abandonar el clásico sistema de beat them up para adentrarse en el tradicional, pero bastante entretenido, sistema de RPG similar a juegos como Bravely Default o Dragon Quest. Además el juego se encuentra disponible con voces en inglés o japonés y subtítulos en castellano.
El dragón de Yokohama
Argumentalmente Yakuza: Like a Dragon sigue la estela de telenovela que tan bien le ha funcionado a la saga. Un argumento simple en apariencia que poco a poco se va complicando con cientos de giros de guión. En este caso, el juego sigue la vida del yakuza novato Ichiban Kasuga. Poco después de empezar el juego, Kasuga acepta pasar 15 años en prisión para ayudar al jefe de su clan.
Desgraciadamente, al salir de prisión en vez de un recibimiento por todo lo alto, Ichiban acaba siendo ignorado y obligado a vivir con los indigentes. A partir de entonces nuestro protagonista vivirá cientos de aventuras para esclarecer la verdad y hacer lo que sea correcto.Y aunque esta historia guarda paralelismos con el primer Yakuza (también conocido como Yakuza Kiwami en su remaster), la personalidad de ambos protagonistas no podría ser más diferente.
Kazuma es el claro ejemplo de lo que tiene que ser un yakuza. Estoico, fuerte y leal. Incluso en el mejor de los casos, nunca acaba apoyándose en sus amigos o aliados del todo y apenas muestra emociones. En cambio Ichiban, está constantemente ayudando y apoyándose en sus amigos y hablando con ellos. Es un desastre como persona y un poco tonto (o inocente depende de como se mire). Y aún así, ambos personajes son fieles a sus principios hasta el final.
De hecho, el contraste de la personalidad en la historia principal y las historias secundarias o minijuegos es menor que con Kazuma. Ichiban no oculta su personalidad más jovial en momentos íntimos, como en el karaoke, sino que es un bufón a tiempo completo. Y aunque este cambio puede no gustar a algunos jugadores, en general siempre es positivo un personaje un poco idiota como protagonista.
Los inadaptados de Yokohama
Por supuesto, Ichiban no está solo en sus aventuras y para la ocasión le acompaña un grupo muy pintoresco de personajes. Aparte de Ichiban, el grupo se compone del ex-enfermero y mendigo Yu Nanba, el policía retirado Koichi Adachi y la escort Saeko Mukoda.
Y estos compañeros no están solo para complementar la historia de Ichiban. Cada uno de ellos tiene su propia vida y motivación durante la historia. El juego transmite a la perfección la historia de un grupo de amigos viviendo una aventura.
Los personajes hacen gamberradas, se gritan, celebran juntos… Yakuza: Like a Dragon es más que Ichiban. El juego no solo va de las grandes conspiraciones que acechan a Yokohama, sino de un grupo de amigos intentando disfrutar de la vida. Para ello el juego ofrece varias opciones para entablar conversaciones con cada miembro del grupo
Para empezar durante la partida, en diferentes sitios del mapa el juego activará una conversación entre varios miembros del equipo relacionada con algo del entorno (una tienda, una persona…). También el juego ofrecerá mini conversaciones cuando el grupo esté comiendo en un restaurante.
Por último, avanzada la historia, el juego ofrece la opción de entablar conversaciones en un bar con cada miembro del equipo. En estas conversaciones el jugador podrá elegir entre varias respuestas, que subirán las características del jugador, y conocer un poco más sobre el trasfondo de los personajes. Estas historias van desde una botella de whisky hasta el pasado de Koichi.
Un rpg como los de antaño
Yakuza: Like a Dragon prescinde del tradicional modo de beat them up de la saga para adentrarse en un sistema tradicional de RPG de combate por turnos. Usando el clásico menú de ataque, habilidades, guardia y objetos, el jugador elige la acción de un personaje antes de pasar al siguiente.
El orden de la ronda va en función de la iniciativa de cada personaje, de forma que suelen alternarse los ataques de diferentes enemigos y de los personajes. Cada personaje tiene una vida y una barra de puntos de magia que usará para sus diferentes habilidades. Estas harán diferentes acciones y daño, dependiendo del número de puntos de magia que cueste. Además estas acciones se pueden mejorar al ejecutarlas mediante un sencillo sistema de quick time events. Los jugadores también pueden ejecutar habilidades especiales de grupo que varían según los atributos de Ichiban.
Además, cada personaje tiene equipamiento que le confiere mejoras en sus habilidades e infiere estados a sus ataques. Este equipamiento puede comprarse en diferentes tiendas o fabricarse mediante piezas que suelten los diferentes enemigos.
Aparte del ataque básico y las habilidades cada personaje puede usar objetos en la batalla. Los objetos sirven para curar la vida de cada personaje, subir los puntos de magia o curar uno de los estados generados por los diferentes ataques. Estos estados, que también pueden ser generados por diferentes ataques, van desde envenenar, sangrar, dormir…
Ichiban también puede invocar a un poderoso aliado si las condiciones son las adecuadas (si es de día o de noche, si tiene dinero para hacerlo…). Estos personajes se desbloquean a medida que se avanza la historia principal o las secundarias.
Como ya hemos mencionado anteriormente, Ichiban posee una serie de atributos a su personaje. Además de modificar ciertas habilidades durante el combate, el nivel de estos atributos le permite desbloquear nuevas misiones secundarias o realizar ciertas acciones. Estos atributos se pueden subir mediante objetos, conversaciones con personajes o realizando exámenes de formación profesional con preguntas de diversa índole.
Todo este sistema tradicional se complementa con un simple pero efectivo sistema de profesiones, similar al Bravely Default. Cada personaje puede desbloquear una profesión y subir niveles en esta para aprender nuevas habilidades. Estas profesiones además pueden complementarse con las de otros personajes. Por ejemplo, si varios personajes son músicos sus habilidades serán más fuertes.
