«Cabeza» es uno de esos episodios de Haikyu!! Los Ases del Vóley que consigue mucho con muy poco, al presentar de forma sublime un personaje que deja huella en el espectador sin tener un papel relevante. Comienza la recta final para despedir esta cuarta temporada, pero en vez de deprimirnos por ello, podemos seguir disfrutando del simulcast que nos ofrece en España Selecta Visión. La distribuidora es fiel a la cita un viernes más y ya está disponible el episodio 20 en versión original con subtítulos en español en su página web. No obstante, antes de seguir leyendo, os recordamos que las siguientes líneas tendrán spoilers de la trama del episodio.
Aprender sobre los oponentes del Karasuno es uno de mis aspectos favoritos de esta serie: quiénes son como individuos, sus peculiaridades, sus luchas y sus motivaciones. Ayuda a dar forma y a entender mejor a los equipos contrarios, lo que a su vez sirve para que los partidos tengan un mayor impacto a nivel emocional. En definitiva, Inarizaki es el equipo protagonista de su propia historia.
El episodio comienza donde nos dejó el de la semana anterior. Inarizaki hace un cambio y por el número 4, Aaran, entra en pista el capitán del equipo. Cabe destacar que no es jugador regular. De hecho, su primer partido oficial fue hace tres años, y aún así, infunde respeto y transmite serenidad a sus compañeros. Aunque a veces sea duro con sus palabras.
Durante unos minutos, en los que se nos muestran momentos clave de la vida de Shinsuke Kita, Production I.G. sabe trasladar a la perfección la intencionalidad de Haruichi Furudate cuando dibujó las viñetas del capítulo 274 del manga. Asombra lo fácil que parece construir tan bien a un personaje con tan poco, pues se presentan de forma muy efectiva múltiples lados de su persona, todos condensados en una historia de fondo. Aunque Kita no sea un monstruo como jugador, lo ha dado todo desde el principio, manteniéndose fiel en sus creencias que implican ser constante y trabajar día a día. Su abuela hablaba sobre cómo Dios siempre le vigila, pero en el caso de Kita eran sus entrenadores los que lo vigilaban y, finalmente, quienes le dieron la oportunidad que tanto se merecía. La pura satisfacción de ser reconocido después de trabajar de forma diligente es algo no tiene punto de comparación. Incluso para alguien como el capitán de Inarizaki, a quien le viene como anillo al dedo el lema «el viaje es más importante que el destino».
Kita está en la pista poco tiempo, pero me atrevo a decir que es uno de los jugadores más memorables de Inarizaki, no tanto por su destreza en el deporte en sí, sino por la forma en que impone respeto a pesar de no estar a la altura de sus compañeros en términos de talento. Pero, aunque no esté a la altura de jugadores como Atsumu y Suna, no es alguien a quien se deba pasar por alto. Contrarresta el saque flotante con salto de Yamaguchi, por ejemplo. Hasta este momento, más allá de mostrarnos en alguna escena al líbero de Inarizaki y los bloqueos de Suna, habíamos visto más bien la faceta ofensiva de Inarizaki. Sin embargo, el objetivo del voleibol es mantener el balón en juego y el equipo que lo deje caer al suelo pierde. Y Kita está ahí también para recordárselo.
Finalmente, Inarizaki consigue hacerse con el segundo set, forzando un tercero. Durante el descanso, es inevitable no sonreír con el discurso de Asahi y Nishinoya, pues demuestra lo mucho que el as ha crecido, tanto como compañero de equipo y as, pero también como persona. Obviamente Asahi admira a Nishinoya, pero ni siquiera Noya puede salvar cada remate y recibir cada saque. Asahi es consciente de ello, pero eso no le hace respetar menos a su compañero.
Empezado ya el último y decisivo set resulta muy interesante ver los emparejamientos: qué jugador en concreto del Karasuno quiere «hundir» cada jugador de Inarizaki y qué jugador del Karasuno tiene la misión de parar a quién en Inarizaki. En este punto interviene de forma muy acertada el personaje de Suguru, capitán de Nohebi, para explicarnos conceptos más técnicos y la relevancia de las rotaciones en este partido. Aquí entra también el entrenador Ukai en acción, quien, aunque no sea uno de los personajes que más brille en la historia, su papel es fundamental para que los engranajes del Karasuno funcionen a la perfección.
Será muy interesante ver el enfrentamiento entre Suna y Tsukishima con sus dos estilos tan diferentes de bloqueo, cómo se las ingeniará Nishinoya para salir del pozo en el que Atsumu quiere meterle o si de verdad Tsukishima, además, es capaz de detener el remate rápido de los gemelos Miya. Los últimos compases del episodio dan las primeras pinceladas de lo que promete ser una montaña rusa de emociones y, aunque los chicos del Karasuno todavía no han terminado de pillarle el punto a Inarizaki en los aspectos recién mencionados, se puede sentir que están a punto de lograrlo. Y ahí estará la clave para ganar el partido.
Tal y como puede verse en el adelanto del próximo episodio, la semana que viene seguiremos inmersos en el partido y las emociones alcanzarán el pico más alto. Bajo el título de «Héroe» (que, como curiosidad, da nombre al tomo 31 del manga), se adaptarán dos de los que, para mí, son de los mejores capítulos del manga. Así que solo me queda desearos que lo disfrutéis porque seguro que la adaptación merecerá la pena.
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