Comer es una de las necesidades más primarias del ser humano y también uno de los mayores placeres. Aunque en muchas ocasiones, no depende solamente de la comida en sí, sino también de con quién estamos disfrutando del momento. Incluso unos completos desconocidos pueden abrir sus corazones gracias al gran poder de dos palillos (y unos enormes onigiris) como se puede leer en Our Dining Table.
El pasado mes de febrero, Kodai abrió sus puertas al Boys Love a su catálogo con el lanzamiento de Our Dining Table. La verdad que la apuesta no les salió nada mal teniendo en cuenta que el tomo único de Mita Ori se convirtió en el título más vendido en las primeras 24 horas en la tienda online de la editorial.
Publicado originalmente como Bokura no Shokutakuen las páginas de la revista Rutile de Gentosha en 2016, quedando recopilada en un tomo único. Una obra que, a pesar de su corta extensión, deja un buen sabor de boca al lector. Y no solamente por los platos que aparecen en sus viñetas.
Comer es compartir
Yutaka es un oficinista de lo más solitario. Desde muy pequeño, se siente muy incómodo al tener que comer con otras personas. Por este motivo, la hora de la comida de su trabajo se la pasa en el parque comiendo en la más completa soledad. Sin embargo, un día es sorprendido por un niño llamado Tane a quién le llama la atención los enormes onigiris de Yutaka. Pero el pequeño no se encuentra solo en el parque, sino que está acompañado de su hermano mayor Minoru. A partir de este momento, Yutaka se despedirá de su soledad para siempre…
Con este sencillo argumento, Mita Ori nos presenta una historia sin grandes pretensiones más allá de ver cómo pasan el rato el trío protagonista en torno a distintos platos de comida. Irán profundizando en su relación y abriéndose los unos a los otros, donde tampoco faltará el amor. Eso sí, un amor inocente y muy puro.
Es una obra que, a pesar de ser un tomo único, se cuece a fuego lento. Entre escenas cómicas y pequeños aderezos de drama, la narrativa va avanzando hacia un final bastante satisfactorio. Aunque uno habría deseado más historias del trío protagonista (algo que reconoce la propia autora). Es cierto que quedan frentes abiertos y que se podría haber profundizado en algunos aspectos, pero este título cumple sobradamente con su mensaje: lo verdaderamente importante de un plato es el calor humano que lo rodea.
Uno de los aspectos principales de la obra es su trío protagonista. Los tres tienen una química que mueven la historia del manga por sí solos. La comida, y sobre todo el carisma del pequeño Tane, son los catalizadores perfectos para que Yutaka y Minoru encuentren su lugar en el mundo. En este aspecto, destaca la ternura del amor que surge entre ambos, lo justo para conmover al lector.
La mejor presentación
Otro de los puntos que contribuyen al tono distendido y afable del manga es el dibujo de Mita Ori. Su dibujo tiene un trazo suave, lleno de grises y que dota de expresión a los personajes con pequeños trazos: una mirada, un sonrojo… Todo ese aura de sencillez es la presentación ideal para la historia que presenta en sus páginas. También destacar que en algunos momentos experimenta con el propio dibujo. Por ejemplo, cuando Yutaka cuenta su pasado, recurre a un dibujo infantil realizado por el propio personaje. Una técnica que también reduce un poco el tono dramático de la historia que está contando.
La comida también está dibujada desde la sencillez. Sin embargo, no por ello parece menos apetitosa. Cualquiera que lea la obra quiere probar los onigiris de Yutaka. Aunque a ello contribuye mucho las reacciones de los protagonistas al comerlos. En definitiva, todos queremos ser Tane.
La mangaka con la cara redonda
Mita Ori es una autora de Boys Love que, hasta la apuesta de Kodai, estaba inédita en España. Una mangaka conocida por presentar una serie de historias donde destaca la sencillez y la ternura del amor que presenta en sus obras.
Debutó como mangaka en 2012 con Shiro no Koro publicada en Cab de Tokyo Mangasha. Este tomo único presenta a un joven que se ve obligado a cambiar de la ciudad al campo, con todo lo que ello conlleva.
Posteriormente, en 2014 publicó Yamada to Shounen en la Canna de Printemps Shuppan y donde ya se presentan algunos elementos que veríamos en Our Dining Table en 2016. Dos desconocidos que, poco a poco (y con comida de por medio), van abriendo sus corazones y ven por qué se necesitan tanto el uno al otro. Este año, también publica varias historias cortas de nuevo en Cab y que quedarían recopiladas en el tomo único Hoppe ni Himawari.
En 2016, además de Our Dining Table, publicó Sensei wa, mada Yume no Tochuu en la revista josei Be Love de Kodansha. Al año siguiente, continúa con el BL con las obras Sakura no Awai y Futari Hyakkei ~Kaze no Owari Haru no Hajimari~, aunque en esta ocasión se trata de dos one-shots.
En 2018 empieza a publicar otra de sus obras más populares, Lionhearts, en la Canna de Printemps Shuppan. Una historia donde los dos protagonistas se reencuentran como adultos después de 10 años y donde todo parece haber cambiado. Actualmente, sigue en publicación.
Además de esta obra, Mita Ori también ha participado en la antología yuri Yuliqueur: Alcohol x Yuri Anthology publicada bajo el sello Ichijinsha. También tiene su propia página de pixiv, además de ser muy activa en Instagram, en la que se define como una mangaka con la cara redonda.
La edición
La edición de Kodai es la habitual del mercado, es decir, tomo tankoubon B6 (13×18 cm) en rústica y tapa blanda con sobrecubierta. En cuanto al diseño de portada, han elegido la tipografía que más se adapta al original.
Una vez dentro, nos encontramos con una ilustración a color de los tres protagonistas que es la mejor puerta de entrada a la historia. También incluye en la parte final los agradecimientos habituales de la autora, así como algunos detalles que permiten conocer mejor el proceso creativo.
El único aspecto que impide que la edición sea perfecta, son una serie de erratas en algunos bocadillos. No obstante, esto son problemas solventables fácilmente en próximas ediciones.
Si añadimos que en la página online todavía está disponible la edición con la postal y dos marcapáginas, sumado al buen gusto que deja la historia, es una obra más que tentadora.
Conclusión
Hay veces que buscamos una historia que nos apasione, que nos invite a devorar cada página, por lo que cuenta, por su épica, por su drama… Pero a veces, uno solo quiere pasar un buen rato en mejor compañía. En este sentido, Our Dining Table es el acompañamiento perfecto.
A pesar de algunos detalles que se podrían haber aprovechado mejor, tiene todos los alicientes para pasar un buen rato. Tres personajes carismáticos, con buena química entre ellos y humor. También tiene su dosis de drama, pero en su justa medida, no empaña el tono calmado del manga. Además, tiene un estilo de dibujo que encaja a la perfección con la historia, aparte de tener un encanto propio.
Por tanto, si estáis buscando una historia para pasar un buen rato, no dudéis en darle una oportunidad. Eso sí, al acabar la obra os entrará un hambre atroz, pero que solo lo podréis saciar en la mejor de las compañías.
Lo mejor
- Los tres protagonistas y su química.
- El tono distendido de toda la obra.
Lo peor
- Que no haya más historias de los tres protagonistas.
Our Dining Table
Editorial: Editorial Kodai
Formato: Rústica con sobrecubierta en formato B6 (130×180 mm)
Tomos: 1 (Finalizada)
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