En esta ocasión os traemos las impresiones del cuarto episodio de la segunda temporada de My Hero Academia, titulado “Estrategia, estrategia, estrategia”. Como siempre recordamos que esta review puede contener spoilers, así que se recomienda no seguir leyendo antes de ver el episodio.
Tras la victoria de Izuku en la primera prueba llega el momento de enfrentarse al segundo desafío: la prueba de caballería. Los 42 participantes restantes deben formar grupos de cuatro personas y elegir al jinete que portará una cinta en la frente con el total de puntos del equipo. La prueba consiste precisamente en robar esas cintas y conseguir el mayor número de puntos posibles. Sin embargo, aunque el equipo pierda su cinta, este no queda descalificado y puede seguir luchando para recuperarla.
Al tener diez millones de puntos, claramente todos van a ir a por Midoriya y por esta razón nadie quiere aliarse con él. La clave para obtener la victoria es sin duda alguna la estrategia, conseguir un equipo con alta movilidad y que pueda defenderse de los ataques. Al final tras muchos esfuerzos, Deku consigue formar un equipo junto a Uraraka, Hatsume y Tokoyami.
Como no podía ser de otra forma, la estrategia por la que opta el protagonista es huir hasta que se agote el tiempo. Gracias a Hatsume y sus inventos (o Babies, como ella los llama) no tienen problema para escapar, pero cuando Mineta y Asui y su curiosa estrategia entran en escena las cosas comienzan a complicarse. Sin embargo, gracias al equipo de Monoma que parece no estar interesado en Midoriya, Kacchan y el resto de equipos desvían la atención hacia él y le dan un respiro a Deku. Todos excepto el equipo de Todoroki.
Parece que este capítulo vuelve a despertar las sensaciones que ya vimos en los primeros episodios. Se centra más en la animación y en la presentación de personajes y sus singularidades, pero pocas escenas de acción más allá de algunos momentos puntuales durante la prueba. A pesar de todo, mantiene el ritmo característico al que nos tiene acostumbrados y nos deja con la miel en los labios de cara al próximo episodio.
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