La inspiración de esta idea surge de los famosos acuarios japoneses, aunque también se pudo ver anteriormente en alguna exposición cultural de países como Francia. Esta vez en Japón, se está haciendo lo mismo con cada una de las cabinas poco a poco, con la intención de que permanezcan así permanentemente. Estos recintos telefónicos, fueron modificados para eliminar ranuras que permitiesen la salida de agua y los dotaron de un sistema de ventilación para que los peces puedan vivir dentro.
Por lo demás, la cabina conserva todos sus atributos, teléfono incluido, pero los únicos que podrán entrar ahora en ellas son los peces de colores koi, asociados en la cultura japonesa con la buena suerte y la felicidad.
Fuente: Yorokobu
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