El estudio japonés White Fox (Akame ga Kill!, Gochūmon wa Usagi Desu ka?, Re: Zero Kara Hajimeru Isekai Seikatsu) presenta su nuevo proyecto animado: Sōshin Shōjo Matoi (Matoi: The Sacred Slayer). Este título se estrenará en Japón el próximo otoño y es el primer proyecto completamente original de este estudio de animación.
Para esta su primera aventura como creadora de contenido White Fox ha reunido un equipo con el director Masayuki Sakoi (Sora no Method, Princess Resurrection) a la cabeza. Yousuke Kuroda (My Hero Academia, Mobile Suit Gundam 00, Big Windup!) se encarga de escribir los scripts, mientras que Mai Toda (director de animación en Baby Steps, One-Punch Man) se encarga de la dirección de la animación y del diseño de personajes. La dirección artística es trabajo de Yoshito Takamine y Kazumasa Someya el director de fotografía. Tatsuya Katou (Love Live! Sunshine!!, Sora no Method) compondrá la música del anime y Lantis será la productora musical. El grupo de actrices de voz Sphere (Minako Kotobuki, Ayahi Takagaki, Haruka Tomatsu y Aki Toyosaki) interpretarán el tema de cierre del anime.
Ayaka Suwa como Matoi Sumeragi, una estudiante de 14 años de edad de segundo año de secundaria que trabaja a tiempo parcial en el santuario Tenman como sacerdotisa. Después de que su madre desapareciera, vivió durante mucho tiempo junto con sus abuelos paternos, pero en la actualidad vive con su padre, Shingo. Ella se encarga de todas las tareas domésticas de la casa, gracias a ello ha madurado más de lo que corresponde a su edad. Ella sueña con ser capaz de vivir con sus dos padres y vivir una vida normal, pero un día un espíritu de un dios es atraído hacia ella, ella puede realizar la «transferencia», y tiene sus manos llenas de exorcismos.
Naomi Ōzora como Yuma Kusanagi, una estudiante de secundaria de primer año de secundaria de 13 años. Ella es candidata para ser la próxima sacerdotisa del santuario de Tenman. Ella es una niña ingenua y llena de energía que no mirar atrás cuando salta. Ella anhela convertirse en una exorcista del santuario, una posición que su familia ha mantenido durante generaciones. Como resultado de llevar a cabo un divino tesoro, es la encargada de dar Matoi el poder de la «transferencia».
Haruka Tomatsu como Claris Tonitolus, es un miembro de 15 años de Fátima, los servicios secretos del Vaticano. Fátima existe fuera de los límites de la ley, su equipo se compone de exorcistas especiales. Claris estudió con un cura para aprender exorcismos, por la que se le conoce como uno de los niños Anti-Credo. Ella es enviada a Japón y se encuentra con Matoi y Yuma.
Es 2016. Matoi Sumeragi, una estudiante de secundaria de segundo año trabaja a tiempo parcial como una sacerdotisa en el santuario Tenman en la ciudad de Kamaya. Desde que fue separada de su madre durante su infancia, Matoi fue confiada a sus abuelos por su padre, pero hace tres meses, por fin empezó a vivir con su padre Shingo. Sólo desea tener una vida pacífica y normal.
Su amiga y compañera de trabajo a tiempo parcial Yuma Kusanagi es parte de la familia del sumo sacerdote del santuario y a la vez es candidata a ser el sucesor del santuario. Durante generaciones, su familia ha realizado exorcismos de espíritus malignos. Ella invita a Matoi a una de estas ceremonias de exorcismo, una denominada «posesión divina».
Un día, Matoi y Yuma caminan de vuelta de la escuela hacia el santurario como de costumbre, pero cuando llegan se encuentran el santuario destruido y a los padres de Yuma llenos de heridas. El padre de Matoi, un detective de la policía, pone en marcha una investigación y se encuentra con un hombre herido: su único testigo. Cuando el custodia a ese hombre, Yuma comienza el ritual de «posesión divina». Algo extraño sucede, no con Yuma, pero si con Matoi. Matoi Sumeragi, que sólo había querido llevar una vida normal y pacífica, toma el papel de un dios tomando así el poder de ahuyentar a los espíritus malignos. Para recuperar su vida cotidiana, Matoi debe llevar a cabo exorcismos.
Fuente: ANN
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