En esta ocasión os traemos las impresiones del décimosexto episodio de la segunda temporada de My Hero Academia, titulado: “El asesino de héroes contra el estudiante de la academia U.A.”. Como siempre recordamos que esta review puede contener spoilers, así que se recomienda no seguir leyendo antes de ver el episodio.
Preocupado por Gran Torino, Iida y los habitantes de Hosu, Midoriya pasa a la acción y se aventura al centro de la conmoción para evaluar la situación y enfrentarse a los villanos. Una vez allí, descubre que en realidad son tres Nomus los que están atacando la ciudad y que su amigo Iida ha desaparecido en un momento crucial, algo que no es propio de alguien tan estricto con los protocolos y las normas.
Iida se enfrenta al asesino de héroes cegado por un sentimiento de venganza, por lo que es incapaz de ver la diferencia de fuerza entre los dos y cae derrotado fácilmente. Al borde de ser asesinado por Stain, el joven aspirante a héroe recuerda las hazañas de su hermano y su admiración hacia él. Antes de recibir el golpe final, Midoriya aparece raudo con One For All: Full Cowl y propina un fuerte puñetazo a Stain, haciéndole retroceder por el impacto.
Con los dos héroes incapacitados, Midoriya no puede escapar y el enfrentamiento con el asesino es inevitable. Sin embargo, haciendo gala de su astucia manda su posición por GPS al resto de héroes cercanos. Gracias a esto, Todoroki, quien se encontraba en la zona patrullando con su padre Endeavor, acude al rescate dejando a Stain con una amplia desventaja numérica.
A pesar de haber sido inmovilizado por Stain, la singularidad del asesino de héroes es menos efectiva en función de los tipos de sangre de sus víctimas. Midoriya al ser tipo O se recupera antes de tiempo y junto a Todoroki inicia una oleada de ataques contra el villano. Todoroki ha aceptado la mitad de su padre y es mucho más poderoso que antes, aunque su falta de experiencia en combate real lo pone en desventaja frente a Stain. Pero ni él ni Midoriya tienen intención de abandonar a su amigo.
Este episodio de My Hero Academia esconde un sutil pero importante mensaje. El espíritu de sacrificio por los demás es la cualidad más indispensable para ser un héroe y, por supuesto, aceptar quién eres en realidad y tener claro que quieres llegar a ser es otro de los pasos fundamentales para convertirse en profesional. Aunque los planos más lejanos con las caras de los héroes han sido un poco descuidados, la animación del combate vuelve a ser espectacular y saca a relucir la epicidad de la serie. No obstante, he notado que la banda sonora ha perdido presencia comparado con anteriores episodios. Espero que recupere protagonismo en el próximo episodio.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS