Kaze Tachinu se presentó en el pasado Festival de Sitges con gran expectación de público. Una película de animación con mayúsculas, de gran belleza visual y dramática que conforman la que probablemente sea la última película dirigida por su director, Hayao Miyazaki. Una producción que los aficionados a la animación no deben de perderse bajo ningún concepto.
The Wind Rises o Kaze Tachinu en el original, se trata de una película basada vagamente en la novela corta El viento se alza de Tatsuo Hori y en el manga homónimo del mismísimo Hayao Miyazaki. Una película de animación esperada con la misma expectación de una producción de actores de carne y hueso. El público agotó las entradas de la única sesión que tuvo lugar en el Auditori del Hotel Melià. Bastantes son los aficionados, que se quedaron con las ganas de poder disfrutarla en pantalla grande.
La película narra la vida de Jiro Horikoshi, un ingeniero aeronáutico que diseñó el avión de combate Zero, un caza japonés de largo alcance que participó en la Segunda Guerra Mundial. Un período de unos 30-40 años en el que se manifiesta el ambiente bélico e imperialista del país japonés a principios del siglo XX.
Durante su infancia asistimos a la temprana pasión que le despiertan los aviones, con los que sueña a menudo. Debido a su miopía abandona el sueño de ser piloto para convertirse en un ingeniero que construya aviones, apadrinado en un mundo onírico por el conde Caproni (ingeniero coetáneo del protagonista que inspira y apadrina al protagonista). A través de la historia de su vida, veremos como Jiro labra su futuro estudiando ingeniería y trabajando duro sin desfallecer para llegar a cumplir su sueño de construir un avión.
Mezclando el mundo de ensueño y la fascinación por la ingeniería aeronáutica, se presenta una persona bondadosa y preocupada por los demás, que no dejará de aferrarse a la vida a pesar de las adversidades. Hay lugar para una preciosa historia de amor cautivadora que se irá desarrollando a pequeñas dosis durante todo el metraje. Una verdadera joya de la animación en la que Miyazaki nos muestra su mejor faceta sin pensar en la taquilla.
No se puede obviar la novela Kaze Tachinu de Tatsuo Hori, en la que se apoya la historia de amor que en esta película se relata y los aspectos autobiográficos relatados en la propia novela. Estos se entremezclan con la vida de Jiro Horikoshi, ofreciendo una conjunción de ambas historias. Se ofrece al espectador un leit-motiv (motivo recurrente) durante toda la película: unas palabras resuenan en la cabeza del protagonista. Se trata de unos versos del poema El cementerio marino, del poeta francés, Paul Valery, que revela el título de la película y constata que el viento es otro de sus protagonistas imprescindibles:
Le vent se lève! . . . il faut tenter de vivre!
The wind is rising! . . . We must try to live!
El viento se levanta!… Debemos aprender a vivir!
Sin dejar de lado la animación más tradicional, Hayao Miyazaki (Princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro) dirige este biopic de manera magistral y ofrece una obra visualmente preciosa, sumergiendo al espectador en un espectáculo estético al nivel que ya nos tiene acostumbrados con otras de sus películas.
Con un ritmo pausado durante todo el metraje disfrutamos de la música de Joe Hisaishi, recurrente en estas producciones, que sabe captar su esencia, ofreciendo una ambientación acorde a cada momento de la película y que no desentona en toda la película. La historia está bien hilvanada y hay momento para todo: grandes dosis de acción (pruebas de aviación), situaciones históricas (terremoto incluido), momentos oníricos y drama en su justa medida, sin profundizar en lo trágico o ahondar en lo lacrimógeno.
Quizás es la obra más personal y diferente que ha ofrecido Hayao Miyazaki durante su trayectoria y eso la hace más peculiar y, sobre todo, muy especial. En esta ocasión estamos ante un producto pensado para adultos, que difícilmente enganchará a los más pequeños de la casa. No obstante es una obra para todos los públicos que hará la delicia de los aficionados a la aviación y de la animación.
Lo mejor: Hayao Miyazaki ha querido hacer una película sin pensar en concesiones para los niños o la recaudación en taquilla.
Lo peor: Que realmente sea la última película de Hayao Miyazaki. El doblaje japonés depara alguna sorpresa al versado en versión original con un reconocido director como seiyuu (actor de doblaje).
Título Original: Kaze Tachinu
Director: Hayao Miyazaki
Guión: Hayao Miyazaki
Música: Joe Hisaishi
Estudio: Studio Ghibli
Departamento animación: Katsuya Kondo
Productora: Studio Ghibli, Walt Disney Studios Home Entertainment
Voces: Hideaki Anno, Jun Kunimura, Mirai Shida, Miori Takimoto
Nacionalidad: Japón
Año: 2013
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