
¡Sugar Sugar Rune! ¡ChocoRune! ¡Tu corazón me lo quedo yo!. Así es el hechizo que recita nuestra protagonista Chocola para conseguir corazones del mundo humano, elementos esenciales para poder coronarse Reina en su propio Mundo Mágico, donde hay lluvias de caramelos, se puede volar y los animales hablan. Y es que, si hay algo que llame más la atención que una Magical Girl, es una aspirante a bruja que vive rodeada de estimulantes conjuros y adorables trucos de magia.
El manganime está repleto de icónicas brujas y conocemos muchas de obras repletas de conjuros y aventuras, como Nicky, la aprendiz de bruja (1989), Ojamajo DoREMi (1999), Witch Hunter Robin (2002), Escuela de Brujas (1999), Ultra Maniac (2002), Atelier of Witch Hat (2016) o Little Witch Academia (2017). No obstante, las brujas adolescentes de Moyoco Anno pasaron un poco desapercibidas por España, y eso que protagonizan una trama de lo más peculiar, interesante y adictiva. Ahora que la autora vuelve a estar en boca de todos, es el mejor momento para elogiar las virtudes de este shojo tan mágico.

© 2004 Moyoco Anno
Mejores amigas, brujas y candidatas a Reina
Sugar Sugar Rune está protagonizado por Chocola Meilleur y Vanilla Mieux, quienes son mejores amigas y tienen la particularidad de ser brujas. Ambas han sido elegidas para competir para ser la próxima Reina del Mundo Mágico y para ello, deben descender al mundo humano e instruirse. La prueba parece de lo más sencilla: deben robar los corazones a rebosar de sentimientos de los chicos humanos, pues cuanta más energía acumulen, más poderosos y variados podrán ser sus hechizos. Las dos muchachas empiezan la travesía educativa con muchas dudas, pues para conseguir esos corazones, antes han de acaramelar a los jóvenes que conozcan para crearles todo tipo de emociones, y no es que precisamente tengan unos caracteres afines para la labor: Vanilla es tremendamente tímida y Chocola, demasiado extrovertida. Si no tuvieran suficientes problemas, Chocola parece sentirse atraída por un joven misterioso llamado Pierre, algo que la inquieta, pues está prohibido enamorarse de un humano; Vanilla, por su parte, empieza a ceder a la presión y a compararse constantemente con Chocola… y los corazones, de la misma manera que pueden albergar sentimientos preciosos y rosados, también pueden rezumar miedo, envidia y negrura.
Sugar Sugar Rune inició su travesía en la revista Nakayoshi, de la editorial Kodansha, en agosto de 2004, y finalizó en abril de 2007, recopilándose en un total de 8 tomos. Este shojo creado por Moyoco Anno ganó la 29ª edición del Kodansha Manga Award de la editorial Kodansha. Dicho manga contó posteriormente con una adaptación animada, producida por Studio Pierrot, que tuvo un total de 51 episodios que se emitieron en TV Tokio entre 2005 y 2006. Cabe destacar que el anime difiere bastante del manga, cambiando las relaciones entre algunos personajes, además de ofrecer un final distinto al que ofreció la mangaka.
En España hemos disfrutado del manga de la mano de la extinta Glénat, si bien nunca llegó su adaptación al anime.

© 2004 Moyoco Anno
Varitas, magia y pubertad
¿Qué podemos esperar de Sugar Sugar Rune? De entrada, nos topamos con un manga de aventuras y fantasía de corte shojo que ofrece todos los elementos para enganchar. Para empezar, tenemos a dos protagonistas entrañables pero opuestas, que pueden gustar de muchas maneras y hacer que las lectoras empaticen con ellas. Chocola es despampanante, atrevida y aguerrida, siempre lista para pasar a la acción; por otra, Vanilla, tímida e insegura, pero encantadora a su manera, que hace que le cojas cariño y le desees lo mejor. Ambas son mejores amigas y se apoyan entre ellas, y aunque las vemos tener sus contratiempos y encontronazos, valoran su relación por encima de todo, por lo que ofrecen fuertes valores sobre la confianza y la amistad.
Luego, encontramos otros ingredientes que amenizan mucho la lectura y que crean, en conjunto, una narrativa convincente y electrizante, como las pruebas que han de pasar para conseguir corazones, los misterios que resuelven para saber más del futuro puesto de la Reina y, por supuesto, el romance. Y es que, aunque te aseguran que las brujas no pueden enamorarse, pronto habrá un interés amoroso para Chocola que creará más de una situación peliaguda. A todo esto, le añadimos, por fin, un contexto mágico e ilimitado de conjuros, mundos por explorar y una fantasía desbordante que capta la pluma y mucho más. Así, Anno ofrece un conjunto completo, bien sazonado y amasado, aunque podría parecer que es otro producto más. Entonces, ¿qué más podemos destacar?
Sugar Sugar Rune ofrece dos puntos clave que la hacen muy atractiva, tanto para un público joven como para uno adulto, y es que, por una parte, nos ofrece un contexto mágico con una faceta oscura; por otra, la oportunidad de ver crecer a sus dos protagonistas y adentrarse en la pubertad y, por ende, en la cruda realidad.
Empezando por el Mundo Mágico, encontramos que no es oro todo lo que reluce, y la magia está languideciendo lentamente; las chicas pronto descubren a los enemigos de las brujas, y la necesidad de un nuevo Mundo repleto de color, pureza y belleza. Además, el entrenamiento de ambas no es tan sencillo como parece, pues viven supeditadas a los sentimientos humanos, pues a partir de sus corazones, consiguen el poder necesario para sus hechizos y encantamientos. Tanto Chocola como Vanilla creen que son pruebas fáciles, pero pronto descubren que los corazones son volubles, pueden cambiar rápidamente del amor a la envidia o al odio, amén que, una vez robados, esa persona olvida lo que sentía previamente por ellas.

