Japón es un país de mascotas. A sus ciudadanos les encanta tener mascotas para todo, desde equipos de fútbol hasta guardianes para sus estaciones de tren, sin olvidar que hay para todo tipo de ocasiones, como una comida o un restaurante. Obviamente, a los japoneses les encantan aún más los animales reales, y son muchos los habitantes que comparten sus hogares con un compañero peludo. Y ante todo son perros y gatos.
Según la Asociación Japonesa de Comida para Mascotas (JPFA), el País del Sol Naciente cuenta actualmente con más de 21 millones de mascotas, e incluso se trata de un número que supera al de los adolescentes japoneses, que no llega a los 20 millones. Y es que son muchas las familias que prefieren tener un animal antes que a un hijo; y si puede ser un gato, pues ocupa menos espacio y supone menos mantenimiento que un perro, quien necesita de paseos diarios, mejor. Actualmente, casi 10 millones de felinos hacen compañía a todo tipo de familias niponas, mientras que los perros rozan los 9 millones.
Jiro Taniguchi no tuvo descendencia con su mujer pero sí que vivió rodeado de animales en su edad adulta. Y en este lacrimoso e intenso tomo nos habla de esos compañeros de cuatro patas que tantas alegrías le dieron.
Humanos y animales
Mascotas. Un paseo en compañía está compuesto por cinco historias donde Taniguchi explora las relaciones entre humanos y animales. Haciéndonos partícipes de sus memorias, el mangaka nos habla de sus mascotas y los caminos que realizaron juntos en los primeros cuatro relatos: desde los últimos meses de vida de su anciano perro Tam hasta la inesperada camada que les dio la gata adoptada Boro, el artista deja constancia de lo maravilloso que es compartir la vida con animales. El quinto episodio lo destina a una sensible historia de una humana y su perro que traspasa el tiempo y las fronteras, donde dos corazones quedan ligados para siempre, por mucho que el destino se empeñe en separarlos.
Inu o Kau soshiste… neko kau, en su título original, es una recopilación de cinco relatos de Jiro Taniguchi que publicó originalmente en Japón en la Big Comic, de la editorial Shogakukan. Dichas narraciones se publicaron entre 1991 y 2009: los relatos “Tener un perro” y “Y… tener un gato” se publicaron en 1991; “La vista del jardín” y “Los días de los tres”, en 1992, y “Pedigrí centenario” llegó en 2009. Posteriormente, se recopilaron para formar el volumen de Inu o Kau.
En España, se publicó este tomo en 2018 de la mano de Ponent Mon y con el título Mascotas. Un paseo en compañía. Cabe destacar que algunos de los relatos ya habían aparecido en nuestras tierras en otro recopilatorio, Tierra de sueños (2005). Por su parte, “Pedigrí centenario” se trata de una historia inédita, publicada por primera vez en este volumen recopilatorio.
Ponent Mon ofrece estos cinco relatos originales del tomo japonés e incluye al final de éste un texto del propio Taniguchi en el que habla de sus mascotas.
Qué es tener un perro… y tener un gato
Mascotas. Un paseo en compañía consta de cinco relatos que profesan amor y devoción por los animales. En los cuatro primeros, el mangaka cuenta su experiencia de vivir con animales en diversos momentos de su vida adulta; el quinto, se trata de un relato que no tiene relación alguna con el autor, pero que plasma la magia de compartir la vida con un animal.
En “Tener un perro”, Taniguchi decide plasmar en viñeta lo que supuso decirle adiós a su primer perro, Tam Tam. Éste lo adquirió cuando se casó con su mujer, y ahora, con 14 años, el cánido llega al final de su vida. El mangaka inicia el episodio hablando de la poca movilidad que posee el perro, y a medida que avanzamos, le vemos deteriorarse aún más, hasta acabar postrado en un lecho sin poder levantarse o comer por sí solo. Pese a que el propio Taniguchi habla del ciclo de la vida y reitera que Tam es un perro anciano, se nos encoge el corazón a medida que nos acercamos al inevitable desenlace, y es imposible no derramar lágrimas cuando el mangaka debe despedirse de su fiel amigo.
