¿Qué es la vida? ¿A qué venimos al mundo? ¿Cuál es nuestro sino? La vida no siempre nos muestra un camino claro y más bien es una sucesión de malas decisiones, cambios vertiginosos, rosas con muchas espinas y bifurcaciones inexplicables. Nos gusta pensar que somos especiales, nos aterra la muerte, nos cuestionamos las ideas más absurdas y, sobre todo, tenemos miedo del mañana cuando ya estamos a solas y a oscuras. Pero, ¿y si realmente pudiéramos tener la oportunidad de redimir nuestros errores y comprender que a veces la vida puede ser maravillosa, aunque solo sea un poco?
Kôki y el ángel
La vida es una mierda. Así de claro lo tiene Kôki, nuestro protagonista, un hombre taciturno y malhumorado que no ha encarrilado su vida como debiera. Trabaja como dependiente en una tienda 24 horas, no tiene dinero, vive en un piso enano destartalado, no tiene pareja ni amigos y, en definitiva, cree que su existencia no tiene sentido. Una noche, dos clientes le meten una paliza por una discusión y uno de ellos lo acuchilla. Kôki se desangra en el suelo y cree que por fin todo acabará, pero entonces se le aparece un ángel… que no recuerda quién es.
One Room Angel es una obra de Harada que fue serializada en 2019 en la revista On Blue, de la editorial Shodensha, hasta finalizar en un volumen recopilatorio. Al mismo tiempo, se trata de una versión adaptada de un one-shot original de la autora, Tomari Ki, que fue recopilado en 2014 en Henai. One Room Angel cuenta además con un epílogo exclusivo para su versión en físico.
En España, podemos leer este volumen de la mano de Norma Editorial, quien ha respetado tanto el título original como el capítulo especial.
Mi ángel de la guarda
¿Qué es la vida? ¿A qué venimos al mundo? Estas son algunas de las preguntas que nos podemos cuestionar todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo a lo largo de nuestra existencia, y es que la vida solo parece ideal e inocua cuando no tenemos noción del tiempo ni del peligro, esto es, la infancia. Pero a medida que crecemos y el destino nos pone la zancadilla, poco a poco perdemos las ganas de seguir adelante y vamos en piloto automático de pura supervivencia. Y cuando llegamos a este punto, empezamos a elucubrar sobre el futuro y si hay alguna razón de peso para seguir pisando esta tierra.
Tras estos pensamientos funestos está nuestro protagonista Kôki, quien tras una serie de desgracias no le ve sentido alguno a su mera existencia, por lo que cuando un contratiempo está a punto de mandarlo al más allá, tampoco siente demasiada pena, solo confusión. Pero al despertar y encontrarse con un ángel que necesita saber cómo murió para volar hacia el cielo, el joven tendrá una segunda oportunidad para saber si la vida en este mundo vale tanto la pena como muchos dicen. Y, por suerte, aprenderá preciosas lecciones y valorará los segundos que atesore con el misterioso ángel.
A grandes rasgos, así podríamos definir One Room Angel, pero la obra va mucho más allá y su valor reside en su mensaje, en el saber leer entre líneas, en saborear cada detalle como si fuera único. Y es que Harada abandona su faceta más descarnada y desvergonzada para hablarnos de la vida, la muerte, el duelo y el limbo que debemos sortear entre medias.
A partir de dos personajes que buscan una razón para su situación actual, la mangaka imprime un ritmo lento y un tono melancólico y atribulado para hablarnos del ser, la energía, el alma o la mera supervivencia, mientras al mismo tiempo nos deja escarbar, bucear y mantenernos a flote entre los pensamientos pesarosos de Kôki o la amnesia del ángel. Kôki debe ayudar al ángel a saber quién es, aunque sabe que no tendrá un final feliz; el ángel debe volver al cielo, aunque no quiere abandonar la tierra porque prefiere imaginar mil futuros diversos donde puede ser cualquier otra persona y no quien es.
Poco a poco vamos encontrando respuestas y atisbamos de un final, pero en ningún momento sentimos que nos contagiamos de una posible esperanza o alegría, pues es más bien todo lo contrario. Ambos protagonistas son funestos, lúgubres y tristes, por lo que sentimos poco a poco que nos embarga la pena y la desazón, porque a fin de cuentas, ambos personajes han tocado fondo, han bailado con la muerte, y quedan pocas razones para sonreír. Pese a todo, Harada añade ciertas pinceladas de alegría o dicha para alentar a los jóvenes, y a nosotros con ella. Porque la vida siempre está plagada de sorpresas, aciertos y desengaños. Y hay que seguir avanzando.
No me cansaría de recomendar One Room Angel por todo lo que supone su lectura, por todo lo que te hace pasar y sentir. Harada nos ofrece la oportunidad de valorar nuestras existencias a través de los ojos de Kôki y de soñar con puras ilusiones a partir de nuestro pueril ángel, y aunque sabemos que al final todo puede ser mentira, nos aferramos a los momentos de felicidad. Harada nos regala esta maravillosa historia sobre autodescubrimiento y autoaceptación, a celebrar la suerte y las segundas oportunidades, a aceptar las desgracias, a no engañarnos y a constatar que la vida es esta mierda, pero es nuestra mierda, y hay que atesorarla.
