The Legend of Zelda: A Link to the past es una de las entregas del universo Zelda más queridas y aclamadas por la crítica. Como la mayoría del resto de entregas de la saga, A Link to the past ha contado con una adaptación a manos de Akira Himekawa, aunque curiosamente ya existía una adaptación anterior, a cargo de uno de los grandes nombres de la historia del manga: Shotaro Ishinomori.
Norma Editorial, dispuesta a editar todo el material existente sobre The Legend of Zelda, para el regocijo de sus fans, lanzó en octubre de 2016 en una edición cuidada el manga de Shotaro Ishinomori de este clásico de los videojuegos.
La saga creada, por aquel entonces diseñadores de videojuegos Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka, es una de las más populares de Nintendo. Aunque todas las entregas son independientes entre sí, todas comparten argumento y elementos comunes que se repiten en cada uno de sus títulos. El protagonista siempre es Link, un aventurero que debe enfrentarse a peligros mientras que resuelve acertijos para ayudar a la princesa Zelda a derrotar al malvado Ganondorf, salvado así el reino de Hyrule.
A Link to the past apareció por primera vez en 1991 para Super Nintendo, aunque en España no lo hizo hasta 1992. Esta fue la tercera entrega de la saga en ser lanzada, y la única que apareció para Super Nintendo, pero aun así es una de las más queridas y valoradas por los fans.
Para apoyar este lanzamiento en Estados Unidos, en enero de 1992 en la revista Nintendo Power comenzó la serialización de una adaptación a cómic del videojuego a manos de uno de los autores manga más populares de aquella época, Shotaro Ishinomori. Aunque A Link to the past seguía los estándares de la narrativa del manga, esta obra fue realizada para el mercado americano, por lo que fue publicada con sentido de lectura occidental, un mayor tamaño en las páginas y a todo color. Lo curioso vino después, cuando posteriormente se recopiló en Japón en un único volumen, manteniéndose su sentido de lectura occidental.
Con el pasar de los años, y a pesar de que Akira Himekawa hizo su propia versión de A Link to the past, se recuperó en Estados Unidos la clásica obra de Ishinomori en una nueva edición en 2015, misma versión que acabó llegando a nuestro país a finales de 2016.
La leyenda de Zelda
Muchos siglos antes de que diera comienzo la historia de A Link to the past, la Trifuerza era una reliquia que se encontraba en el mítico Reino Sagrado y era capaz de otorgar un gran poder a quien la poseyera. El villano Ganondorf consiguió llegar hasta ella, transformando el Reino Sagrado en una tierra maldita llamada el Mundo Oscuro. Dispuesto a formar un ejército y conquistar Hyrule, fue finalmente detenido por Siete Sabios, sellando el Mundo Oscuro y encerrando a Ganondorf allí para siempre.
La historia de A Link to the past arranca cuando un poderoso mago llamado Agahnim intenta romper el sello de los Siete Sabios. Para ello debe realizar un ritual con las Siete Doncellas, las descendientes de los Siete Sabios. Cada noche rapta a una de estas doncellas y las manda al Mundo Oscuro para preparar así el ritual. Zelda, princesa de Hyrule, resulta ser una de esas Siete Doncellas y la noche que es raptada pide auxilio telepáticamente. La petición de ayuda llega al tío de Link, descendiente de caballeros que juraron defender a los Siete Sabios cuando el Mundo Oscuro fue sellado. Link, que sigue a su tío a hurtadillas, descubre como muere a manos de Agahnim intentado detener el rapto de Zelda. Entonces el joven héroe recoge la espada y escudo de su tío, jurando cumplir la misión y salvar a Zelda.
De esta manera arranca la obra de Ishinomori. Un inicio prácticamente calcado al del videojuego sin ofrecer cambios aparentes. Los cambios llegarán más adelante, añadiendo personajes como Ronan o alterando algunas fases de la historia. Estos cambios, según afirmó el autor, fueron para añadir dramatismo e incertidumbre al lector, que ya conocía la historia al haber completado el juego.
El trabajo en este aspecto de Ishinomori es impecable, salvo por el hecho de que se nota de que se trata de un “encargo”, limitado a doce entregas mensuales. Si ya de por sí se hace complicado condensar en doce capítulos toda la trama de A Link to the past, da la sensación de que el autor tampoco supo calcular bien el desarrollo del mismo.
Mientras los primeros capítulos describen brillantemente los primeros pasos de Link, rescatando a Zelda y consiguiendo la Espada Maestra, después parece que el autor se quedó sin espacio. Hacia la mitad de la obra es cuando el mangaka empieza a condensar la historia, resumiendo tramos del videojuego en apenas unas viñetas o directamente eliminándolas de la historia. Todo con la intención de poder dedicar los dos últimos capítulos al enfrentamiento con Ganondorf.
Sin lugar a dudas, esto lastra bastante la lectura de la obra, que arranca increíblemente bien, pero acaba convirtiéndose en un resumen muy ligero de varias fases del videojuego.
