Medaka Box es uno de los hits de 2012 y uno de los títulos que el fandom español esperaba. En un golpe de mano, Ivrea apostó por la serie ilustrada por Akira Akatsuki y escrita por Nisio Isin y empezó a publicara finales de verano cosechando un éxito contundente. Se trata de un shonen ligero, de humor… pero ¿qué tiene de especial?
El manga comenzó a publicarse hace solo tres años, en mayo de 2009, en la revista Shonen Jump, compartiendo páginas con auténticos pesos pesados del sector como One Piece, Bleach o Naruto. A lo largo de estos tres años ha recopilado hasta el momento 17 volúmenes, manteniendo una identidad muy marcada y singular.
En abril de 2012 fue adaptada al anime de manos de Gainax (Evangelion, Gurren Lagann, FLCL) emitiéndose en TV Tokyo sus doce episodios hasta el mes de junio. Hace unos días, el 10 de octubre, ha estrenado su segunda temporada, Medaka Box Abnormal.
Argumento
Medaka Box relata los días como estudiante de primer año de Kurokami Medaka tras ser elegida como presidenta del Consejo de Estudiantes. Buscando ayuda para ello, recurre a su amigo Hitoyoshi Zenkichi y juntos trabajarán para hacer de la Academia Hakoniwa un sitio mejor con ayuda de un buzón de sugerencias… aunque los problemas que se encuentran no serán para nada usuales.
Pero tampoco lo son ellos: Medaka es una mujer perfecta en todos los sentidos. Atractiva, inteligente y, sobre todo, buena en el sentido más literal de la palabra. En su creencia de que todo el mundo es como ella, Medaka escucha a los más bala perdida y trata de ayudar a gente que evidentemente quiere aprovecharse de ella. Pero de alguna manera, siempre sale airosa y consigue llevar a su extraño y particular redil a todo el mundo.
El planteamiento es muy simple. Pavorosamente simple. Pero al mismo tiempo es radicalmente eficaz. Lo hacen funcionar sin problemas, consiguiendo que esas primeras historias que en la mayoría de shonen se hacen tediosas hasta que comienzan las sagas con enjundia, aquí resulten amenas.
No deja de ser una comedia shonen estudiantil, con combates de por medio, competiciones y lo cierto es que hay hasta paralelismos y similitudes con Suzumiya Haruhi pero está afrontado desde una perspectiva bastante diferente y, desde mi punto de vista, bastante más atractiva y mejor resuelta gracias a las ocurrencias de guión y un mayor sentido crítico.
Una caja de sorpresas
Partamos de la base de que yo inicié la lectura desde el escepticismo. Había oído hablar mucho y bien del manga pero el hecho de que viniera de la Shonen Jump, al contrario de para mucha gente, no era exactamente un punto positivo para mí. Soy de esas personas a las que no le suelen gustar las series más habituales, y en la Jump se marca el patrón.
Pero lo cierto es que Medaka es y no es una serie al uso al mismo tiempo. La fórmula es bastante típica, sí: hasta el segundo tomo publicado hoy por hoy en España no dejan de ser pequeñas aventuras autoconclusivas tocando lugares comunes del shonen que son todo un clásico. Sin embargo, Medaka Box consigue tener éxito en lo que muchos fracasan estrepitosamente: en reírse a carcajadas de los tópicos del manga.
En cierta manera, Medaka Box se aprovecha de la fórmula, valiéndose del cliché para reírse abiertamente de él llevándolo al absurdo más extremo. A eso se le otorga el valor añadido de que Isin sabe darle una vuelta de tuerca adicional, tanto al desarrollo como a las conclusiones de las pequeñas historias que se suceden una detrás de otra.
En ese sentido el guión juega con habilidad, girando y retorciéndose haciendo que se sucedan las sorpresas e intentando esquivar lo predecible con todo el esfuerzo posible. Eso, en un panorama arriesgado como la Shonen Jump es toda una maniobra de equilibrismo de la que decir que Isin sale airoso es quedarse corto.
