Bienvenidos a las impresiones de un nuevo capítulo de la serie animada de One Piece. En esta ocasión analizamos los episodios número 800 y 801, el primero emitido el 6 de agosto de 2017. Seguimos recordando que este artículo puede contener spoilers.
En este capítulo, titulado “El primero y el segundo ¡Se reúne la familia Vinsmoke!”, Luffy se encuentra ante un peligro aún mayor tras romper la armadura de Cracker. Su habilidad Bisu Bisu (hombre galleta) le permite crear muchos soldados infinitos a los que Luffy no para de eliminar sin descanso. Nami, que se hace con el control de las criaturas del bosque gracias a la Vivre Card, les da órdenes de dirigirse contra Cracker o lo pagarán muy caro.
Chopper y Carrot, que siguen en el mundo espejo de Brulee descubren que todos están conectados por toda la isla de Whole Cake, así que están trazando un plan para poder escapar. Mientras tanto, en la ciudad Pedro y Brook consiguen colarse en el más absoluto silencio, en el interior de la espalda de un guardián compuesto por galletas.
Cracker que no le da una tregua a Luffy sigue atacando con sus soldados que no para de invocar. Pero Luffy que no se rinde, decide atacarle con toda su fuerza en el Gear Fourth. En otro lado de la isla, Big Mom se preocupa por los últimos preparativos y de ver si se mantiene a los Sombrero de Paja a raya para que no irrumpan en la ceremonia del té.
Además, los hermanos de Sanji que faltaban por aparecer, Ichiji y Niji, hacen acto de presencia en la isla del Germa donde los reciben con grandes ovaciones. Tras reunirse toda la familia, deciden comer juntos mientras comentan sus últimas acciones. Aunque los hermanos de Sanji solo se ríen de él y de su pasión, la cocina, cosa que le hace enfurecer mucho.
Este capítulo me ha gustado mucho por la parte de la reunión familiar y la actitud que muestra Sanji. Tanto el desprecio a todos ellos que le han tratado fatal, así como la defensa de su pasión en la vida. Una combinación perfecta que hará que la relación con su familia sea mucho más difícil todavía y genere conflictos antes de la boda.
En el capítulo 801, titulado “¡El salvador de su vida! ¡Sanji y el dueño Zeff!”, Luffy sigue luchando sin descanso contra Cracker que sigue invocando soldados con su poder de forma continua. Pero Luffy comete un error y cuando le va a asestar un golpe a Cracker, su Gear Fourth alcanza el límite de tiempo que puede mantenerlo y su poder vuelve a su forma original.
Sanji, que defiende a la cocinera del palacio Vinsmoke, hace que su familia siga contra él, argumentando que es una vergüenza para todos ellos. Pero para más inri, su padre le enseña una foto de Zeff, su antiguo jefe en el restaurante Baratie. Es una debilidad para él, ya que le amenaza con hacerle daño a menos que siga adelante con la boda y renuncie a sus amigos.
Mediante un flashback se ve a un joven Sanji en el barco de Zeff, donde ambos naufragan en el mar y acaban solos es una isla desierta con pocas provisiones. Zeff que le da una parte de ellas, hace un trato con él hasta que vean un barco. Pero tras acabarse la comida, Sanji intenta robarle la suya, con lo que acaba descubriendo un secreto de Zeff. Hasta que llega el día entre que el aprendizaje de Sanji llega a su fin y se une a Luffy en su aventura.
En el presente, Sanji se prepara para almorzar con Big Mom y su prometida, mientras que Luffy intenta escapar al filo de la muerte que supone Cracker; el cual no descansará hasta eliminarlo. Gracias a lo ocurrido en este episodio, la trama de Sanji está tomando un cariz muy interesante que nos tendrá en vilo hasta el final de la saga.
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