Desgraciadamente no todo es perfecto y hay algunos pequeños problemas. El juego es bastante sencillo, pero en el tercio final pega tal subida de dificultad que el jugador se ve obligado a matar enemigos durante horas para poder alcanzar el nivel adecuado para continuar.
Las mazmorras, en general, son bastante sosas y sencillas. Y aunque el elenco de los enemigos es bastante amplio e imaginativo, incluyendo un guiño al Pokédex de la saga Pokémon, el juego puede llegar acabar haciéndose algo monótono.
De igual forma el sistema de trabajo es interesante pero le falta profundidad. Comparado con Bravely Default 2 y sus 24 profesiones, las 4 o 5 por personaje se quedan escasas. Y aunque tienen habilidades diferentes, el jugador acabará encontrando que no merece la pena cambiar de profesión en la mayor parte de casos.
Por último, el mapeado obliga al jugador a tener encuentros casi de forma constante. Y aunque estos se pueden evitar a veces, acaban resultando una lacra. Además al ser combate en mundo abierto los personajes lanzan objetos del entorno, como sillas o bicicletas, contra los enemigos. Pero como el jugador no tiene control sobre la posición de los personajes esto suele acabar saliendo mal. De igual forma algunas habilidades sufren de igual forma al depender de la posición de los enemigos respecto al personaje.
Aún con estos fallos, el sistema de juego en general es bastante robusto y entretenido. Los enemigos son muy variados, el combate es bastante ágil y tiene la profundidad necesaria para la saga Yakuza.
A tortas en la oficina de empleo
Aunque a primera vista pueda parecer extraño la sustitución del beat them up por un sistema de RPG, Yakuza: Like a Dragon usa esta mecánica para contar parte de la historia. Parte de la narrativa es que Ichiban se ve a sí mismo el héroe de un RPG clásico, o como dice él el protagonista de un Dragon Quest.
Cada parte del juego está adaptada al RPG y resulta perfectamente coherente. Ya no se suben puntos de experiencia, sino experiencia laboral en diferentes profesiones. La oficina de empleo hace las veces de gremio de un mundo fantasía, el móvil sirve para invocar a aliados, y un mendigo o tienda de empeños se convierten en una tienda de objetos.
Además, los personajes se transforman en la mente de Ichiban convirtiéndose en poderosos, y bizarros, antagonistas. Cada parte del juego está cuidada para ayudarnos a entrar en la imaginativa mente del protagonista.
Un viejo nuevo Japón
Durante las casi 70 horas de juego que ofrece Yakuza: Like a Dragon, el jugador asistirá a una de las mejores historias de la saga llena de los tradicionales giros de guión y épicas situaciones dignas de las mejores aventuras.
Como en otros juegos de la saga el juego se centra fundamentalmente en un barrio de Japón. En esta ocasión la mayor parte de la acción pasa del tradicional barrio de Kamurocho al luminoso y concurrida ciudad de Yokohama.
Esta ciudad está repleta de misterios e historias que el jugador tendrá que explorar en cada esquina. Pues a diferencia de otros juegos de mundo abierto, esta saga incluye cientos de diferentes historias secundarias en cada palmo del juego. Además estas historias siguen la estela surrealista de anteriores juegos y van desde un vagabundo dando un regalo a un niño a salvar a una langosta de ser devorada.
Todo esto ocurre en una ciudad llena de vida, donde hay miles de sitios para comer, hablar con gente o realizar actividades. Estas actividades van desde el clásico karaoke de la saga, casinos o juego de golf a una copia de la saga Mario Kart.
Una versión excelente
Técnicamente el juego es impresionante con un mundo abierto sin cargas entre combates, o al entrar en tiendas. El juego es el último en la saga en usar el Dragon Engine (Yakuza Kiwami 2, Yakuza 6) y técnicamente se nota pudiendo alcanzar la versión de consolas de última generación a una resolución 4K sin muchos problemas.
El juego está disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC,. Las versiones de PlayStation 5 y Xbox Series X/S, además, incluyen la opción de resolución 4K a 30 FPS o una resolución de 1440p a 60 FPS.
La edición analizada en esta reseña es la de PlayStation 4. Durante el análisis no se apreció ninguna bajada de frames y apenas había tiempos de carga (más allá un par de segundos entre misiones).
Conclusiones
Yakuza: Like a Dragon no es ni un reemplazo ni una mejora sobre la saga original. Es una evolución de la misma. No solo sortea la alargada sombra del protagonista de la saga original gracias a un elenco carismático y lleno de química, sino que decide prescindir de un sistema de combate ya conocido para cambiar radicalmente de género.
Este sistema de combates, si bien no es ninguna revolución en el género y tiene algunos pequeños problemas, su integración con la historia y sencillez suplen con creces cualquier problema que pudiera tener.
Y aunque quizá algunos de los cambios que propone no sean del agrado de todos los jugadores, en conjunto es una gran obra que intenta revolucionar una veterana franquicia con ideas nuevas y consigue situarse entre los mejores títulos de la saga. Sin duda uno de los mejores juegos del año que ningún jugador debería dejar escapar.
Lo mejor:
- La integración del sistema de combate con la historia.
- La traducción al castellano.
- El grupo de personajes principales del videojuego.
Lo peor:
- El sistema de trabajos y las mazmorras son bastante simples.
- Los picos de dificultad durante la historia.
- Obligar a repetir combates para conseguir experiencia.
Yakuza: Like a Dragon
Plataforma/s: PC, PlayStation 4, Playstation 5, Xbox One, Xbox Series
Desarrollo: Ryu ga Gotoku Studio
Jugadores: Offline
Audio/Textos: Audio en Inglés y Japonés / Textos en castellano
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