Además, al contrario que a mucha gente, el dibujo me parece cuidado y delicado, con muy buen pulso de mano de Akatsuki. Narrativamente es un tiro: eficacia total página a página que te transporta de forma certera a través de las viñetas con un ritmo endiablado pero sin hacer alardes ni excesos.
Personalmente creía que el fanservice sería mucho más fuerte y más constante. Pese a que hay fanservice y a veces resulta algo forzado, no es lo suficientemente continúo ni exagerado como para resultar una constante cansina y desagradable. Es obvio que las proporciones de Medaka son las que son, pero la serie no es un desfile de fanservice y ni los argumentos ni los planos de cámara buscan continuamente mostrarnos las curvas de los personajes femeninos.
Una galería de personajes extremos
Sin lugar a dudas el mayor fuerte de la serie está en sus personajes. Absurdamente exagerados y forzados hasta resultar una caricatura pero, al mismo tiempo, con capacidad de sorprenderte y de añadir algún matiz más allá de lo que resulta más obvio.
Todo el humor de la serie se basa en ellos, en como interaccionan y reaccionan con planteamientos en un principio simples pero que se van torciendo hasta resultar originales y creativos.
Esta serie nunca va a ser una serie humana, con personajes cercanos y creíbles. Desde un primer momento te lo deja claro y te lo muestra de forma cristalina.
Puedes aceptar el juego o no pero si lo haces entrarás en un universo disparatado. Eso sí, hasta el momento, al menos a mí, no me ha generado ninguna carcajada aunque sí es de esos manga que consiguen tenerte con una media sonrisa durante prolongados períodos de tiempo.
Y así nos dejamos llevar por el alto sentido de la justicia de Medaka o el aire resignado con el que Zenkichi se ve arrastrado continuamente.
El diseño de personajes me parece también muy acertado, divertido y creativo. Los personajes resultan característicos y muy reconocibles ya no solo por sus personalidades muy diferenciadas entre sí sino también por el apartado gráfico.
Adaptación al anime
En la primavera de 2012 Medaka Box se adaptó al anime de manos de Gainax. La adaptación fue dirigida por Shouji Saeki (Mahoromatic: Summer Special, He Is My Master) que también realiza el el guión del proyecto.
En el reparto de voces nos encontramos con Aki Toyosaki (K-ON!!, Beelzebub) interpretando a Medaka Kurokami y Yuuki Ono (Fairy Tail, Kimi ni Todoke) como Zenkichi Hitoyoshi. Emiri Katou (Kyubey de Puella Magi Madoka Magical) interpretó a Hansode Shiranui, Daisuke Namikawa (Yu Narukami en Persona 4) fue Kouki Akune y Ai Kayano (Inori de Guilty Crown) realizó el papel de Mogana Kikaijima.
Para el opening Minami Kuribayashi interpretó el tema Happy Crazy Box mientras el ending, titulado Ohanabatake ni Tsuretette, corrió a cargo de la seiyuu de la protagonista, Aki Toyosaki. Para la segunda temporada repite Kuribayashi con el opening con el tema musical BELIVE.
Curiosamente los trabajos anteriores de este director son dos de las obras que menos me han gustado de Gainax y, por desgracia, algo similar me vuelve a ocurrir con la adaptación de este manga, resultándome algo tosco y carente del ritmo que tiene su versión en papel. Tampoco me gusta la adaptación de los personajes originales por parte de Ikuo Kuwana, que les hace perder parte del atractivo original.
Una dupla dispar
De los dos creadores de Medaka Box probablemente el más conocido es Nisio Isin. Más novelista que guionista de manga, nos encontramos con otra obra publicada suya en España, aunque se trata de una novela: Death Note: Another Note – El caso del asesino en serie BB de Los Angeles, que trajo Glénat hace un par de años.
Y es que la colaboración con Obata no finaliza únicamente ahí ya que junto al dibujante de Death Note y Bakuman realizó el oneshot Urooboe Uroboros! en el año 2008.
Pero si es conocido este autor es, sin lugar a dudas, por la saga de novelas Monogatari, de las que se ha realizado una adaptación animada con notable éxito y que acumulan un total de trece volúmenes sin que se haya finalizado aún. Con anterioridad realizó otra saga de novelas, Zaregoto, que recopiló 9 volúmenes.
