La vida en el instituto es muy complicada. En plena adolescencia estamos sometidos a mucha presión, dejando a un lado los estudios. El “qué dirán” es siempre un temor que más de una vez ha pasado por la cabeza de casi cualquier adolescente. Pues imaginaros lo complicado que es eso, cuando fuera del instituto prácticas la lucha libre con el apodo de Honey Princess.
Yoko Kamio se subió al ring del shônen con Matsuri Special en 2007. El manga se publicó en la Jump Square de Shueisha finalizando con un total de cuatro volúmenes recopilatorios.
Tras publicar No me lo digas con flores y Cat Street, entre otras, Planeta Cómic empezó a publicar Matsuri Special en España en abril de 2017. Una serialización que culminaría el 3 de octubre de 2017, coincidiendo con el XXIII Salón del manga de Barcelona y que contaba con la presencia de la propia Yoko Kamio.
La autora confesó en más de una ocasión su afición por la lucha libre. Una pasión que le viene por parte de su padre, que le metió el gusanillo cuando lo veía por televisión. Actualmente, acude incluso a ver los combates en vivo. Por este motivo, Matsuri Special es una obra singular, fruto de sus dos pasiones: la lucha libre y los romances.
Matsuri detrás de la máscara
Matsuri Hanyu parece una chica normal de instituto. Alegre, jovial y, como el resto de su clase, enamorada perdidamente de Wataru Morokado. Sin embargo, bien es cierto que mirarle fijamente desde la distancia no ayuda mucho…
Aunque Matsuri guarda un secreto. Fuera del instituto es Honey Princess, la luchadora estrella del gimnasio Magokoro e hija de la legendaria estrella de la lucha libre imperial Honey Gang. Pero ella no siente pasión por este deporte, algo que se puede percibir en todos sus combates que se cuentan por derrotas. Además, teme que sus compañeros conozcan su lado más guerrero.
Sin embargo, todo esto cambiará cuando aparece en su vida Arata Shigematsu. Un joven recién trasladado a su instituto y en torno al cual circulan varias leyendas sobre su naturaleza violenta y sombría. No obstante, la irrupción del chico en la vida de Matsuri, hará que ambos mundos, instituto y lucha libre, colisionen necesariamente para disfrute del lector.
Matsuri Special es una mezcla casi perfecta de comedia romántica y spokon. Yoko Kamio aplica a la perfección sus conocimientos a la hora de crear una historia con tintes amorosos con los elementos más característicos del spokon. Aunque no tanto el amor, sino el poder de la amistad habitual del spokon, harán que Matsuri pueda poner rumbo a su vida y, sobre todo, aceptarse a sí misma.
Es cierto que el romance no falta a la cita, aunque no es el principal protagonista de la historia. Es cierto que es parte fundamental para el desarrollo de Matsuri y podría decirse que hay un triángulo amoroso. Pero Kamio no le da mucho juego, prefiere centrarse en otros aspectos como los combates y el humor. Aunque no faltan algunos detalles marca de la casa (la ex, el chico guapo enamorado en secreto de un personaje misterioso…).
Porque la gran agilidad de la narración recae en bromas sutiles unidas a los distintos combates, tanto fuera como dentro del ring, que aparecen en la historia. Unos combates que, si bien priman el humor (personalmente, no me esperaba menos), aunque también cuenta con la emoción característica del spokon.
No obstante, uno de los aspectos negativos de la obra reside en su propia protagonista. Es cierto que las historias normalmente capturan una etapa de crecimiento personal del personaje principal. Pero en los primeros capítulos, las decisiones y forma de actuar de Matsuri pueden exasperar al lector. La autora quizás se pasa cargándola con excesiva inseguridad en sí misma, algo que no ayuda su fijación por el guapo y pedante Wataru Morokado ni su “amiga” cotilla y cargante Tomoko.
Pero como en los buenos spokon, la protagonista cuenta con unos compañeros que le ayudarán a abandonar su anodina vida de instituto y aceptarse como la gran estrella de la lucha libre que es. En ello contribuirán el encantador Shigematsu y Mimi Maeno (Mimi-Maru sobre el ring). Destacar que esta última posiblemente sea el mejor personaje del manga y que aquí tiene el papel de ser la “gran rival” de la protagonista y a la que está picando continuamente para volver a verse sobre la lona. Tampoco falta el duro maestro y padre Honey Gang, y su acólito de seguidores que contribuirán al humor imperante en el gimnasio Magokoro.
Capturando la lucha libre
Nadie puede dudar leyendo Matsuri Special del conocimiento de la lucha libre que tiene Yoko Kamio. Cada movimiento es capturado a la perfección, ya sea al detalle o con silueta. A poco que el lector conozca alguno de los movimientos más característicos de la lucha libre se sorprenderá de la exactitud de cada uno de ellos. Todo ello gracias también al acertado uso de las tramas y a la exageración de las expresiones.
