Atravesado el ecuador de la segunda temporada de Ataque a los titanes, os traemos la review del séptimo episodio. Este capítulo, al igual que el resto de esta nueva temporada, se puede ver a través del canal de Youtube de Selecta Visión en versión original subtitulado.
Como siempre recordamos que las siguientes líneas pueden contener spoiler de la trama del episodio.
Por si fuera poco revelador el final del episodio anterior, el título del capítulo séptimo es toda una declaración de intenciones: “Golpea, derriba, atrapa”. Por fin asistimos al enfrentamiento entre Eren, el Titán acorazado y el Titán colosal, un combate intenso y que abarca prácticamente todo el episodio. Sin embargo, hay varios puntos álgidos en el episodio, motivados principalmente por recuerdos y que evitan caer en un simple intercambio de golpes.
Si bien en el anterior vimos que la principal motivación de Reiner era volver a su hogar junto a Bertold y Eren, este deja claro que no va a ser tan fácil. Nuestro protagonista se siente traicionado, por aquel que incluso llegó a convertirse en su modelo a seguir. Toda esta ira contenida explota a través de los puños del cuerpo del titán, que no hacen más que explotar en la armadura del titán de Reiner. Ni siquiera Mikasa puede hacer mella en la coraza.
Por otro lado, encima del muro, el equipo de exploración trata de acabar con Bertold, el titán colosal, que ha engullido a Ymir. Sin embargo, cuando por fin le rodean, en una escena espectacular subidos en las maniobras tridimensionales, Bertold decide soltar vapor evitando que le ataquen. Entonces es cuando Hange decide esperar a que el cuerpo se derrita.
Mientras tanto, Eren no puede con Reiner. Es en este momento cuando recuerda cuando estaba practicando el combate cuerpo a cuerpo con Annie, recordando la técnica que utilizaba para derribarlo. Es mediante esta técnica, como sacada de judo, con la que derriba a Reiner y lo pone en un aprieto, dándose la paradoja de que lo derriba con sus propias armas. Por su parte, Mikasa aparece como siempre de manera espectacular para cortar las únicas partes de Reiner que no cubren su armadura. El equipo de exploración espera expectante mientras Eren cual judoka trata de arrancar la cabeza a Reiner.
Pero como siempre en Ataque a los titanes, no todo es tan sencillo como parece y Reiner y Bertold todavía se guardan un as en la manga: Reiner empuja a Eren con las escasas fuerzas que le quedan situándose debajo del titán colosal. Tras gritar, Bertold se lanza sobre ambos… Y ahí acaba el episodio, con un potente y, porque no decirlo, maldito cliffhanger para dejarnos expectantes una semana más.
El episodio ha estado a la altura de las expectativas generadas al final de su predecesor. Una pelea que no ha sido para nada pesada y donde por fin hemos visto a un Eren que ha logrado controlar su ira y razonar para tratar de vencer a su contricante. Para ello ha recordado un episodio que, quizás en su momento pasó desapercibido: el enfrentamiento contra Annie. Esa Annie, misteriosa y fría que viéndolo ahora con perspectiva parecía haber ayudado a Eren, ¿acaso no creía tanto en la causa de Reiner y Bertold? Además, ese flashback acababa con Annie y Mikasa a punto de enfrentarse, quienes parecen tener una relación especial. ¿Sabremos más de estas en la novela de Ataque a los titanes: Lost Girls?
Aunque en general el capítulo ha estado bien animado, el titán colosal sigue resultando bastante tosco, además de no respetar sus proporciones. También parece que en planos alejados los diseños brillan por su indefinición. Seguramente si hubieran mostrado más cuidado, habría resultado aun más impresionante.
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