Tras el decepcionante estreno en 2012 de la franquicia Saint Seiya en PlayStation 3 con Saint Seiya: The Battle of Sanctuary, el año pasado llegó su secuela, o mejor dicho, un lavado de cara del anterior. Se decidió para esta nueva entrega el descartar y dar por perdida la apuesta por el hack and slash del primer juego para centrarse este segundo en las peleas 1 vs 1 que tan flojo se presentaron The Battle of Sanctuary.
Como viene siendo habitual, este juego nos llega de la mano de Bandai Namco, con la garantía positiva que con eso conlleva tras el éxito de muchos de sus juegos del género, pero a la vez haciendo que las comparaciones pudieran ser odiosas entre sus títulos. Este, por ejemplo, no despeja la duda de que si la propia Namco tiene preferencias (o le pone “mayor empeño”) a la hora de desarrollar unos juegos en comparación con otros de la propia compañía.
Uno o dos pasos por delante de la primera entrega.
A diferencia de su predecesor, Saint Seiya Brave Soldiers abarca todo el anime de Saint Seiya, o al menos las tres grandes sagas de la historia: la Saga del Santuario (directamente en las 12 Casas), la Saga de Poseidón y la Saga de Hades (Santuario, Infierno y Elíseos). El objetivo de los Caballeros no se le escapa a nadie a estas alturas, salvar a la diosa Atenea de todos los problemas en los que está destinada a meterse, siendo los cinco Caballeros de Bronce los principales protagonistas. En la primera saga los caballeros de bronce libraran una batalla fratricida contra los Caballeros de Oro y el Patriarca con el fin de que se reconozca a Saori Kido como la reencarnación de Atenea. La segunda transcurre en el santuario submarino de Poseidón, donde los enemigos serán el propio dios del mar y sus siete generales. Y por último la Guerra Santa que, una vez más, enfrenta a la diosa Atenea con su enemigo natural desde la era mitológica, Hades y sus 108 espectros.
Los modos de juego ganan también con respecto a la entrega anterior. Al ya clásico modo historia, donde se representan las peleas que transcurren en la historia original, se le unen nuevas opciones en el modo batalla, el cual ya no se limita al clásico 1 contra 1, teniendo como rival a un amigo o a la consola. Con un número final rondando los 50 personajes a elegir (contando que muchos poseen varias armaduras) estos modos se hacen más interesantes si cabe.
Los nuevos modos son Batalla Contra (peleas con 8 tipos de reglas de combate diferentes a elegir, es decir en cada una el jugador deberá de seguir una pauta diferente para ganar), Supervivencia (nos iremos enfrentando a rivales y tendremos que ganarlos uno tras otro de manera consecutiva, recibiendo mayor puntuación cuantos más rivales derrotemos), Guerra Galáctica (el clásico modo torneo, que recuerda al torneo galáctico del inicio de la serie, solo que según vas ganando torneos desbloqueas nuevos torneos más complicados y con rivales de superior categoría), y Entrenamiento. Tampoco nos olvidamos del modo de Batalla Online, que nos permitirá batirnos contra rivales de todo el mundo a través de la red (y va bastante bien en cuanto a fluidez, la verdad, al menos las partidas que he jugado).
La jugabilidad y la fluidez de las peleas usa el referente de la saga Naruto Ultimate Ninja Storm, guardando muchísimo las distancias, obviamente. Todo los botones del mando tienen alguna función, pero si estás acostumbrado a juegos de lucha conseguirás desenvolverte bien tras jugar unos pocos combates. A diferencia de lo que vimos en la serie de televisión, el juego apuesta mucho por el combate cuerpo a cuerpo teniendo una gran cantidad de combos disponibles para ejecutar, sin olvidarnos de todos los ataques mágicos y carismáticos de cada personaje, teniendo cada uno dos ataques especiales y un ataque definitivo denominado Big Bang. Los movimientos y ataques básicos de cada personaje son diferentes entre sí y se agradece. Como pasa también en las entregas de los Narutos, existe el modo Despertar, solo que aquí se le llama (como no podía ser de otra manera) Séptimo Sentido. Cuando consigues entrar en él, tus ataques proporcionan el doble de daño al adversario.