Además, tampoco falta el estilo característico de Kamio a la hora de dibujar a los personajes. Solo hace falta echar un vistazo a sus protagonistas. Aunque sí es cierto que ha suavizado sus expresiones para hacerlos más sencillos, pero no por ello menos atractivos para el lector. Aunque prima la comedia, no faltan las características poses esculturales de sus protagonistas.
En general, Yoko Kamio se adapta bien al estilo del spokon sin dejar de lado su dominio a la hora de contar una historia romántica. Algo que se observa en la disposición de las viñetas, que se adapta muy bien tanto para las intrigas amorosas como para las peleas en el ring.
Yoko Kamio, la reina del shojo actual
Gracias a obras como No me lo digas con flores, Yoko Kamio es un auténtico referente dentro del manga actual. Aunque también con mangas como Matsuri Special ha demostrado su versatilidad a la hora de atreverse con cualquier tipo de tema o género.
Nacida en Tokio el 29 de junio de 1966, debutó en el mundo del manga con un one-shot en las páginas de la revista Margaret de la editorial Shueisha en 1986. Una historia auto-conclusiva a la cual seguirían tres más en 1989: Sayonara wo arigato, Ano hi ni aitai y Suki Suki Daisuki.
En 1991 comenzó su primera serialización, Mary-san no Hitsuji, con cinco volúmenes. Aunque el punto de inflexión en su carrera llegó en 1992 de la mano de Hana yori dango, más conocida en España como No me lo digas con flores. El manga finalizó en 2008 con 37 volúmenes tankoubon, una serie de animación de 51 episodios, una película animada, varias adaptaciones a serie de imagen real en distintos países, una película live-action e, incluso, un juego para Game Boy.
Continuó probando las mieles del éxito con Cat Street en la Margaret de Shueisha, una serie más madura que las anteriores y que finalizó con 8 volúmenes recopilatorios. Una obra que también contó con serie de imagen real. Tras finalizar esta, empezó a publicar Matsuri Special en 2007, siendo la primera obra de la autora dentro de la demografía shônen y, más concretamente, el spokon.
En 2009 volvió con Tora to ôkami (Tiger and wolf) a las páginas de la Margaret de Shueisha y al terreno en el que la autora se siente más cómoda: los enredos amorosos. Finalizó en 2012 con 6 volúmenes recopilatorios. Posteriormente enlazó varias obras cortas como Ringo banana gyunyu e Ibara no kanmuri.
Hasta la fecha su última obra es Hana nochi hare, secuela de Hana yori dango y protagonizada por una nueva generación de estudiantes de la Academia Eitoku. La obra se publicó entre 2015 y 2019 en la web Shônen Jump+, finalizando con un total de 15 volúmenes recopilatorios. Al igual que su predecesora contó con adaptación a serie de imagen real.
La edición
Siguiendo la estela de otras previamente editadas, a excepción de la edición kanzenban, Planeta Cómic lanzó Matsuri Special en una edición tankoubon tomo (11,1x 17,7 cm) rústica tapa blanda con sobrecubierta. Destacar que la portada se ha optado por centrar el título con unas siluetas de Matsuri en acción.
En cuanto al interior, la maquetación es correcta, así como la traducción. Aunque el único «pero» en este aspecto se encuentra en la impresión dado que las páginas son un tanto traslucidas y se ve parte del dibujo en la otra cara. Se incluyen además algunas notas al pie para aquellos movimientos de lucha libre que no sean tan populares.
También destacar que en la parte final del tomo se incluyen unas tiras protagonizadas por la autora. Aquí cuenta un poco su proceso de creación de la obra junto al resto de su equipo de ayudantes. Un tipo de información que siempre es bien recibida.
Conclusión
Matsuri Special no solo es una obra entretenida y divertida, sino que se trata de un spokon bastante digno. Yoko Kamio adopta los elementos más característicos del género y los hace suyos combinándolos con algunas de sus señas de identidad convirtiéndolo en un manga único en su especie.
No obstante, sí es cierto que algunos personajes dejan bastante que desear. Empezando por la propia protagonista. Aunque con la ayuda de otros, al final de la lectura uno se puede sentir satisfecho de lo leído.
Además, Yoko Kamio demuestra su conocimiento del mundo de la lucha libre y también del dibujo a la hora de hacer un spokon ambientado en este mundillo. A esto hay que unir el dominio general de la narrativa visual.
En general, se trata de una obra que cumple con la expectativas de pasar un buen rato. No reinventa el género, pero sí resulta una experiencia muy entretenida. Tanto si sois fans de la autora, como si solo queréis divertiros u os gusta la lucha libre.
Lo mejor
- La mezcla de comedia romántica y spokon.
- El conocimiento y estudio de la lucha libre realizado por Yoko Kamio.
Lo peor
- La concepción inicial de la protagonista.
Matsuri Special
Editorial: Planeta Cómic
Formato: Tomo (11,1x 17,7 cm) rústica tapa blanda con sobrecubierta
Tomos: 4 (Finalizada)
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