Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 115, titulado “¡Gokuh contra Kefla! ¡¿Derrotan al super saiyan blue?!”, que se emitió el pasado 12 de noviembre de 2017. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
Kefla en estado normal es sobradamente más fuerte que Gokuh en super saiyan dios. Esto abre la polémica entre el público asistente, que comienza a cuestionar la legalidad del uso de los pendientes potala. Los Zeno acaban rápido con el debate, ya que les encantan los efectos de dicha técnica. Esto abre la veda para que el resto de universos decidan utilizar este recurso. Algunos ni se lo plantean, otros lo intentan pero el experimento les sale rana porque acaban derrotados antes de ponerse los pendientes y éstos acaban destruidos por los daños colaterales. Incluso Bills y Kaioh Shin piensan en que A-17 y A-18 podrían unirse, pero al unir dos guerreros en uno, también si pierde ese guerrero la eliminación contaría como doble. Así que desechan la idea por ahora.
Mientras tanto, el combate entre Gokuh y Kafla continúa, y al saiyan no le queda más remedio que transformarse en super saiyan blue si no quiere perder. La respuesta de su rival es transformarse en super saiyan también. La pelea continúa con una ferocidad fuera de serie, y la excitación del combate requiere que Gokuh realice el Kaioh Ken echando toda la carne en el asador. La intensidad del combate mantiene a toda la grada en éxtasis y a los luchadores que quedan en el ring también se muestran emocionados.
Ambos contrincantes están bastante igualados, pero Kefla consigue zafarse de un Kame Hame Ha de su rival y aparece detrás de él propinándole una potente patada que le deja fuera de combate. Cuando todo parece estar ya decidido y Kefla se dispone a lanzar el ataque final a Gokuh, este se levanta y se transforma en el estado de Ultra Instinto o Doctrina Egoísta, como lo queramos llamar.
El combate entre saiyans continúa, con continuos aumentos de poder entre ambos llegando ya a extremo que casi rozan lo ridículo. Eso sí, como todo buen anime shônen, no puede faltar ese relleno del episodio con el público asistente comentando continuamente la pelea sin aportar nada interesante y algún flashback que otro que rescata imágenes de capítulos anteriores, permitiendo al animador de turno ahorrarse algunos segundos de metraje.
En cuanto a la calidad del dibujo, no está mal, pero claro, comparada con el episodio anterior cualquier cosa parece bastante pobre. Tampoco se nos muestran ninguna animación fuera de lo común como últimamente se nos mostraba, con combates ágiles y dinámicos. Pero claro, hay que ser consciente que no todos los días van a ser fiesta.
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