Según comenta, entre varios aspectos, es bastante llamativo los stands reciclados o bastante austeros de grandes firmas como los de las cadenas de televisión de Yomiuri TV o TV Asashi. Otros en cambio mantienen grandes despliegues, como Bandai, aunque con importantes recortes en la decoración en comparación con años anteriores donde podían verse grandes estatuas. Paradójicamente, algunas pequeñas empresas son las que más esfuerzos han hecho en esta feria. Según se dice, en tiempos de crisis, es cuando los emprendedores arriesgan más.
Parece que la crisis está golpeando fuertemente en el mercado del anime en Japón, ya no sólo por crisis económica en sí, sino también por la piratería del anime fuera de Japón, antaño una gran fuente de ingresos a través de los royalities por la edición y emisión de anime en occidente. Todo apunta a que estamos ante el principio del cambio en la industria del anime, hacia una transformación irremediable de la industria o, un estancamiento realmente preocupante. ¿Qué opináis vosotros?
Fuente: Mangaland
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