La sociedad está podrida. Los valores tradicionales y puros que conocimos en el pasado se han pervertido haciendo que hoy día la libertad se haya transformado en libertinaje. Tanto en la música, como cine y cómic los excesos de sexo, violencia y la falta de respeto han sobrepasado los límites. Como cada acción tiene su reacción, un grupo de la sociedad se alza para proteger estos valores con leyes que restrinjan la publicación de obras perniciosas para la población. Esto ya lo hemos podido ver con anterioridad y aún puede verse reflejado en algunos países. En Poison City de Tetsuya Tsutsui se narra una historia de ficción que mezcla peligrosamente estos conceptos con la realidad.
Un manga con mucho mensaje
Planeta Cómic distribuye coincidiendo con el XXIII Salón del Manga de Barcelona la última obra de Tetsuya Tsutsui, Poison City (Yuugai Toshi (有害都市)). Un manga seinen publicado en 2014 en la Jump Kai de la editorial Shueisha y compuesto por dos tomos recopilatorios. Un año después, en 2015, la obra ganó el premio francés Asie ACBD.
En el año 2007 Tetsuya Tsutsui ya mostró su interés en tratar el tema del comic-bashing, inspirado por el Comics Code Authority, el lobby estadounidense creado para autoregular el contenido inapropiado en los cómics para los jóvenes americanos. Sin embargo, Poison City surge como una experiencia personal del autor. En 2009, su manga Manhole pasó de la clasificación de “obra nociva para los menores” a “Incitación a la violencia considerable y crueldad entre los jóvenes” por la agencia de los niños y el futuro del departamento de Nagasaki. Tsutsui no se entera de esto hasta el año 2013, cuando decide reunirse con el comité responsable de esta elección. Como resultado, el autor llega a la conclusión de que la censura no provenía de los temas tratados, sino por el aspecto visualmente explícito de la obra.
Poison City es un manga que hace una radiografía de la realidad sobre la regulación del cómic, un tema de rabiosa actualidad que genera polémica incluso dentro del mundillo otaku.
La polémica Ordenanza por un desarrollo saludable de la juventud, promulgada en 2010 en la Asamblea Metropolitana de Tokio, sirve como columna vertebral de Poison City, estableciendo los problemas que ocasiona los límites de la libertad de expresión en el manga.
Este tipo de legislaciones no son exclusivas de Japón, ya hemos visto cómo en EEUU el Comics Code Authority influyó notablemente en las publicaciones de la primera mitad del siglo XX. A su manera, tenemos la conocida como Ley Mordaza en España (por ahora sin casos específicos en el cómic condenados). Aunque previamente a esta ley, tenemos el caso bastante sonado de embargo de dos portadas de la revista satírica El Jueves por mofarse de la corona española.
Tsutsui se autoreferencia en Poison City mostrando imágenes de sus dos obras más famosas, Manhole y Prophecy, para ilustrar el ejemplo de mangas que caminan en el limbo de ser considerados aptos para jóvenes o no, no ya por su contenido en sí, sino por las imágenes explícitas de violencia.
La obra está bastante cargada de profundidad en temas polémicos y aunque pretende mostrarnos ambos puntos de vista, el autor claramente se posiciona en uno de ellos, obviamente en el que se encuentra él mismo como mangaka. Podríamos establecer varios nexos en común con otras obras como Bakuman, en cuanto el cómo el protagonista es un mangaka que tiene que luchar por poder publicar su obra y llegar a ser alguien.
También hay un momento en el que un autor tiene que asistir a un proceso de reeducación para poder modificar sus hábitos de creación y se nos presenta un método bastante parecido al que se somete el protagonista de La naranja mecánica, buscando el rechazo de la violencia con la sobredosis de la misma.
Con esta obra, Planeta Cómic trae prácticamente todas las obras recopiladas en tomos de Tetsuya Tsutsui salvo su ópera prima: Duds Hunt.
Sociedad y censura
En el año 2019 el gobierno japonés ha aumentado recientemente su participación en la censura de los medios de comunicación. Los próximos Juegos Olímpicos de Tokio aceleran estos esfuerzos. Las representaciones consideradas obscenas por el gobierno japonés se vuelven cada vez más difíciles de publicar, incluso en el manga. Bajo estas circunstancias, el autor de manga Hibino Mikio acaba de tener la oportunidad de publicar su manga de terror: “Dark Walker”. Una historia que se centra en una enfermedad que convierte a las personas normales en caníbales durante la noche. Lo hace trabajando en una industria de manga sacudida por una guerra contra la libertad de expresión.