Como siempre, especial atención al dibujo de Harada, pues se nota su evolución con cada nuevo trabajo que leemos de ella. Al ser One Room Angel de 2019, podemos disfrutar de cada uno de sus trazos y detalles perfeccionados, con un grafismo delicado y minuciosos, que hace que cada viñeta sea una pequeña obra de arte, como cuando retrata las expresiones de tristeza o impotencia de Kôki, que no entiende su vida, o aparece nuestro ángel con sus alas. Sin duda alguna, un dibujo que casa a la perfección con la historia.
¿Qué más decir? One Room Angel es una obra maravillosa y punzante que debería leer todo el mundo. Te atrapa, te conquista, se queda contigo para siempre y te hace sonreír tras derramar más de una lágrima. Porque es sencillo, complicado, triste y bonito. Todo a la vez. Como la vida misma.
Harada, la mangaka sin inhibiciones
Harada ya empieza a ser conocida por muchas lectoras y lectores, pero como siempre pasa, la carrera de la mangaka es mastodóntica y prácticamente inédita en nuestras tierras. La escueta biografía de Harada se limita a saber que nació un 1 de noviembre en la prefectura de Kanagawa, Japón, que es Escorpio y que posee varios alias, como Paraiso. Su primer contacto con el Boys’ Love fue cuando cursaba el instituto y sus primeros pinitos como dibujante, en 2011 con la creación de varios -muchos- doujinshis dedicados al manga shonen Gintama.
Harada debutó oficialmente como mangaka en 2014 con la publicación de varias historias autoconclusivas, como en los recopilatorios Gesu BL o B-Boy Sachiku, pero también dio comienzo a sus primeras obras cortas, como Henai, Nii-chan, Yatamomo o Suki na Hito Hodo.
Desde entonces, la artista ha creado un sinfín de historias sin prisa pero sin pausa, tocando todo tipo de perversiones y tabúes, mostrando romances homoeróticos explícitos y sin censura, pues cree a pies juntillas que en el BL todo encaja a la perfección y no necesariamente hay que añadirle un cándido romance o un final feliz. De esta guisa existen algunas de sus narrativas más importantes, como Color Recipe (2015), Yoru to Asa no uta (2015), Sumomo (2015) o la presente One Room Angel (2019). Como curiosidad, mencionar que en 2020 publicó el oneshot CoDou 2020, donde reúne a varios de los protagonistas de su bibliografía en una historia de corte cómica.
Actualmente, sigue serializando Happy Kuso Life, creada en 2018, y Mics!!, su obra más reciente, nacida en 2020 a través de su cuenta de Twitter.
La edición de Norma Editorial
La publicación de One Room Angel no ha venido exenta de quejas por parte de los lectores más coleccionistas, y es que previamente este manga ha sido publicado en otros países donde se ha ofrecido una edición con extras exclusivos, por lo que se esperaba que la editorial española hiciera lo mismo. Si bien no ha sido el caso, cabe destacar que no tiene nada que envidiar a las extranjeras gracias a su cuidada edición.
One Room Angel se presenta en una edición de rústica con sobrecubierta, de 18,2 x 13cm, con un total de 240 páginas, todas en blanco y negro. La sobrecubierta respeta el diseño original japonés y adapta la tipografía a nuestro idioma. Si la retiramos, encontramos que las portadillas interiores recrean la cubierta exterior, tal y como podemos encontrar en la edición japonesa original. Como suele ser normal en la editorial, se ofrece en papel de gran calidad y con una impresión perfecta.
One Room Angel tiene un precio de 9 euros.
La vida no está tan mal
Harada lo ha vuelto a hacer. Ha demostrado ser una artista de la narrativa y la pluma. Puede que la conozcamos más por BL deslenguados y eroticofestivos, o incluso por tramas más depravadas e ilegales, pero no hay que olvidar que estamos ante una autora todoterreno que se adapta a cualquier género y demografía y lo hace suyo.
One Room Angel es un canto a la vida y a las segundas oportunidades, al perdón y a la aceptación del duelo, al propio camino que todos y todas tomamos a lo largo de nuestra vida y aprendemos a hacer nuestro. Es una obra triste, alegre, demoledora, esperanzadora, viva y caliente, que respira y nos ofrece su propia llama para que la atesoremos en nuestros corazones.
Hay mangas imposibles de recomendar por parte de Harada, pero no es el caso de One Room Angel. Lo recomiendo a todo el mundo. Todo el mundo debe leerlo. Te inspira y te da fuerza, te hace llorar y te hace recapacitar, y por ello hay que leerlo. Si solo piensas leer un manga en todo 2022, que sea One Room Angel. Te cambiará la vida.
Lo mejor:
- Una obra intensa que te cala hondo -La mejor carta de presentación para conocer a Harada.
- Una trama con todos los ingredientes para llegarte al alma.
Lo peor:
- Vas a llorar.
One Room Angel
Editorial: Norma Editorial
Formato: Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta 13 x 18 cms
Tomos: 1 (Finalizada)
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