Si sabemos combinar tanto los ataques como los combos cuerpo a cuerpo con los ataques especiales (racionando bien y recargando a menudo nuestra barra de cosmos) se pueden recrear combates entretenidos mucho más reales que los de la propia serie, que eran prácticamente nulos.
Gráficos que sonrojan a muchas partes del anime pero una floja y repetitiva banda sonora.
En cuanto al aspecto gráfico se refiere, es sin duda uno de los puntos fuertes del juego. Por primera vez en la saga se hace uso de la técnica del cel shading, ganando muchísimo en cuanto a nivel gráfico con respecto a la primera entrega (que era como ver peleas de Myth Cloths) y dando un toque muy real a los caballeros y sus armaduras. Vamos, me atrevo a decir que están mejor animados los personajes del juego que en muchas de las partes de la serie animada de televisión (sobre todo la más reciente). No obstante, con los escenarios del título de PS3 sigue estancado en los juegos de PS2, siendo muy ramplones bajo mi punto de vista.
Con la banda sonora pasa lo mismo, los temas son prácticamente los mismos que los del primer juego que salió para PS2. Una imitación de la banda sonora original, que según en qué momento da el pego, pero no es lo mismo. Pero bueno, este apunte lo encontramos también en los juegos de Dragon Ball (en Europa y América) o en los de la franquicia de Naruto, en los que no se añaden las pistas de la banda sonora original. Una pena porque los juegos con las músicas originales multiplican sus niveles de epicidad. En cambio, los audios si encontramos los originales japoneses, y eso a estas alturas se agradece.
Lo que pudo ser y no fue, parte 2.
Mi opinión personal como frikazo de todo lo relacionado con Saint Seiya, pero también amante del manganime en general, es agridulce.
Este juego esta practicamente pensado y dedicado a los fans de Saint Seiya exclusivamente y no a los de los videojuegos de lucha en general. Es más, podría decir que su público objetivo son los fans de Saint Seiya que solo les gusta Saint Seiya y que ni siquiera son jugadores habituales en los videojuegos. Este título hará las delicias a estos sin ninguna duda, porque es bastante completo en el apartado técnico y en su jugabilidad si no estás muy puesto en otra cosa que no sean los Caballeros del Zodíaco.
En cuanto se abre el abanico de público, como es mi caso, la cosa cambia. El juego me parece normalito, un título que deberás tenerlo porque entretiene si quieres echar unos combates y porque se trata de Saint Seiya, pero nada más. En cuanto lo comparas con otros juegos, Saint Seiya Brave Soldiers naufraga casi por todas partes, en especial si lo comparas con las diferentes entregas de la línea Naruto Ultimate Ninja Storm, títulos que me parecen sublimes como juegos de lucha basados en un anime, dejando este Saint Seiya muy carente en bastantes aspectos. Ya no solo en los combates o en la jugabilidad, sino mismamente en el modo historia. Mientras en los Naruto ves las escenas del anime fielmente recreadas (mejor que en el anime incluso), aquí tienes una imagen estática de un caballero hablándole a otra imagen estática de otro caballero.
Lo definiría en resumidas cuentas como la frase del encabezado “Lo que pudo ser y no fue parte 2”.
Lo mejor:
- Todo el aspecto gráfico, salvo cosillas, me parece genial y muy fiel.
- Los combates a pesar de todo son fluidos, y la cinemática de los ataques big ban esta muy chula y currada.
- Abarca toda la serie de Saint Seiya de principio a fin (quitando Asgard, que era relleno) con la gran cantidad de personajes jugables que ello conlleva.
Lo peor:
- Que te lo acabas enseguida y que en cuanto lo hagas no vas a jugar más.
- Cojea mucho en aspecto técnico y jugable si lo comparas con los Naruto Storm, dejando claro las preferencias de Bandai Namco.
Saint Seiya Brave Soldiers |
Flojo |
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