© 2004 Moyoco Anno
A medida que avanzamos en la historia, ambas muchachas notan el peso de rodearse de personas que olvidan el vínculo que las une, un sentimiento que crece en sus respectivos pechos, y molesta. También encontramos varias escenas espeluznantes en las que han de enfrentarse a corazones negros, el color de la más pura envidia, o descubrir lo perjudiciales -o mortales- que son para las brujas. Y es que, tanto en nuestra realidad como en la suya, los celos pueden llevar a las personas a cometer todo tipo de atrocidades.
Por último, iniciamos Sugar Sugar Rune con las dos protagonistas siendo infantes, totalmente pueriles y cándidas, con ilusiones y metas en la vida, y acabamos con ellas en su adultez. La evolución que plasma Anno de las dos es tan brillante como interesante, pues las vemos crecer y adaptarse a las circunstancias, a superar barreras y a conseguir poderes, momentos muy prototípicos para heroínas del shojo, pero también a descubrir que no todo se consigue con empeño, que las personas cambian y que, sobre todo, un corazón puede romperse si no lo usas con cuidado; desde luego, un punto mucho más natural y realista.
Y es que es magistral la manera en que la mangaka muestra la relación de ambas protagonistas, que llegan a enfrentarse por el trono a Reina, pero que al mismo tiempo siempre consiguen mantener su amistad a flote, muestra que el amor que las une siempre es más importante que un puñado de corazones. Llegan a mentirse, a alejarse y a traicionarse, pero en los momentos de verdad, la amistad es el sentimiento que siempre florece.
También es digno de leer -y admirar- la simbología que destilan los corazones que encontramos en este manga: el rosa define el amor más puro, mientras que el amarillo es para el miedo, y el negro, para la envidia. Mediante estos cambios de color, Anno consigue retratar a la perfección la volubilidad de los sentimientos o la manera tan rápida en que podemos cambiar de pensamiento o de actitud ante las personas.
En definitiva, Sugar Sugar Rune es toda una epopeya mágica llena de aventuras y riesgos, pero también ofrece un maravilloso mensaje sobre lo inagotable que supone crecer y convertirse en adulta, varita en mano o no.

© 2004 Moyoco Anno
La inagotable Moyoco Anno
¿Quién es Moyoco Anno? Se trata de una mangaka de lo más prolífica y polifacética, capaz de ofrecer todo tipo de relatos y en distintas demografías. Oriunda de Suginami, Japón, lleva dedicándose a la viñeta desde 1989, fecha de su primera publicación, Mattaku ikashita yatsura da ze!, mientras que empezó a serializar su primera obra en 1993, con Trumps!, y no ha parado desde entonces. Si bien Anno ha creado todo tipo de mangas, podemos ver que se ha especializado en género shojo y josei, pues abundan los trabajos que están catalogados con estos sellos, como Choukanden Shoujo Mona (1994), Peek a Boo! (1995) o Angelic House (1997).
Cuenta en su currículo con varias obras largas, como Jellybeans (1995), compuesta por cinco tomos; Hana to Mitsubachi (2000), de 7 volúmenes; Happy Mania (1995), de 11 tomos, o Sugar Sugar Rune (2003), finalizada en 8 ejemplares. Algunas de estas historias, además, han sido llevadas a la pequeña pantalla en formato anime, como Happy Mania, que fue adaptado en 1999, o la propia Sugar Sugar Rune, en 2005. También posee adaptaciones a imagen real, como el tomo autoconclusivo de Sakuran, en 2007.
Anno, que está casada con el director de anime Hideaki Anno, es muy valorada y apreciada en Japón pues, según una encuesta realizada por Oricon, figura como una de las mangakas femeninas más populares, además de haber ganado la 29ª edición del Kodansha Manga Award por Sugar Sugar Rune.
En 2008, la autora anunció que quería darse un respiro por razones médicas y no fue hasta 2013 que volvió a la profesión. Actualmente, trabaja en Go Happy Mania (2019), secuela de Happy Mania.
Si bien Moyoco Anno posee un sinfín de obras, en España no hemos abarcado ni un ápice de éstas, pues sólo tres editoriales han apostado por ella. La introducción de Anno en España se produjo por parte de la extinta Glénat con Tokio Style primero y, posteriormente, de Sugar Sugar Rune, en 2007. Ponent Mon publicó en 2005 Japón visto por 17 autores, donde se incluía un trabajo suyo, pero no fue hasta 2017 que publicó Gorda (1997). Por último, a finales de 2020, Editorial Kodai licenció el tomo único de Sakuran (2017).

