El turista aprovechó las vacaciones navideñas para visitar la ciudad de Tokio. Iba con la idea de visitar los lugares más emblemáticos como Akihabara, Shibuya o el parque de Ueno entre otros. Sin embargo, nada más llegar al hotel con la intención de “aligerar el equipaje” se encontró con un váter de última tecnología, conocido como washlet. Desde entonces, se pasó sus 10 días de estancia en el váter.
“¿Quién quería ver los luminosos barrios de Japón, llenos de tecnología e innovación, si en el váter de mi habitación lo tenía todo?” Además, cada día programaba un espectáculo diferente. “Chorros verticales, en espiral, todos acompañados de un sinfín de colores diferentes.” Solo salía del servicio para ir a un váter público. “No podía hacer mis necesidades sobre semejante obra de arte”.
Sin embargo, volvió hace dos días orgulloso con sus fotos y vídeos de sus espectáculos de agua y luces, ante la sorpresa de su familia. “No me importan las críticas, muchos artistas somos unos incomprendidos”. No obstante, ya está pensando en importar uno de los populares váteres para crear un espectáculo itinerante por Europa. “Se llamará “Mi vecino Inodoro” y voy a plasmar todo lo aprendido durante tanto tiempo en el váter”. El espectáculo está previsto para 2016 y girará por toda Europa, aunque se desconoce si llegará a España.
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