
Desde que Cloud, Barret y Tifa iniciaran sus aventuras allá por 1997, el universo alrededor de Final Fantasy VII se ha expandido hasta niveles insospechados, convirtiéndose en una de las marcas más relevantes de la industria del videojuego japonés. Videojuegos, películas y libros han ido completando y expandiendo un universo original que, lejos de ser incompleto, dejó con ganas de más a muchos seguidores de la séptima entrega de la saga.
Actualmente, este universo ha vuelto a la vida, dejando tras su retorno, desde mi punto de vista, una de las reimaginaciones más inolvidables que se han hecho nunca. Pero, llegados a este punto y tras las últimas noticias que unas líneas más abajo están expuestas… ¿Es necesaria tanta explotación?
La expansión de un mito entre aciertos y errores
Primero de todo, poco se puede decir de Final Fantasy VII que no se haya dicho ya. El videojuego que revolucionó una saga mítica, el título que supuso el explotar en occidente del género JRPG y una de las aventuras más recordadas de los videojuegos, sea porque fueras fiel seguidor de la saga o un detractor que eligió en su momento una Nintendo 64. Es innegable que la entrega supuso un antes y un después en muchos aspectos. Pero el que toca tratar en esta reflexión es la expansión que, a posteriori, tuvo esta fantasía final dirigida por el gran Yoshinori Kitase.
Años más tarde del lanzamiento del videojuego, en el lejano 2004, el juego Before Crisis: Final Fantasy VII dió el pistoletazo de salida a lo que se acabaría llamando Compilation of Final Fantasy VII. Esta entrega, situada cronológicamente antes de la historia original, contaba las aventuras de los Turcos, la división de espionaje de Shinra. Teniendo en cuenta la tecnología móvil de la época, esta entrega era muy meritoria, aunque al ser exclusiva de Japón, no tuvo tanto impacto como otros productos de esta compilación.
Un año después del título para móviles, en 2005, llegó el largometraje Final Fantasy VII: Advent Children. En este caso, la película trataba los sucesos posteriores a Final Fantasy VII, presentando una historia original con muchos guiños y elementos dispuestos deliberadamente para evocar a la nostalgia. Junto al filme, el mismo año llegó el OVA titulado Last Order: Final Fantasy VII, precuela directa del título original y que expandía de forma muy notable cómo llegó Cloud a Midgar para unirse con Barret y Tifa.
Ambos productos eran correctos, siendo a mi parecer Last Order más interesante que la película, la cual ofrecía un apartado visual impresionante, pero palidecía en el argumento, que no le llegaba ni a las suelas a la historia ideada por Squaresoft. Tanto fue el descontento que, en 2009, tuvo una edición completa que añadía nuevo metraje desarrollando y conectando la historia con varios productos de la compilación.
Además, para completar parte del argumento entre Final Fantasy VII y Advent Children, Square Enix publicó el compendio de novelas On the Way to a Smile, recopilando varias historias de los personajes protagonistas de la película.
Volviendo de nuevo a los videojuegos, en 2006 llegó a PlayStation 2 el título Dirge of Cerberus: Final Fantasy VII, entrega que contaba una historia situada un año después de los sucesos de Advent Children. En esta ocasión, el icónico personaje Vincent Valentine tenía que hacer frente a la organización Deepground en un infierno de balas en mi opinión desacertado. Este juego del género Third Person Shooter, además de contar con una trama demasiado enrevesada, ofrecía una jugabilidad caótica y algo repetitiva.
Finalmente, en 2007 llegaría Crisis Core: Final Fantasy VII para PlayStation Portable. Esta vez, Square Enix ofreció a los aficionados un título excelente, protagonizado por el querido Zack Fair y que acabó convirtiéndose en una precuela de lujo de un título legendario. Gracias a una jugabilidad dinámica, unos personajes emblemáticos y un argumento sólido que conectaba de forma magistral con la historia original, el juego fue laureado por los fans y a mi parecer es, de lejos, la mejor entrega de esta compilación.
Multitud de productos han expandido, con mayor o menor acierto, un universo mítico nacido de una aventura única. La extensa compilación de Final Fantasy VII parecía que había llegado a su fin. Pero en 2015, con un teaser que zarandeó a toda la industria del videojuego, Square Enix anunció la vuelta del mito: Final Fantasy VII Remake estaba en desarrollo.
Una vuelta excelente con promesas desilusionantes
El pasado 2020, Final Fantasy VII Remake supuso una nueva dimensión en el universo creado a raíz de la séptima entrega de la saga. Lo que al principio parecía una vuelta tradicional de las aventuras de Cloud se acabó convirtiendo en una nueva expansión, o más bien reimaginación, de la historia original y que sin mucho ruido avivó la llama de la congelada compilación anteriormente repasada.