© 2004 Moyoco Anno
Un trazo con personalidad
Como viene siendo habitual, el trazo de Moyoco Anno es único y totalmente identificable, y aunque Sugar Sugar Rune aún no muestre la belleza completa de su estilo de dibujo, pues hablamos de una obra antigua, se aprecia su particular pluma, de trazos angulosos, a veces desgarbados, de gran expresividad e intensidad.
Como hemos comprobado en obras anteriores, Anno tiene una manera particular de narrar y gran parte del peso narrativo recae en la construcción de sus personajes. En esta ocasión, aunque hablamos de un manga cuyos cimientos están formados por hechizos y mundos mágicos, sigue mostrando una gran habilidad para construir personajes, y aunque ante todo tenemos infantes y adolescentes, la autora sabe imprimir personalidad a cada uno de ellos; a lo largo de sus páginas, vemos muchos rostros diferentes, expresivos, con diferentes peinados, miradas y etnias; eso sí, en esta ocasión, los cuerpos sí que plasman unos cánones de belleza más estereotipados y normativos.
Sugar Sugar Rune es un manga de corte fantástico, por lo que, para esta ocasión, Anno no tiene límites: encontramos lluvias de caramelos o de chocolate, peinados estrambóticos, vestidos de ensueño, animales parlantes y varitas mágicas increíbles; es una obra llena de belleza y fantasía, donde la imaginación desbordante de la artista está más que presente. Como en otras obras, no abusa de las tramas, aunque sí que encontramos planos a rebosar de elementos, aunque no son ningún impedimento para disfrutar de la lectura, más bien lo contrario: cada viñeta es arte desbordando magia. Por último, es una narración repleta de aventuras, así que Anno imprime un gran ritmo narrativo, con mucho movimiento, planos generales y detalles, que crean una lectura adictiva y amena.
Como siempre, cuando se lee a Anno, se queda prendado del particular trazo del dibujo y de su inusual fuerza narrativa. Una edición simple pero efectiva Como viene siendo habitual, estamos ante una edición de Glénat, cuyos tomos son claramente identificables por ciertos elementos visuales que se repiten en todas sus ediciones. En este caso, encontramos que los ocho tomos recopilatorios fueron editados en un formato de rústica de 115 x 170 cm, con sobrecubierta, como viene siendo lo normal.
Los tomos incluyen unas primeras páginas a color y en el lomo puede leerse el género bajo el que fueron publicados; en este caso, de shojo manga, con el rosa como color predominante. En las contraportadas encontramos, en una parte, información relevante de su autora, y en la otra, explicación de algunos elementos fantásticos que aparecen en el relato, como artilugios o varitas. Si retiramos la sobrecubierta, encontramos que el interior del tomo es totalmente rosa e incluye algunas ilustraciones en blanco y negro.

© 2004 Moyoco Anno
¿Quién será la próxima Reina?
Moyoco Anno vuelve a demostrarnos que es camaleónica y talentosa en todo lo que se propone: puede con cualquier trama, género o demografía, y sabe cautivarte con su trazo y su narrativa. Tanto puede hablarnos del Japón Feudal como del mundo del periodismo, y en esta ocasión, su historia de brujas y fantasía es tremendamente fascinante y entrañable. Y aunque toque tópicos o conceptos que podemos encontrar en otras obras, Sugar Sugar Rune destaca por varios motivos: primero, su particular dibujo; segundo, porque, aunque es un mundo mágico, Anno sabe plasmar dramatismo y realidad a la obra, hablándonos de sentimientos negativos o plasmando el difícil tránsito que supone pasar de la infancia a la pubertad. Y todo, claro está, sin obviar que es un relato que también transmite valores y enseñanza.
Así que mi veredicto está claro: Sugar Sugar Rune tiene los elementos fantásticos para entretener y enamorar, pero no solo nos habla de magia, sino que entrelaza conjuros para crear lluvia de pétalos con mensajes más profundos como el amor propio, la importancia de la verdadera amistad o el de asegurarse de que siempre sepamos quiénes somos y quiénes queremos ser en la vida. Que no os engañen las caritas de Chocola y Vanilla y sus travesuras varitas mediante: Anno sabe cómo narrar auténticas fábulas de magia, emociones y realidad.
Lo mejor:
- Una historia con todos los ingredientes para ser adictiva
- Una trama que evoluciona y se vuelve más madura y adulta
- Muestra un mundo mágico original
Lo peor:
- Es una obra que ha pasado bastante desapercibida
Sugar Sugar Rune
Editorial: Glénat
Formato: Formato de rústica de 115 x 170 cm, con sobrecubierta
Tomos: 8 (Finalizada)
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