Bienvenidos a las impresiones de un nuevo capítulo de la serie animada de One Piece. En esta ocasión analizamos el episodio número 809, emitido el 15 de octubre de 2017. Seguimos recordando que este artículo puede contener spoilers.
En este capítulo, titulado “Una tormenta de venganza ¡Un ejército enfurecido ataca!”, tras la pelea con Sanji, Luffy se queda en el sitio que le dijo que esperaría a su regreso; ya que le prometió no comer nada que no cocinara él. Con él se quedan Nami y Kingbaum, pero Mamá no tarda en enterarse de lo de Cracker y se enfurece.
Y cuando Mamá se enfada su ira no es pequeña precisamente. Nubes negras cargadas de lluvia oscurecen el cielo de la isla, poniéndose a llover muy fuerte mientras un enorme ejército de soldados de Big Mom salen de su castillo. Su destino es el lugar donde se encuentra Luffy. En dirección contraria al ejército va el carruaje del Germa 66 donde está Sanji, a punto de entrar al castillo en el que se celebrará la fiesta del té de Mamá.
Una vez dentro, la familia Vinksmoke se sienta en la mesa, mientras que esperan a su anfitriona. Sanji, que es el único que no la recibe como los demás, permanece sentado y callado, pero Big Mom bromea mucho con él. Después aparece Pudding, la prometida de Sanji, y da comienzo la fiesta donde todos los dulces que hay en la mesa se ponen a cantar y a bailar.
Este episodio tampoco ha contado mucho. Incluso yo me esperaba alguna sorpresa en el castillo de Big Mom, pero yo creo que aún se va a alargar un par de episodios más hasta que se resuelva el frente de la boda. Aún así no ha estado mal para lo que ocurrirá a continuación.
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