Tsuzuki Asato no es un hombre corriente. Pese a que aparenta tener poco más de treinta años, hace más de cien que cabalga entre dos mundos realizando, con algo de torpeza, sus labores como shinigami, es decir, ente encargado de conducir hacia el Meifu o Tierra de los muertos a aquéllos que se han perdido en la transición. Un día, su superior le anuncia que va a tener un nuevo compañero. Se trata de Hisoka Kurosaki, un muchacho de mal carácter cuya vida traumática y muerte sobrenatural les llevará a caer en las redes de Kazutaka Muraki, macabro científico obsesionado con desentramar los misterios de la muerte y la vida con fines un tanto peculiares.
Yami no Matsuei se compone de distintos arcos. Algunos son autoconclusivos, otros están interconectados, pero forman un conjunto global en el que el lector asiste a la evolución de las relaciones entre sus personajes principales. Conflictos como la amistad, el amor, la inseguridad, la frustración o la culpabilidad conviven con una variada muestra de retazos de la mitología japonesa, todo ello recreado con un estilo que roza lo gótico en su combinación de sangre, encantamientos, venganzas y, por qué no decirlo, estilizados personajes masculinos que son una delicia a la vista. Todo ello sin perder los toques de humor que lo caracterizan.
Yami no Matsuei es uno de esos cómics en los que se puede apreciar notoriamente la evolución del estilo del autor a la hora de dibujar. En el primer tomo, el trazo es algo brusco, las expresiones faciales, forzadas, y la movilidad de los personajes deja un poco que desear. Pero a partir de ahí, no hace sino mejorar hasta el punto de que el tomo 8 es de una belleza magistral: riqueza de detalles, el aura de Kioto plasmada sobre el papel de un modo soberbio a la par que tenebroso, los protagonistas en sí…
Pero tras alcanzar la curva su punto álgido, se produce un ligero descenso: a partir del cierre del arco de Kioto, el estilo de dibujo de la autora vuelve a cambiar para volverse más anguloso y desconcertante. Una evolución que, lamentablemente, no puede apreciarse del todo, puesto que desde hace años, Yami no Matsuei está detenida en el tomo 11.
Tan misteriosa como sus personajes
Yoko Matsushita nació el 23 de junio de 1973 en la prefectura de Kumamoto, Kyushu. Poco se sabe acerca de ella, salvo que debutó como profesional con La escuela del diablo en 1995, historia que posteriormente utilizaría en Yami no Matsuei, la serie que la ha deparado fama internacional y que se ha serializado en la revista Hana to Yume de Hakusensha.
En el año 2000 el manga dio el salto a la animación en forma de 13 episodios pese a que originalmente, la duración del anime estaba estimada en 26. También ha contado con un Drama CD y varios libros de ilustraciones.
Actualmente, no se tiene noticia alguna sobre Matsushita, quien, a raíz de una enfermedad, ha dejado el manga parado sin que haya nuevo aviso sobre su reanudación.
Es obvio que Yami no Matsuei tiene un grandísimo punto negativo: el hiatus en el que se encuentra. Empezar a comprar una serie que no está terminada y que, encima, va a ser descatalogada por la editorial que la publica en España, no es nada alentador. Por ello, el lector que sienta cierta curiosidad por este manga y esté dudando entre si aprovecharse de la rebaja en su precio o no, debe adquirirlo pensando en que, en realidad, la historia queda más o menos conclusa después del arco de Kioto. Los últimos volúmenes, los que corresponden a la historia que no está terminada, presentan un bajón en cuanto al interés narrativo y visual con respecto a sus antecesores.
Yami no Matsuei es, en definitiva, un manga de fantasía épica japonesa regado con ciertos toques shonen/ai (aunque algunas escenas resultan lo suficientemente subidas de tono como para merecer una graduación mayor) que merece una oportunidad antes de ser relegado al limbo del fuera de stock. Un pequeño clásico que no tienen nada que envidiar a otras series de éxito como Kuroshitsuji.
Lo mejor: Su antagonista, Kazutaka Muraki, es uno de los mejores villanos con los que uno se puede topar.
Lo peor: La impotencia de tener los once volúmenes en la estantería muertos de risa, sin saber cuándo llegarán más.
Ficha técnica:
Título: Hijos de la ocuridad
Título origininal: Yami no Matsuei
Guión: Yoko Matsushita
Dibujo: Yoko Matsushita
Editorial coreana: Hakusensha
Editorial española: Glénat
Formato: Rústica, 192 páginas B/N
Precio: 3,95 € (oferta especial)
Nº de tomos en japonés: 11
Nº de tomos en español: 11
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