Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 122, titulado ”¡Por mi orgullo! ¡El desafío de Vegeta por ser el más fuerte!”, que se emitió el pasado 7 de enero de 2018. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
El universo 7 se encuentra frente a frente con el universo 11. La tensión en las gradas es palpable, pero al quedar tan poco público, el Gran sacerdote opta por disminuir la distancia entre los espectadores acortando el palco. Esto genera una incomodidad más que evidente entre los universos que se juegan su existencia en el torneo.
Gokuh y Jiren se encuentran frente a frente, y el saiyan se transforma en Super saiyan blue acumulando el máximo de su poder. La pelea entre ambos comienza, pero Vegeta interrumpe su refriega para medirse contra Jiren.
Mientras tanto, Freezer se enfrenta a Dyspo, que presume de ser el guerrero más veloz de todos los universos, a lo que el tirano galáctico reprocha que entonces es un especialista en huir. Por su parte, Toppo se está enfrentando a Gohan y A-17.
Jiren se deshace de Vegeta con facilidad y continúa su pelea con Gokuh, pero el príncipe saiyan no desiste, y tras observar los movimientos del líder de las Tropas del Orgullo carga de nuevo contra él esquivando sus golpes y propinándole un potente puñetazo en el estómago que sorprende a todos los espectadores. Wish advierte que quizás el saiyan está rozando la doctrina egoísta en este combate.
A pesar de todo, Jiren es claramente superior a Vegeta y le recrimina su arrogancia. El príncipe saiyan estalla y le responde que ese es su orgullo de saiyan, es entonces cuando prepara un Final Flash a plena potencia. Como ya hiciera antaño con Cell, Vegeta le provoca para que reciba el impacto de lleno. Parece que el ataque ha sido un éxito, pero Jiren aparece de repente justo enfrente de Vegeta y le propina un rayo de energía a bocajarro que le deja fuera de combate.
Creo que no me equivoco al decir que este episodio ha sido el que mejor animación y dibujo ha tenido de todo Dragon Ball Super. Sin duda, la calidad supera a la de algunas películas. Por otra parte, Vegeta por fin puede lucirse un poco en la serie, que bastante marginado estaba el pobre.
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