Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 114, titulado “¡Peligro! ¡Nace una nueva super guerrera!”, que se emitió el pasado 5 de noviembre de 2017. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
Kale se ha transformado en su estado de super saiyan legendaria, para alegría de su compañera Caulifla y para desgracia de Gokuh y su público del universo 7. Este incremento de poder no pasa desapercibido por Vegeta, Toppo o incluso Jiren, que muestra un ligero atisbo de desconcentración en su meditación. Como era de esperar, Kale no conoce a amigos ni enemigos en ese estado y aparentemente ataca a Caulifla, que le brinda unas palabras de admiración y compañerismo que hacen que la saiyan despierte y recupere la razón. Es entonces cuando se transforma en super saiyan normal, eso sí, con el poder de super saiyan legendario controlado por completo.
Las dos saiyans del universo 6 se encuentran listas y comienzan a luchar de manera coordinada contra su rival. Freezer, que es testigo de todo esto, se apunta para pelear contra las dos chicas, pero Gokuh le dice que se mantenga al margen. Para el tirano galáctico, esto tampoco supone ningún problema, ya que ver a saiyans peleando entre sí es plato de buen gusto para él igualmente.
Gokuh viendo que sus rivales suponen un combate más que entretenido, opta por transformarse en super saiyan dios. Kale y Caulifla deciden ir con todo, pero no es suficiente para su rival, que las supera holgadamente. Gokuh decide finiquitar el combate con un Kame Hame Ha, pero de repente, las dos saiyans han llevado su premisa de que juntas no habrá quien las derrote de manera literal, apareciendo la unión de ambas con los pendientes Potala.
La nueva guerrera se hace llamar Kefla, cuya aparición alegra enormemente a Champa, que recuerda como les dio a sus guerreros un pendiente potala a cada uno por si era necesario su uso en circunstancias extremas. Kefla se presenta delante de Gokuh, que nada puede hacer ante el inmenso poder de la saiyan.
Episodio interesante, en el que por un lado vemos a un Gokuh posicionado como el rival a batir. La narración del capítulo coloca a nuestro protagonista como un antihéroe como nunca antes lo habíamos visto. El saiyan muestra actitudes incluso chulescas y de superioridad que hacen que el espectador hasta desea que las guerreras le venzan.
Por otro lado, el uso de los potala muestran el fanservice que tiene este Dragon Ball Super y que es el mismo que gusta a los fans de la Broli femenina o a los de las nuevas transformaciones de Gokuh y compañía.
Cabe destacar el increíble dibujo y animación de algunas de la escenas del episodio, que recuerdan claramente al de algunos de los episodios más memorables de Dragon Ball Z y que da un golpe sobre la mesa volviendo a reivindicar el cambio en la animación sufrida en la serie tras el arco de Black Gokuh.
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