También añadió que “la trama de esta película de ciencia ficción transcurrirá en New Manhattan y girará entorno al lider de una banda de moteros que quiere salvar a su amigo, tras descubrirse el potencial destructivo que posee este mediante habilidades psicoquinéticas debidas a experimientos que el gobierno efectuó en él”. Sobre el ya repetitivo tema de quien interpretará el papel protagonista, suena ahora Garrett Hedlund, conocido por Tron Legacy.
Variety ya dió a conocer durante el pasado mes de Julio que el director español Jaume Collet-Serra sería el encargado de dirigir la película. Anteriormente, en mayo, el antiguo director al cargo, Albert Hughes, abandonó el proyecto por sus «diferencias creativas» con la película.
El equipo de desarrollo con el productor Andrew Lazar, contrató el año pasado al escritor Albert Torres, que se unió al equipo de guionistas ya contratado compuesto por Gary Whitta, Mark Fergus y Hawk Ostby. Cuando se anunció el proyecto en el año 2008, este iba a ser el debut como director del irlandés Ruairi Robinson, con la producción de la compañía Appian Way, que pertenece al actor Leonardo DiCaprio.
Akira es un manga escrito y dibujado por Katsuhiro Otomo entre 1982 y 1993. En 1988 (cuando el manga estaba aún inconcluso) se realizó una adaptación al anime en forma de película. El éxito fue tal que esta obra contribuyó en enorme medida a la difusión de la cultura del manga y el anime por todo el mundo. En los años 90 ya hubo un primer intento de adaptar esta obra con actores aunque finalmente el proyecto no se llevó a cabo.
La obra nos sitúa en un mundo al borde de la destrucción absoluta. La tecnología avanzada fue la causa de una terrible explosión que desencadenó una guerra nuclear y devastó las grandes ciudades del planeta. Treinta años después, sobre las ruinas de Tokio ,se alza la megalópolis de Neo-Tokio, una ciudad opresiva e inhumana cargada de problemas como el desempleo, la violencia, la droga y el terrorismo. Las sectas religiosas y los grupos extremistas, aprovechándose de la insatisfacción de los ciudadanos, cultivan el mito de AKIRA, un «niño cobaya» depositario de la «energía absoluta» cuya resurrección significaría para Japón el amanecer de una nueva era.
Fuente: ANN
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