“Y… tener un gato” recoge el testigo del cuento anterior y nos sitúa tiempo después, cuando el matrimonio tiene la oportunidad de adoptar una gata. Pese a las reticencias de Taniguchi, quien aún rememora a su perro, ambos acogen de buena gana a Boro, quien tiempo después les regala una inesperada camada de gatitos.
“La vista del jardín” continúa directamente la historia anterior y relata el crecimiento de la camada de Boro. El autor aprovecha para hablarnos de la maternidad felina y de las características de la raza de Boro, una gata persa, mientras vemos crecer a los cachorros. Y aunque llegado el momento, la mujer de Taniguchi intenta darlos en adopción, el matrimonio acaba sopesando la idea de ser una familia numerosa.
El cuarto relato, “Los días de los tres”, se aleja de la tónica hasta ahora imperante y los animales quedan relegados a un segundo plano, pues el artista se centra en su familia humana. El capítulo se inicia con la visita de su sobrina Aki, quien pasa las vacaciones con ellos. En este relato, descubrimos un poco más de la familia del mangaka, mientras nos contentamos con ver a los gatos de la familia pululando por las viñetas.
Para finalizar, Taniguchi nos ofrece el último relato, “Pedigrí centenario”, donde personajes ficticios protagonizan una lacrimosa historia sobre una niña que es separada de su perro por la guerra pero hace todo lo posible por volver a él. Pese a que pueda parecer una historia que rompe el hilo argumental de Mascotas. Un paseo en compañía, destila la misma pasión y devoción por los animales que los demás capítulos. En adición, su emotivo desenlace hará que terminemos el tomo con copiosas lágrimas.
Sin duda, Mascotas. Un paseo en compañía es un manga precioso, repleto de sentimiento y pasión por los animales, narrado por un autor revolucionario de la viñeta como es Taniguchi. Mediante su característico trazo pulcro y realista, donde nos ofrece un cuadro costumbrista japonés inmaculado, así como viñetas preciosas llenas de pelos y maullidos, además de su manera tan particular de ver la vida, el mangaka nos acerca a las maravillas de vivir con animales y a tener la suerte de compartir nuestros días con ellos.
Estamos ante cinco relatos bellísimos y sensacionales sobre mascotas que nos robarán más de una sonrisa, pero también más de una lágrima, pues no podemos negar que Taniguchi también es un experto en retratar luces y sombras de la realidad; sin ir más lejos, “Tener un perro” es una lectura ciertamente dura y agridulce, con un desenlace fatídico y del que se nos avisa desde la primera página, por lo que proceder a esta lectura puede costar para aquellos lectores más concienciados con la vida animal o que hayan pasado recientemente por el duelo de un ser querido peludo. Pero pese a todo, un consejo: no dejes pasar este paseo en tan grata compañía.
Jiro Taniguchi, autor consagrado a la viñeta
¿Quién no conoce a estas alturas a Jiro Taniguchi, considerado uno de los mangakas más relevantes de su generación?
Nació en 1947 en la prefectura de Tottori, Japón, y se inició en el mundo del manga en 1966 como asistente para el dibujante Ishikawa Kyota; no sería hasta un año después que debutaría como dibujante en solitario con Kareta Heya. Después de esta primera obra, Taniguchi se dedicó a realizar varias historias cortas que se publicaron en diversas revistas, para posteriormente empezar su primera serie, Namae no Nai Doubutsu Tachi. A partir de aquí, realizó diversos trabajos, tanto en solitario como colaborando con otros autores: con Natsuo Sekikawa, por ejemplo, surgieron mangas como Muboi Toshi (1976), Nashikaze wa Shiroi (1976) o La época de Botchan (1987); con ésta último, ganó el Premio Cultural Osamu Tezuka en 1998.