Más recientemente ha comenzado a guionizar otro manga, titulado Zerozaki Soushiki no Ningen Shiken y dibujado por Iruka Shiomiya. Se serializa en la revista Afternoon de la editorial Kodansha y lleva dos tomos en el mercado.
En cuanto a Akira Akatsuki, comenzó en el mundo doujin realizando fanzines basados en Mahoromatic y dio el salto profesional haciendo hentai para Biblos en el año 2002, con el tomo Muri wo Shouchi de Koibito desu.
Sin embargo, comenzó a publicar para Shueisha en 2007, con Contractor M&Y una obra que recopiló dos tomos y que se publicó en la Shonen Jump. En 2009 lo intentó en la Akamaru con un oneshot titulado Little Brave Pukateriosu pero el reconocimiento como mangaka no le ha llegado hasta Medaka Box.
Estándar de Ivrea y sobresaliente traducción
Ivrea es la encargada de la edición en castellano y ha realizado un trabajo sobresaliente como es costumbre en la editorial. Se trata de un tomo C6 (114×12), es decir de un tankoubon de toda la vida, pero los materiales utilizados son los ideales y con un buen trabajo de maquetación y diseño detrás.
Además el primer volumen incluye una caja para recopilar los seis primeros tomos. Para ser sinceros, la caja en sí, tanto de diseño como de calidades, es algo inferior a las que suele proporcionar Norma Editorial para sus series aunque eso no quita que sea un regalo atractivo.
Mención aparte merece el trabajo de traducción realizado por Nathalia Ferreyra, traductora habitual de Ivrea tanto en España como en Argentina y que ha trabajando en series como Black Bird, Bakuman o D. Grayman. La adaptación al castellano es brillante, muy bien redactada y ágil.
Se trata de una serie con bastante texto y que podría haber sido algo farragosa y que no lo resulta. Además le imprime ese aire gamberro que tiene la serie, utilizando modismos muy españoles y coloquiales pero sin abusar en exceso de ellos. Todo un gustazo en un aspecto que, en algunas ocasiones, sí se descuida algo más pese a ser fundamental.
Conclusión
Medaka Box no es una obra deslumbrante y que vaya a hacer historia pero sí es una obra efectiva, sólida, amena, disfrutable y que entretiene. No engaña a nadie en ningún momento: cuando lees Medaka sabes perfectamente lo que compras y entras en el disparatado juego de Isin.
Y es un juego de extremos, donde sus personajes podrían resultar exageradamente histriónicos de no ser por el buen ritmo que estos dos autores están sabiendo imprimirle a la obra.
Francamente, para una persona que no termina de encontrarle el puntillo a la Jump, esta serie resulta una forma de acercarse un poco a la revista de Shueisha gracias a una frescura que no se ve en otros títulos con más repercusión.
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Para mí Medaka Box ha sido una grata sorpresa pese al temor de que la repetición la termine por quemar. Sin embargo, todo apunta que no será así, con un final del tercer tomo en el que parece que habrá una trama algo más duradera que las que ha habido hasta el momento gracias a la aparición de antagonistas y probablemente el comienzo de las sagas tras la zozobra inicial de la dictadura de las encuentas de la Jump.
Es una serie que te enseña muy rápido lo que te va a ofrecer. Yo he podido disfrutarlo pese a no ser muy seguidor de este tipo de series por lo que, de serlo, se trata sin duda de un valor seguro con una edición sobresaliente por parte de Ivrea.
Lo mejor: La manera de reírse de los tópicos del shonen. El dibujo, narrativamente muy eficaz. Un guión que busca salirse de lo esperado, divertido y sólido.
Lo peor: El peligro de siempre: la repetición de los esquemas. No congeniar con el tipo de humor.
Ficha Técnica:
Títtulo: Medaka Box
Título original: Medaka Box
Guión: Nisio Isin
Dibujo: Akira Akatsuki
Editorial: Editorial Ivrea
Editorial japonesa: Shueisha
Formato: C6(114×12)
Precio: 8.00€
Numero de tomos: 17 y abierta en el momento de la reseña
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