El nombre de Ken Wakui era desconocido fuera de Japón hasta que su última obra, Tokyo Revengers, se convirtió en uno de los mayores pelotazos de la industria de los últimos años. No obstante, el mangaka contaba ya con varios títulos a sus espaldas, con mayor o menor éxito, basados sobre todo en sus experiencias personales. Queriendo aprovechar el filón de Tokyo Revengers, Norma Editorial licenció en 2022 gran parte de estas obras, la primera de ellas Sekisei Inko. En ella, Wakui le da un giro a la concepción que todos podíamos tener de él y, para esta obra, intenta explorar otras vías mucho más profundas y filosóficas.
Sekisei Inko se publicó entre diciembre de 2013 y marzo de 2015 en la revista Weekly Young Magazine, de la editorial Kodansha. Al publicarse en una revista seinen, la obra muestra una faceta más madura en la que los toques de ciencia ficción aligeran una trama espesa, llena de interrogantes. Lamentablemente, este «experimento» no le salió del todo bien a Ken Wakui en lo que a ventas se refiere y Sekisei Inko fue cancelada, quedando recopilada en 5 tomos.
A pesar de su cancelación, esto no quiere decir que Sekisei Inko no merezca la pena. Nos permite ver una faceta diferente de Ken Wakui que merece la pena descubrir. Siguiendo con la moda de los tomos dobles e, incluso, triples, Norma Editorial edita Sekisei Inko en una edición integral de dos volúmenes, que ya es posible conseguir al completo.
La edición
Norma Editorial edita Sekisei Inko en un formato de rústica de tapa blanda con sobrecubierta, tamaño «Tokyo Revengers», a un precio de 16€ cada volumen. El primer tomo se puso a la venta el pasado 8 de diciembre, como novedad de la última edición de Manga Barcelona. Asimismo, para hacer más atractiva la compra, Norma Editorial incluye en la primera edición de este tomo una shikishi dibujada por el propio Ken Wakui en exclusiva con los principales personajes de sus obras y que ya hacía presagiar lo que vino el sábado del evento: Shinjuku Swan y Dessert Eagle se publicarán también en España
Por otro lado, de las portadas de Sekisei Inko, la editorial ha apostado por la del tomo 2 para ilustrar este mastodóntico volumen. No obstante, que el tamaño no os engañe, ya que es más manejable de lo que parece. A pesar de la enorme cantidad de páginas, el tomo puede abrirse relativamente bien y no me parece que no se puedan leer con bastante soltura los textos más cercanos a los márgenes. Quizás, por su tamaño y peso no sea todo lo cómodo que muchos quisieran (y, seamos sinceros, este tomo no es lectura para la cama, porque se te cansarán los brazos), pero no cabe duda de que, junto al segundo tomo, esta colección luce muy bien en la estantería.
El segundo volumen se presenta en el mismo formato que el primero y para él se ha elegido la portada del quinto y último tomo de la obra. El resto de las portadas se encuentran en el interior de las páginas de ambos tomos, pero lamentablemente están en blanco y negro y no se puede apreciar el estilo tan particular de las ilustraciones, que parecen estar dibujadas con lápices de madera.
En cuanto a la traducción, esta corre a cargo de Alejandro Sánchez, de Daruma, y es muy buena. Hace que podamos pasar con comodidad y fluidez por las viñetas y nos podamos sumergir aún más en la lectura.
Con todo ello, podemos decir con total seguridad que Norma Editorial presenta una edición más que notable para Sekisei Inko. Sin errores, buena traducción y buena encuadernación, cuidado hasta el más mínimo detalle. Pero, para algunos, eso no será suficiente. Gastar 32€ en dos tomos de dimensiones considerables invita a muchos a una reflexión a fondo antes de hacerse con su compra. Por eso, a continuación, os contamos de qué va Sekisei Inko y qué tiene de especial.
En búsqueda de nuestra propia identidad
La historia de Sekisei Inko sigue a Nana Kaneda, también conocido como Seven, un joven de 17 años que padece amnesia inducida por el trauma de descubrir el cuerpo sin vida de su compañera de clase y novia, Hiwako Shima. Tras ser dado de alta del hospital, Nana es recogido por un misterioso benefactor, quien le invita a continuar con su vida.
Nana no se limitará solo a volver a la escuela, sino que deseará reconstruir sus recuerdos. Para ello, cuenta con la ayuda de la misteriosa figura de Memoria, un ente con forma de luna creciente, que dice ser la personificación de los recuerdos de Nana y asegura habitar en su mente. Cuando el chico se encuentre ante una situación que le haga recordar algo, se manifestará una llave que le dará Memoria, así como una puerta, que le permitirá abrirla para acceder así a una parte de sus recuerdos.
A partir de aquí, y a medida que se vayan sucediendo los capítulos, la historia empieza a alejarse bastante de la simple búsqueda de un asesino: tendremos batallas con poderes psíquicos (llamados aquí «bugs»), la búsqueda de la inmortalidad y un enfrentamiento entre organizaciones secretas que iniciaron su rivalidad durante la guerra ruso-japonesa en Manchuria.