A partir de 1991, alternó colaboraciones con trabajos en solitario, y durante esta época surgieron sus obras más intimistas y sensibles, así como las más representativas, como la presente Mascotas. Un paseo en compañía (1991), El caminante (1991), El almanaque de mi padre (1994) o Barrio lejano (1996). Precisamente, Taniguchi declaró en una entrevista que su relato de “Tener un perro”, que comentamos en esta misma reseña, le ayudó a mejorar su capacidad para expresarse, y siempre la consideró como un salvavidas que rememorar cuando quería adentrarse en nuevos proyectos. En adición, con Barrio lejano ganó L’Alph Art al Mejor Guion en el Festival de Angulema en 2003 y el premio a Mejor Obra en el Salón del Cómic de Barcelona de 2004; incluso en 2010 consiguió una adaptación a imagen real en una coproducción francesa, belga, luxemburguesa y alemana.
Otras obras conocidas en España son El rastreador (2000), Cielos radiantes (2005), La montaña mágica (2007) o Un zoo en invierno (2008), donde jugó además con distintos formatos de publicación y combinó ficción con la plasmación de sus propias memorias.
Taniguchi fue un autor que cosechó todo tipo de críticas, premios y alabanzas, tanto en su Japón natal como de manera internacional, además de ser traducido en varios idiomas. En España, podemos disfrutar de gran parte de su obra gracias a Ponent Mon y Planeta Cómic.
Taniguchi falleció en 2017 a la edad de 69 años, tras una larga enfermedad, dejando un legado exquisito en cuanto a historias plasmadas en viñetas.
Una edición exquisita
Ponent Mon siempre aporta una calidad innegable a sus ediciones y la presentamos que encontramos de Mascotas. Un paseo en compañía está presentado en formato rústica con solapas, de 17 x 24 cm, sin sobrecubierta. El tomo ofrece páginas a color, si bien éstas no se encuentran al inicio o en las primeras páginas, como nos tienen acostumbrados, sino que presiden el relato “La vista del jardín”.
Se palpa a simple vista que el papel es de alto gramaje, grueso, lo que ayuda a pasar bien las páginas, y no se transparentan las viñetas. El tamaño, pese a ser más grande que un tomo tankobon al uso, sirve para poder apreciar aún mejor cada viñeta o el trazo tan característico y pulcro de Taniguchi.
Al final del tomo, se incluye un texto escrito por el mangaka, titulado “Recuerdos”, en el que habla nuevamente de sus mascotas, de lo que supuso decirle adiós a su perro anciano Tam, así como el proceso de publicación de los demás relatos.
Mascotas. Un paseo en compañía tiene un precio de 18€.
La vida entre seres vivos
Mascotas. Un paseo en compañía no deja de ser otro relato más que intenso e intimista de la vida y obra de Jiro Taniguchi; en este caso, nos habla de sus travesías compartidas con las mascotas que lo han acompañado en su edad adulta. Hablándonos con tristeza de la despedida de su perro o dejando constancia de la sorpresa que supuso criar a una camada de gatos persa, el artista muestra que es único plasmando palabras y sentimientos, y es que es imposible terminar el manga presente sin derramar ni una lágrima y sin pensar en esos compañeros peludos que se fueron demasiado pronto de nuestro lado.
Y aunque no puedo negar que no comparto ciertos pensamientos de Taniguchi respecto a los días finales de un animal, tengo claro que recomendaría Mascotas. Un paseo en compañía por su intensidad y la oportunidad de valorar, una vez más, lo maravilloso que es vivir entre animales, entre mascotas, entre seres vivos como nosotros. Así que, si tanto es vuestro primer contacto con el autor o ya sois viejos conocidos, no dejéis pasar la oportunidad de enamoraros de los compañeros de cuatro patas que pulularon por la vida del gran Jiro Taniguchi.
Lo mejor:
- Cinco lacrimosos relatos sobre la belleza de vivir con mascotas
- Una narración intensa e intimista, propia de Taniguchi
Lo peor:
- Ciertos relatos pueden chocar con la mentalidad del lector occidental en cuanto al cuidado de los animales
Mascotas. Un paseo en compañía
Editorial: Ponent Mon
Formato: Rústica con solapas (17x 24 cm) y tapa blanda
Tomos: 1 (Finalizada)
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