La obra está ambientada en un futuro bastante cercano, ya que está escrita en el año 2014 pero que se desarrolla en el año 2019, con los Juegos Olímpicos de Tokio a la vuelta de la esquina. Así mismo, se van intercalando tanto la historia principal como páginas de Dark Walker y otros proyectos del autor mediante páginas en “bruto” que permiten narrar la historia a través de un metalenguaje muy original para el lector.
Tanto las portadas de los dos tomos como de las portadillas pueden resultar algo “engañosas” para el lector que no conozca la obra (vamos, a mi me pasó). En estas se muestran imágenes del manga que el protagonista intenta publicar, Dark Walker, y no de la obra en sí, que va por otros derroteros completamente diferentes.
El dibujo
El estilo de Tsutsui es el habitual que ya conocermos y que nos introduce en ese universo que podría ser común en todas sus obras. Es verdad que las personas se diferencian poco unas de las otras y perfectamente podrían ser intercambiables entre sí. Pero aquí lo que prima es la historia y la personalidad de cada personaje.
Cabe destacar los momentos en los que se muestran páginas de las obras de Hibino Mikio, que se pueden diferenciar de las demás porque al encontrarse en bruto podemos ver, entre otras cosas, las líneas de los márgenes y algunas anotaciones en las viñetas.
Tetsuya Tsutsui
El autor de Poison City es Tetsuya Tsutsui, el cual visitó Japan Expo de 2008 y del que podéis leer una entrevista aquí . Comenzó dando sus primeros pasos como mangaka publicando sus obras a través de internet, hasta que llamó la atención de Ki-Oon y de la editorial Square Enix. Estos le propusieron trabajar para ellos. En nuestro país, de este autor se ha publicado Reset, Manhole, Prophecy, su secuela Prophecy: The copycat y ahora esta su obra más reciente, Poison City.
El eje central de las obras de Tsutsui es sin duda alguna el thriller desarrollado en el siglo XXI. Suele centrar sus historias en delitos con cierto toque de misterio, que el cuerpo de policía irá desvelando poco a poco tras su investigación. Planeta Cómic ha tomado buena cuenta del talento de este autor, publicando la mayoría de sus obras en nuestro país.
Edición
Planeta Cómic nos presenta este primer tomo de Poison City en un formato B6 (130×180) en una edición rústica con sobrecubierta y tapa blanda a un precio de 9,95€, con unas 240 páginas en blanco y negro. Las portadas de ambos tomos muestran a los protagonistas de la obra de Hibino Mikio y el segundo volumen se prevé para enero de 2018. Además, la portada del primer tomo es prácticamente idéntica a la japonesa.
Conclusión
Personalmente, me decidí a comprar Poison City porque tenía todo lo publicado de este autor por Planeta Cómic hasta la fecha. Aunque no las considero obras maestras, ni mucho menos, sí que es verdad que puede que sean mangas por encima de la media y que si además se es fan del thriller y del género policiaco, se disfrutan bastante. Este manga rompe un poco con lo que Tsutsui nos tiene acostumbrados, eso sí, sin dejar de lado su estilo inconfundible.
A pesar de todo, sin duda Poison City es un buen manga cargado de mensaje y que vuelve a obligar al lector a escoger bando en un tema ciertamente polémico, como es la libertad de expresión en el manga. También somos testigos de parte del proceso de publicación y del modo de vida del mangaka, tan distantes a nuestra cultura mediterránea.
Cierto es, que como hemos comentado anteriormente, la portada es algo “tramposa” y puede inducir al lector que se guíe por ella para comprar el manga a un concepto erróneo del mismo, pero eso no dejan de ser males menores.
Lo mejor
- Una muy buena radiografía de la legalidad japonesa frente a manga potencialmente dañino para la juventud.
- Está cargada de tantas referencias y capas que le otorgan un gran valor como obra contemporánea y cultural.
- Rompe un poco con parte del estilo del autor sin llegar a ser claramente una obra de Tetsuya Tsutsui.
Lo peor
- Las portadas pueden inducir a ideas erróneas a algún comprador que otro (entre los que me incluyo)
Poison City
Editorial: Planeta Cómic
Formato: Tomo B6 (130x180) rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Tomos: 2 (Finalizada)
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