De hecho, los primeros capítulos de Sekisei Inko son puro caos. Hay pequeñas pinceladas de información sobre Nana y las circunstancias del asesinato de Hiwa, aparecen personajes misteriosos que desean por alguna razón acabar con el protagonista, mientras que otros resultarán ser piezas clave de una historia que se enrevesa más de lo que puede indicar a simple vista.
Por mi parte, no creo que todo esto sea casual. En mi opinión, es el deseo de Wakui de que comprendamos la confusión de Nana y vayamos descubriendo con él esas partes ocultas e inconexas de su pasado. De esta manera, a través de las páginas de Sekisei Inko, Ken Wakui nos muestra el viaje introspectivo que recorre Nana y que culmina en un capítulo final muy filosófico y profundo. Dada su cancelación, hay ciertos aspectos de la trama que se resuelven rápido y habrían dado mayor margen para su exploración, pero, aún así, el mangaka fue capaz de cerrar esta historia de forma más que notable.
Sin ninguna duda, podría hacer una reseña más pormenorizada y extensa de muchos de los conceptos de esta obra, pero hacerlo sería desentrañar una historia que merece la pena ser leída sabiendo lo menos posible de ella. Solo así uno puede sorprenderse con cada revelación, cada giro de la trama, y poder ahondar de un modo fascinante hasta dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Definen los recuerdos a una persona? Esto, junto a los ya mencionados elementos más fantásticos y de ficción, hace que la lectura sea más amena y que Wakui pueda transmitir un mensaje mucho más adulto de forma muy efectiva.
Ken Wakui, identidad encontrada
En Sekisei Inko, Ken Wakui demuestra todo su potencial artístico. Si bien las proporciones con los personajes, a veces inverosímiles y que ya daban algo de qué hablar en Tokyo Revengers, siguen estando ahí, el mangaka consigue sorprender con un dibujo muy detallado y, al tratarse Sekisei Inko de un seinen, mucho más oscuro y más maduro, con un trazo no tan limpio. Las viñetas, aunque en muchos casos están recargadas, no suponen impedimento para disfrutar de la lectura. El autor recurre en numerosas ocasiones a viñetas grandes, muchas dobles páginas, para impresionar con el poderío de su trazo, dando peso a las sombras, que no faltan en ninguna página, y otorgando así a Sekisei Inko un cariz muy diferente al que estamos acostumbrados.
Por otro lado, en Sekisei Inko podemos apreciar ya aspectos que son recurrentes en otros de sus títulos. Su pasión por el diseño y la moda se ve reflejada en la composición de las viñetas y los objetos que las adornan. Ese gusto por la ropa y el estilo art decó en los muebles siguen siendo uno de los puntos más atractivos e interesantes del mangaka. De hecho, podríamos decir que forman parte ya de su identidad.
La obsesión por el detalle tiene su mayor representación de nuevo en Memoria. El personaje encarna todo lo que venimos diciendo que es Ken Wakui como mangaka: está repleto de detalles que no son diferentes en cada aparición, sino que siempre están en el mismo sitio. El autor se divierte con el personaje, alternando su forma y jugando con él a la hora de construir las viñetas, desplegando una serie de dibujos que sorprenden por su composición técnica y artística. Sin ninguna duda, un gran trabajo por parte del mangaka.
Conclusión
Sekisei Inko es un manga sobre la pérdida, la recuperación, el descubrimiento y la búsqueda de uno mismo. El arte es diferente y, aunque la historia puede parecer un poco simple e inconexa al principio, alberga tantas sorpresas y giros que hacen que la recompensa una vez la has acabado merezca la pena.
Seguramente no sea un manga para todo el mundo, pero dada su extensión, es una buena puerta de entrada para que todos aquellos que no se sienten atraídos por Tokyo Revengers puedan conocer a Ken Wakui. Tras leer Sekisei Inko, puedo decir con total seguridad que ha sido una obra muy infravalorada y me alegra que Norma Editorial le haya dado una oportunidad a este manga, a pesar de sus circunstancias. Sekisei Inko deja con buen sabor de boca y eso, al final, es lo que de verdad importa.
Lo mejor
- Ken Wakui no escribe una historia plana, sino llena de capas y giros que consiguen renovar el interés del lector en cada capítulo.
- El arte. Puede que a muchos no les agrade el dibujo de Wakui, pero es innegable que el mangaka tiene un estilo inconfundible y en Sekisei Inko lo explora a su máximo esplendor.
Lo peor
- La obra fue cancelada y eso, lamentablemente, se nota en la conclusión. Wakui intenta resolver de forma rápida las principales tramas y da la sensación de que todo ha sido incluso demasiado fácil para una historia tan compleja.
Sekisei Inko Edición Integral
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta 14,8 x 21 cm
Tomos: 2 (Finalizada)
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