El pasado 3 de noviembre se inauguraba en el distrito de Shibuya, Tokio, un pequeño puesto de taiyaki. Shibuya es famosa por la gran afluencia de jóvenes que a diario se dirigen allí para pasar el rato y calmar su vena consumista en las numerosas tiendas situadas alrededor de los pasos de peatones Hachiko. En su camino de regreso, estos jóvenes y varios asalariados deciden posponer su marcha hacia sus dulces hogares para hacer cola frente a esta pequeña tienda llamada “The Taiyaki”, donde cerca de 1.000 personas acuden a diario para tomarse su pastel en forma de pescado.
En el menú de esta tienda se ofrecen seis tipos de “pescado”. Al tradicional taiyaki, relleno de pasta de judías azuki a unos 180 yenes (1,40 €), le siguen el de plátano y chocolate y el de manzana con canela a 200 yenes la unidad (1,50 €). Por 260 yenes (2 €) puede encontrarse el taiyaki “A la Italiana” con relleno de tomate y queso, y por 240 yenes (1,85 €) tenemos la “Patata Alemana” con relleno de patatas y bacon, y la “Hamburguesa” con relleno, obviamente, de hamburguesa.
A menudo compro taiyaki, ya que es lo ideal para cuando te entra un poquito de hambre, comenta un joven de 20 años de edad mientras saborea uno de plátano y chocolate. Esta es la primera vez que pruebo uno, afirma otro joven de 21 años con un taiyaki “A la Italiana” en sus manos, quien asegura que lo eligió por su apetitosa apariencia.
HotLand Corporation, con sede en Kiryu, en la prefectura de Gunma, es la propietaria de este nuevo local que se ha puesto de moda en Shibuya. The Taiyaki es el tercero de un total de tres puestos de taiyaki abiertos en el país. El primer local abierto por HotLand Corp. fue inaugurado en Hong Kong el pasado septiembre, y la empresa tiene la intención de abrir otros tantos por Tokio.
El taiyaki blanco, cuya receta fue inventada en la prefectura de Fukuoka, también se ha hecho recientemente muy popular. Su color proviene del polvo de tapioca en la pasta, y el pez resultante tiene una textura ligeramente correosa. La compañía Onagaya, con sede en Omuta, en la prefectura de Fukuoka, comenzó a vender estos blancos pasteles en diciembre del 2007, alcanzando a día de hoy 195 puestos de venta instalados a lo largo de todo el país nipón. Esta empresa recibe a diario nuevas consultas de clientes interesados en abrir su propio local con el patrocinio de la cadena Onagaya.
Muchos de los que se adentran en el negocio de la venta de taiyaki proceden de entornos no relacionados con la alimentación. Se ha llegado a ver cómo vendedores de artículos de papelería y vendedores de automóviles dejar su trabajo para tener un puesto propio dedicado a la venta de taiyaki. Según un ejecutivo de Onagaya, es relativamente fácil prosperar en este negocio tan de moda en estos días, ya que la inversión inicial es relativamente baja, necesitando tan sólo de un espacio de 10 a 13 metros cuadrados para hornear y vender los pasteles. También asegura que el horneado de los taiyaki resulta muy sencillo, tan sólo hace falta dedicarle de manera intensiva tres días para saber cuando están en su punto.
Morikazu Kanbe, de 86 años de edad, es el propietario de Naniwaya Sohonten, una tienda de taiyaki abierta desde 1909. Él comenta que los taiyaki siempre están de moda cuando se entra en recesión económica. Se dice que su abuelo fue el inventor de este aperitivo, y que en el propio Kanbe se basaron a la hora de componer la popular canción de los 70 Oyoge! Taiyaki-kun (¡Nada! Taiyaki), que no es sino una sátira a la sociedad moderna.
El tai (dorada) fue en su día un pez caro, lo que dio lugar a la expresión -el tai es bueno, aunque éste se estropee- explica Kanbe. Por muy pobres que fuesemos cuando en nuestras manos caía un buen taiyaki que llevarnos a la boca, nos sentíamos como si amasáramos una gran fortuna.
Naniwaya vendió gran cantidad de taiyaki tras el Gran Terremoto de Kanto sucedido en 1923. En 1937 ya había habierto cerca de 150 franquicias en Tokio. Los taiyaki también fueron una merienda popular tras la Guerra del Pacífico y durante la crisis del petróleo en la década de los 70, los cuales provocaron un estancamiento económico en todo el país.
Desde su invención, cualquiera que tuviera a mano harina, judías azuki y azúcar ha podido hacer taiyaki. Los puestos que se dedican al horneado y venta de estos dulces han sido siempre muy populares durante las recesiones económicas, entre los que buscan empleo y entre los que tan sólo desean unos ahorros para poder vivir mínimamente bien.
Fuente: Mainichi Shimbun
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