Después de Slam Dunk, cogió un año sabático para probar con otros géneros. Salió la oportunidad de preparar algo sobre Miyamoto Musashi y así creó Vagabond. Para ello, se ha inspirado en los libros de Eiji Yoshikawa y el resultado final acabo siendo muy diferente a los bocetos que concibió antes de publicar la obra, ya que el personaje crece por sí mismo durante el proceso de creación.
Inoue se siente facinado por Gaudí. En 1992 era la primera vez que visitó Barcelona y se quedó impresionado con la ciudad, sobre todo por la comodidad de vivir allí. En 2011 observó las obras de Gaudí y le llamó la atención la forma en la que trata la naturaleza y plasmarla en sus obras.
Respecto a Real, señaló que no se basaba en una experiencia personal pero había entrevistado a varias personas discapacitadas forzadas a usar sillas de ruedas y había participado en una concentración de jugadores en sillas de ruedas. Él mismo probó el deporte con la silla y comprendió mejor cómo era jugar de esta forma. Adicionalmente, la gente que había entrevistado, se convirtió en su círculo de amigos.
Sobre su metodología de trabajo, hay que destacar que emplea a cuatro asistentes. Él crea la historia, los personajes y los borradores de los paisajes en los que se deben fijar sus ayudantes. Trabaja a todo gas los tres últimos días antes de la entrega, apenas duerme una hora. Acepta que este ritmo de vida probablemente no sea muy saludable.
De joven había jugado al baloncesto y estuvo en un equipo del instituto, ejercía de capitán, mas el equipo resultó ser flojo y nunca ganaron un torneo. Con la publicación de Slam Dunk pretendía sobrevivir en el duro mercado del cómic nipón pero al final acabó convirtiéndose en un fenómeno mundialmente conocido. Quiso dar gracias a la multitud que fue a verle al encuentro por hacer posible que la obra se tornase tan popular.
En cuanto a Vagabond, destaca su realismo. Antes de convertirse en mangaka, había trabajado para un estudio de Tsukasa Hojo, autor de City Hunter. Durante 6 años practicaba kendo en la escuela primaria y ello podría haber resultado útil para la elaboración de la serie, pero nunca había tocado ni una katana. Además, aunque la historia de Musashi esté basada en hechos reales, apenas queda documentación sobre su vida. Desveló no saber si Kojiro era sordomudo, creó un personaje con esa discapacidad. Así obtuvo un personaje original y podía aplicar elementos nuevos al argumento.
Confiesa que le encanta el mundo de Slam Dunk y quedó muy satisfecho con el resultado final. Aún así, cree que le gustaría realizar una segunda parte para la obra con el fin de ampliar su mundo. Pero no puede confirmar que lo haga, ya que debe sentirse inspirado. Respecto a los pesonajes, cree que incorpora una pieza de él mismo en cada uno de ellos, pero es difícil definir con cuáles se identifica.
Respecto a los ritmos de trabajo, dijo que el argumento de Slam Dunk narra solo 4 meses pero tardó como 6 años en realizarlo. Eso es debido a que exigía un trabajo muy lento y minucioso: un partido podía suponer un año de ilustración y 10 segundos una semana. Mientras tanto, Vagabond posee un ritmo más rápido mas cuenta con más pausas en el argumento. Además, incorpora elementos filosóficos de los que carece un shonen.
Respecto a proyectos futuros después de acabar Vagabond, dijo que no podía afirmar nada, ya que no estaba decidido. No sabía si dedicar más tiempo a Real o empezar alguna obra nueva.
EN cuanto a su arte visual, confesó que lo que más le cuesta dibujar son las plantas y lo que más disfruta pintando son las caras. Su inspiración viene del mundo real que percibe a través de sus ojos. Nunca ha llegado a frustrarse porque no le salía un dibujo como quisiera pero si se pone nostálgico al pensar en historias emotivas.
Enlaces de interés:
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