El arte de Ishinomori
En el apartado artístico de la obra, Ishinomori, heredero del Tezuka como muchos otros contemporáneos, no pierde el estilo cartoon tan característico de la época, fusionándolo con los diseños clásicos de Nintendo. Esto logra una mezcla que funciona muy bien. Ojos grandes, caras muy expresivas, proporciones algo exageradas, son algunas de las señas de identidad de este estilo clásico.
Un detalle que suma en este apartado es el color. Alejándose del coloreado digital tan impuesto en la industria actual, es una gozada disfrutar página a página del color de las acuarelas empleadas por Ishinomori. Especialmente esto se intensifica en las ilustraciones a página completa o a doble página, donde podemos disfrutar en todo su esplendor de la calidad de este autor.
Pero al igual que con la obra en general, mientras que los primeros capítulos está todo lleno de detalles, fondos trabajados, sombras, etc; más adelante se va convirtiendo poco a poco en viñetas más planas y composiciones con líneas cinéticas para explicar acciones que al principio desarrolla en varias viñetas.
El Rey del manga
Shōtarō Ishinomori es una de las figuras más importantes de la historia del manga. Es por esto que seguramente Nintendo no se lo pensó mucho para acudir a él para que realiza esta adaptación con la intención de poder promocionar el juego en los Estados Unidos.
Contemporáneo de Osamu Tezuka, comenzó como asistente de este en Astro Boy, antes de lanzarse en solitario con obras que han quedado para el recuerdo del aficionado, influenciando a generaciones posteriores. Ejemplo de ello es Cyborg 009, creado en 1963, fue el primer manga que mostraba un grupo de superhéroes con poderes en Japón.
Aunque Ishinomori siempre es recordado más por su faceta televisiva, donde es considerado el padre del tokusatsu, género tremendamente popular en Japón. Este fue el creador de Kamen Raider y muchas de sus secuelas. Pero entre otras de sus creaciones también encontramos éxitos como Kikaider, Robocon o Skull Man. Personajes reversionados posteriormente por otros autores.
Aunque quizás la anécdota más curiosa de este maestro del manga fuera que él provocó que Tezuka fuera bautizado como Dios del Manga. Siendo contemporáneos, cuando Ishinomori comenzó a ganar popularidad, ya que no paraba de realizar obras, fue tildado por la prensa como “El rey del manga”. De hecho tiene el Récord Guinness de ser el autor de cómic más prolífico de la historia, con 500 tomos, 770 historias diferentes y 128.000 páginas publicadas. Ante esta situación Tezuka, que siempre fue una persona bastante temperamental, le preguntó por ese mote en un encuentro, «Si tú eres el Rey, ¿yo que soy?» Y fue Ishinomori el que le dijo: «por supuesto, usted es el Dios el Manga».
Fantástica edición
La edición de The Legend of Zelda: A Link to the past puede ser de las mejores que hemos visto publicadas a lo largo del 2016. Editado en formato álbum europeo y a todo color, el trabajo de Norma en este aspecto es simplemente perfecto. El álbum tiene un tamaño de 20,6 x 27,6 en formato cartoné, en tapa dura con 196 páginas a todo color.
Las páginas al ser de un tamaño mucho mayor al del formato manga tradicional, dejan disfrutar aún más si cabe el arte de Ishinomori, especialmente en las ilustraciones a página completa.
La impresión de Norma, a pesar de ser una obra antigua, no se ve mermada por ese gran tamaño. No se atisban píxeles ni borrones, todo lo contrario, los colores de las acuarelas de Ishinomori brillan magistralmente.
Opinión personal
The Legend of Zelda: A Link to the past de Shotaro Ishinomori a pesar de no ser una de sus mejores obras, es una joya que no puede faltar en la estantería de cualquier aficionado de la franquicia Zelda. La edición de Norma es espectacular, los retrasos a la hora de sacar el álbum –previsto inicialmente para la primera mitad de 2016- han hecho merecer la pena la espera. Se nota el mimo y el cuidado que está teniendo la editorial con todo lo referente a Zelda, tras publicar los mangas y el fantástico libro de Hyrule Historia.
La obra en sí no llega a obra maestra. Tiene luces, entre las que está el fantástico dibujo de Ishinomori y sus acuarelas. Pero también tiene sus sombras, que hacen que la obra no acabe de ser redonda. Ese lastre de las 12 entregas cerradas y fijas, pesan demasiado en el desarrollo de la historia, dando la sensación de que, si el autor hubiera tenido más libertad y espacio, hubiéramos disfrutado de una obra mejor.
Lo mejor:
- Que es de Shotaro Ishinomori, uno de los grandes olvidados en España.
- Una obra espectacular a todo color.
- Su tamaño y edición.
Lo peor:
- La segunda parte de la obra parece estar finiquitada rápidamente por falta de espacio.
- Que de la sensación de ser un encargo y no de una obra más personal del autor.
The Legend of Zelda: A Link to the Past
Editorial: Norma Editorial
Formato: Cartoné con stamping dorado 20,6 x 27,6 cm
Tomos: 1 (Finalizada)
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