Violence Action nos cuenta la historia de una joven asesina a sueldo que necesita dinero para pagarse sus estudios de contabilidad y el mejor trabajo que ha encontrado es matar a otras personas por un módico precio. Por supuesto, es la mejor de su agencia y no tiene escrúpulos en acabar con sus encargos. ¿Quién iba a imaginar que esta alocada chiquilla sería capaz de enfrentarse sin pestañear a distinguidos mafiosos?
Este manga sigue publicándose en Japón, por el momento cuenta con seis tomos recopilatorios. Norma Editorial publica esta obra en España y actualmente, ha sacado ya los cuatro primeros tomos. El guion corre a cargo de Shin Sawada y el dibujo de la mano de Renji Asai.
En esta ocasión, se trata de la reseña del segundo tomo, por eso, si todavía no has leído la crítica del primer tomo, o quieres refrescar ideas, aquí puedes echarle un vistazo.
Sinopsis
Kei, la asesina estrella de Pururun, servicio urgente de chicas a domicilio, se enfrenta a un nuevo caso. Una francotiradora independiente solicita sus servicios como observadora para ejecutar su venganza contra el hombre que acabó con la vida de sus padres y que la torturó hasta hacer de ella poco más que una bestia. A pesar de los deseos de la joven Dahlia por acabar con semejante monstruo, los acontecimientos no siempre se desarrollan como desearíamos…
Listas para la acción
Este segundo tomo de Violence Action se centra principalmente en dos historias distintas. Por un lado, el primer encargo que recibe Kei es ayudar a una francotiradora de otra agencia distinta a la suya, llamada Dahlia. Su objetivo es aniquilar a un narcotraficante de cocaína y marihuana que se esconde en una granja con sus seguidores.
La trama se complica, ya que la pobre Dahlia en realidad ha contratado a Kei para buscar venganza y aniquilarlos a todos debido a un trauma del pasado. Para ella, será más difícil superarlo de lo que creía y así poder mirar hacia un futuro mejor.
Por otro lado, aparece un nuevo trío de villanos que parece que van a dar bastante juego en el siguiente tomo. No dudan ni un solo segundo en acabar con cualquiera que se ponga por delante con tal de dar con la información que buscan sobre la prisión de los yakuza. Dicha prisión se encuentra oculta en un lugar desconocido, ya que encierra y esconde a mafiosos de toda índole. Lo más curioso es que están prisioneros en cubículos enanos y les dan de comer a través de una rendija, donde solo se les ve la boca. Este lugar tan siniestro se llama “Almacén de los pecadores”. Imagino que el trío de villanos quiere encontrar el almacén para hacer con nuevos y poderosos aliados. Pero hasta los próximos tomos no lo descubriremos.
Es bastante perturbador pero a la vez curioso. ¿Cómo han acabado allí dentro? ¿Quién dirige aquel lugar? ¿Conseguirán las protagonistas defender aquel sitio ante la amenaza que se les viene encima? Nos dejan con todas estas dudas para el siguiente tomo.
En un primer momento puede parecer que el dibujo tan kawaii que mantiene hasta ahora la obra no pegue para nada con las escenas tan sangrientas que hay a veces. Pero al contrario, creo que le da un toque único nunca antes visto y hace que la historia sea más desenfadada. También ayuda la personalidad tan abierta y alegre de Kei, que parece que resta importancia a lo que está sucediendo en su vida, ya que su objetivo es sacarse el curso de contabilidad y lo demás no importa.
Comparación del primer y el segundo tomo
El primer tomo no terminó de convencerme, ya que cada capítulo contaba historias distintas y no daba tiempo a asimilarlas bien del todo. No solo eso, me parecía que ciertas escenas de acción estaban dibujadas muy rápidamente y en pocas viñetas. De esta forma, se perdía dinamismo y no podía imaginarme bien la escena al completo. Pero en este segundo tomo se ha corregido bastante bien este defecto. He podido meterme de lleno en la historia y disfrutar bastante de las escenas peliagudas.
Por supuesto, también ayuda que las historias se alarguen en varios capítulos, ya que así hemos podido conocer mejor los encargos, el propósito de los mafiosos y algo más de la vida personal de la protagonista. Además, ha sido muy buena idea introducir una compañera de acción, ya que Dahlia ha sido una gran fuente de apoyo y parece que se compenetra muy bien con Kei. Me gusta mucho la pareja que forman las dos.
Sobre los autores
Por un lado, Renji Asai es el dibujante de este manga. Su obra más conocida es el manga de tan solo tres tomos El niño y la bestia, adaptación de la película de Mamoru Hosoda (director de Summer Wars, La chica que saltaba a través del tiempo y Wolf children). También ha dibujado otras obras que aún no han llegado a nuestro país como Platina Data, Sentou Jousai Masurawo y Setsuri: Sinner’s Ambition.
En el primer tomo los dibujos de los personajes masculinos se parecen demasiado entre sí, dificultando la lectura. Ahora, en este segundo volumen se nota una mejoría, no tanto a nivel técnico, sino en la introducción de elementos diferenciadores. Aspecto que agradezco mucho, ya que parecía que ponía mucho empeño en los personajes femeninos, pero no en el resto. Eso sí, sigue habiendo una gran diferencia, ya que los primeros son bastante rudos y cuadriculados, mientras que los segundos son aniñados y dulces, independientemente de la edad o de la acción que estén llevando a cabo. Aunque me hace mucha gracia Kei, parece que no ha roto un plato en su vida, pero es la mejor asesina que hay en la agencia en la que trabaja.
Por otro lado, Shin Sawada es el encargado del guion de Violence Action. No hay apenas datos y tampoco sobre obras anteriores suyas.
Actualmente ambos siguen trabajando en el manga de Violence Action y por el momento tan solo han lanzado seis tomos recopilatorios en Japón. La serie se publica en la revista Yawaraka Spirits de la editorial Shogakukan. Como dato curioso, este manga fue incluido entre las quince obras más recomendadas por los libreros japoneses en la lista Zenkoku Shotenin ga Eranda Osusume Comic en 2018.
Edición en España
Norma Editorial empezó a publicar este manga en 2019, cada tomo ronda las 200 páginas y se puede adquirir en librerías especializadas a un precio de 9 €. Una edición bastante sencilla, sin páginas a color pero que cumple su función.
El tamaño es de 130 x 182 cm, con todas las páginas en blanco y negro, donde destacan las sobrecubiertas, ya que tienen un amarillo muy llamativo y en ellas se nos presenta a Kei realizando alguna actividad de su vida cotidiana de lo más normal, pero con armas a su alrededor. Es un tomo bastante gordito, aunque no tiene muchos diálogos y se lee muy rápidamente.
Conclusión
Me he llevado una grata sorpresa con este segundo tomo. En comparación con el primero, este le da mil vueltas. Se nota que han mejorado las escenas de acción, siendo estas más dinámicas y en la que los movimientos de los personajes tienen más sentido. Además, al contar una historia en varios capítulos, hace que te metas más de lleno y lo disfrutes de otra forma. Han dejado muchas preguntas sin resolver al final de este volumen, así que dan ganas de leer el siguiente tomo para saber qué va a ocurrir.
Lo mejor
- La pareja formada por Kei y Dahlia.
- Las escenas de acción.
- El dibujo tan kawaii.
- La trama se pone cada vez más interesante.
Lo peor
- No se sabe nada de la agencia de contratación.
- No hay pistas de cómo ha llegado Kei a ser una asesina.
Violence Action
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica con sobrecubierta 13 x 18,2 cm
Tomos: 6 (En publicación)
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