Este Remake, a mi parecer, es una de las mejores reinvenciones que ha habido en la industria de los videojuegos, ofreciendo una reestructuración de lo sucedido en Final Fantasy VII y estableciendo las bases de lo que será un nuevo horizonte inédito para todos. Si bien es un buen juego para desconocidos de la franquicia, creo que es una entrega que tiene en cuenta aquellas personas que disfrutaron del juego original, y que lejos de catalogarse como la primera parte de una historia incompleta, es un juego redondo que no necesitaba más contenido… Aunque, por lo visto, Square Enix no está de acuerdo con mi opinión.
Las novedades recientes del universo Final Fantasy VII proponen diversos productos que expanden la historia original (¿os suena?) que llegarán próximamente. Por una parte se encuentran dos nuevos videojuegos para dispositivos móviles: Final Fantasy VII Ever Crisis y Final Fantasy VII: The First Soldier.
Final Fantasy VII: Ever Crisis será una experiencia que recopila la historia englobada en la compilación hasta ahora, repasando lo contado en productos como Crisis Core o Advent Children, además de lo ocurrido en el juego original de la primera PlayStation.
En cambio, Final Fantasy VII: The First Soldier será un juego de acción de estilo Battle Royale, en el cual tomaremos el control de un aspirante a soldado y lucharemos contra otros aspirantes con el objetivo de sobrevivir.
Además, una nueva versión mejorada de Final Fantasy VII Remake está en camino para PlayStation 5, adaptando el título a la nueva consola de Sony. Esta nueva versión también aportará su granito de arena a la expansión de este universo, ya que contará con un capítulo exclusivo protagonizado por Yuffie Kisaragi.
La compilación de Final Fantasy VII vuelve a expandirse de nuevo y por lo visto en los nuevos anuncios, parece que esta vez va a costar más encontrar alguno que realmente valga la pena. Desde mi punto de vista, quizás Ever Crisis puede ofrecer una experiencia entrañable, pero aún así trae consigo más sombras que luces, al igual que las otras dos novedades anunciadas.
La exclusividad incomprensible del capítulo de Yuffie en PlayStation 5 ha encendido la mecha de muchos seguidores que, habiendo jugado el Remake en PlayStation 4, querían disfrutar de este capítulo sin tener que adquirir la nueva consola de Sony. Porque la supuesta segunda parte de Final Fantasy VII Remake es totalmente entendible que sea exclusiva de la actual generación, pero este capítulo muestra resquicios de que podría haberse adaptado a la anterior generación, al igual que el juego del cual se origina.
Y con respecto a The First Soldier, sinceramente lo veo una perversión del nombre Final Fantasy VII. Obviamente, no puedo opinar de la calidad del título, ya que aún no ha salido al mercado, pero las sensaciones que deja tras su tráiler son las de un producto fruto de las tendencias del momento, que más que aportar algo interesante, genera incertidumbre en el futuro de la compilación.
Un nuevo horizonte con un futuro incierto
Final Fantasy VII Remake marcó unas pautas de lo que podría venir a continuación para el universo expandido de la historia original. Lo que parecían unas intenciones realmente ilusionantes han sido ensombrecidas por unos anuncios poco prometedores. Aunque lo propuesto en la reimaginación del título original es tan potente que mantiene viva la llama del optimismo.
Sin entrar en revelaciones concretas de lo visto en el Remake, creo que los siguientes títulos que continúen ese legado van a mostrar algo totalmente diferente a lo que todos los que disfrutamos de la entrega original hemos conocido. Entre tanto anuncio desalentador, me quedo con la vuelta inesperada de la compilación.
En Final Fantasy VII Remake yo veo el comienzo, el pistoletazo de salida a una serie de entregas que no van funcionar como segundas o terceras partes de una historia, sino que van a ofrecer propuestas únicas y concluyentes, como lo fue la entrega para PlayStation 4.
Quizás en la Compilación de Final Fantasy VII no todo sean aciertos, pero propuestas como Crisis Core merecen ser recordadas y eso es una gran noticia. Si Square Enix pretende nutrir de nuevo este compendio de productos basados en este mítico universo, es posible volver a ver algo de la misma categoría que el juego protagonizado por Zack.
Al igual que cuando Barret Wallace ve en un montón de escombros el cable dorado de la esperanza, creo que los seguidores de este universo debemos ver el lado positivo ante los nuevos anuncios, y sobrepasar las decepciones, con la ilusión de volver a ver brillar esta maravillosa historia que cambió el mundo de los videojuegos.
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