No corren buenos tiempos en el Reino de Yogo, puesto que la maldición de la sequía se cierne sobre él, tal y como dictaminan los astrólogos. Las profecías también afirman que la culpa de todo ello la tiene Chagum, el joven heredero al trono, quien porta en su interior un misterioso huevo que encierra la clave del incierto futuro de su pueblo. Temiendo que su propio esposo, y padre de Chagum, ordene la ejecución de este último como medio para acabar con la maldición, su madre, la segunda emperatriz, recurre a Balsa, una joven lancera que acepta proteger la vida de Chagum a toda costa, aun bajo la pérdida de la identidad real del muchacho.
Así, Balsa se rodeará de sus aliados y amigos más íntimos para hacer frente a la conclusión de la promesa que, años antes, se hizo a sí misma, y que constituye su principal motor para vivir: salvar ocho vidas, de las cuales la de Chagum es la última, aunque para ello tendrá que enfrentarse a retos y enemigos que nunca antes había siquiera imaginado.
Páginas abiertas de un libro de aventura
Uno de los aspectos más interesantes de Moribito es la riqueza de detalles de los entornos en los que transcurren sus hilos argumentales. El espectador no tarda en sumergirse en esa época imprecisa en la que se desarrolla la historia, que se encuadrada en un mundo imaginario con el que guarda, sin embargo, muchas semejanzas con el Japón feudal. Por su colorido, la calidad de la animación y la estupenda banda sonora, que cuenta con un opening a cargo de L’arc en ciel, en aspectos técnicos es una de las obras más destacables del prolífico estudio I.G. No podía ser menos, puesto que al contar las diez novelas originales con adaptaciones previas en seriales de radio y manga, cuya publicación, a cargo de Square Enix, ha concluido recientemente en Japón, el anime debía lograr algo más que presentar a personajes ya conocidos en movimiento.
Salvo algunas escenas en las que elementos del paisaje o de ingenierías están animados por ordenador y contrasta demasiado con lo artesanal, Moribito es, en cuestiones técnicas, una delicia. Sus personajes cuentan con un diseño sencillo pero efectivo, en especial Balsa, que rompe los estereotipos de la clásica heroína con su físico portentoso, su edad y habilidades guerreras, sin dejar de ser por ello una persona sensible, disciplinada y emotiva. En el diseño de Balsa pueden apreciarse un cierto toque propio que los animadores de estudio I.G, la cual tiene rasgos de otros personajes femeninos de envergadura que protagonizan sendas obras de la casa, como Saya, de la serie Blood+ y la película Blood: The Last Vampire, o la teniente Mokoto Kusanagui, de la celebrísima Ghost in the Shell.
Un título para completar la colección
Quizás resulta algo molesto que las compañías que lanzan anime en este país sigan apostando por la tónica de lanzar ediciones integrales de series que, en su momento, ya lanzaron por volúmenes. Para el aficionado que no lo ha comprado, es obviamente una gran oportunidad de ahorrar dinero y espacio, dado que por lo general cuentan con una presentación compacta, pero no para los que desde un principio los adquirieron.
En el caso de Moribito, guardián del espíritu sagrado, ocurre un tanto de lo mismo. A las personas que ya compraron en su día las tres entregas en DVD, esta edición no les resultará de ningún interés, puesto que no incluye ningún extra con respecto a la anterior edición, si quiera cuenta con un diseño de carátulas diferente. Sin embargo, para los que estén pensando en adquirir una serie y no sepan por cuál decantarse, es una obra a recomendar. La historia, quitando el hecho de que esté protagonizada por una guerrera, tira bastante a lo clásico (conflictos de intereses reales, un heredero que escapa a su destino, muchas batallas, apología del respeto a la naturaleza) y por ello se deja ver sin demasiadas complicaciones. Si bien el ritmo narrativo puede resultar algo lento en ocasiones (se ha respetado esencialmente el argumento original, aunque hay algunos capítulos de relleno), no es, ni mucho menos, una serie del montón.
En cuanto al doblaje al español, es bastante correcto, como acostumbra el equipo de Selecta Visión; los menús de navegación son un tanto sencillos pero vistosos, algo que podría tildarse de funcional, como la edición en sí: cajas muy finas para separar cada volumen (integrado por dos discos) y una caja de cartón de buen diseño que los alberga en los tres, ocupando el menor espacio posible.
En resumen, Moribito no es un anime de fantasía épica al estilo de Record of Lodoss War, ni se convertirá en un clásico en nuestro país como Slayers. Es un título adecuado para los que gusten de la cultura asiática y las buenas historias de superación personal mezcladas con una pizca de magia. Ideal para esos días tranquilos y apacibles de vacaciones de verano.
Lo mejor: Balsa, la protagonista.
Lo peor: La historia a veces resulta un poco lenta.
Ficha técnica:
Título en español: Moribito, guardián del espíritu sagrado
Título original: Seirei no Moribito
Dirección: Kenji Kamiyama
Animación: Production I.G
Distribuidora española: Selecta Visión
Duración: 650 minutos aproximadamente (6 discos, 26 episodios de 25 minutos cada uno).
Soporte: DVD9
Idiomas: Español 5.0 y 2.0, Japonés 2.0
Subtítulos: Español
Imagen: 16/9
Extras: Fichas técnica, artística, y notas de producción
Precio: 29,95 € Edición integral, 6DVDs
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