¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es una heroína mágica que ha llegado a la ciudad para salvarnos de los demonios Struomon mediante poderes cósmicos y una mascota achuchable? ¡Peor aún! ¡Es Kayo Majiba y convertirse en una guerrera mágica le importa una mierda!
Si bien el género de las Magical Girl sigue siendo tan potente y aclamado como antaño, no podemos negar que, de un tiempo a esta parte, las heroínas ya no son tan intocables como antes. Desde Card Captor Sakura (1996) a Puella Magi Madoka Magica (2011), la figura de la Magical Girl ha cambiado con el paso de los años, y es que tras tanto ataque encantador y poder descomunal, se esconde un ser humano que ha sido escogido a dedo para salvar el mundo. No todo el mundo tiene agallas y fuerza para soportarlo. Es el caso de nuestra protagonista, que de ser una gamberra de armas tomar que solo piensa en fumar y repartir puñetazos, ahora debe ser una estrella para todos. O algo así.
Una profesión inesperada
Magical Girl Holy Shit inicia su historia como muchos mangas enfocados en las Magical Girl, con una fuerza oscura que pretende hacerse con el control del mundo y, para derrotarla, es necesario el poder de una chica mágica. Para ello, la criatura celestial Myu desciende a la Tierra para dar con la mejor candidata para derrocar a los demonios Struomon, quedando este prendado al instante por la belleza de Kayo Majiba. Su buena presencia le dice que está ante una gran guerrera en potencia y rápidamente le concede poderes mágicos para que cumpla con su misión. Pero lo que no espera Myu es que Kayo, bajo esa angelical apariencia, es en realidad una auténtica delincuente que disfruta buscando pelea, fumando sin parar y soltando tacos a diestro y siniestro. Kayo no entiende de normas ni justicias y solo saca en claro que su nueva fuerza descomunal le irá genial para acabar con todas las petardas del lugar que intenten toserle; claro está (y menos mal), si algún demonio se le cruza de por medio, también aprovechará para desahogarse repartiendo puñetazos. Kayo puede mantener limpia la ciudad del mal aunque sea por desahogarse, pero no lleva en su sangre el afán por salvar a la humanidad… ¿Habrá sido un acierto o un despropósito darle tal poder a esta gamberra…?
Machigatta ko wo Mahou Shojo ni shite shimatta, en su título original, es obra de Souryu. Esta empezó a serializarse en 2016 en la página web de Kurage Bunch, de la editorial Shinchôsha, para pasar posteriormente a publicarse en papel. Actualmente la obra sigue abierta en Japón y aglutina hasta la fecha 10 volúmenes recopilatorios. Como curiosidad, cabe destacar que Souryu es un reconocido mangaka de publicaciones de corte hentai y ésta es su primera incursión en el seinen, si bien ofrece altas dosis de ecchi.
En España el manga nos llega bajo el título de Magical Girl Holy Shit y de la mano de Arechi Manga. Actualmente la editorial lleva 4 tomos publicados.
Por el poder de sus santos ovarios
¿Qué podemos esperar de Magical Girl Holy Shit? Curiosamente, este seinen firmado por Souryu sigue una trama bastante prototípica en cuanto al género de las Magical Girl, pues Kayo recibe sus poderes y, aunque sea de manera indirecta, acaba con todos los demonios que aparecen por la ciudad. Nuestra protagonista cuenta con conjuros mágicos, un vestido de guerra que emula ciertos uniformes de marinerita de los 90, amén de un peinado repleto de tirabuzones y lazos, hasta posee su propia mascota mágica que le aconseja y le guía por el camino. En adición, debe medir fuerzas con aliadas y enemigas, teniendo que demostrar su temple ante cualquier adversidad. No obstante, hasta aquí lo podemos comparar con un manga típico de heroínas, y es que el autor rompe con todos los moldes y estereotipos del género y nos ofrece un producto nuevo, novedoso y muy macarra.
Para empezar, Kayo juega más a la figura de antiheroína que de protagonista, pues es una delincuente antipática, temperamental, muy mal hablada y una yonki de la nicotina. No sufre de empatía ni de buena voluntad, por lo que salvar la Tierra es lo que menos le importa; le mueven el tabaco, las peleas y la comida. Y aunque consigue acabar con los villanos a puñetazo limpio, no le quita el sueño saber que ha sido la elegida por fuerzas celestiales y que sobre sus hombros carga la pesada misión de proteger a la humanidad. A ella, hablando en plata, le suda todo.
Por si fuera poco, Magical Girl Holy Shit ofrece un hilo argumental que bebe del género pero, al mismo tiempo, lo parodia, lo apalea y mejora. Muestra una realidad más cercana a la nuestra, donde la maldad tiene cuerpo y se ha de vencer con violencia física; atrás quedan los bailes y los conjuros para acabar con la oscuridad a golpe de varita, sino que es mejor acabar con el prójimo con las manos desnudas. Souryu ofrece escenas más que sangrientas y violentas, con demonios siendo despedazados o víctimas inocentes que mueren a manos del villano de turno; por parte de nuestra luchadora no escatiman las patadas, los guantazos y ganchos mortales para acabar con ellos, eso sin dejar de sonreír o reírse, porque a ella la violencia le putoencanta. Para rematar, el artista imprime a la trama un humor surrealista y desternillante que casa perfectamente con la violencia y el dibujo. Entre las palabrotas de Kayo y los demonios Struomon campando a sus anchas, siempre hay tiempo para momentos jocosos, diálogos estúpidos, personajes de pocas miras, una protagonista que es capaz de matar por un mísero piti y muchos gags que terminan con la muchacha mágica vapuleando a quien se le ponga en su camino.
El estilo de dibujo de Souryu es peculiar para una trama como ésta, pues llama la atención su trazo tan adulto y erótico para una historia tan descarnada y cómica. De entrada, no hay que olvidar que el dibujante tiene una dilatada trayectoria como autor de hentai, solo hay que echar un vistazo a sus viñetas para dejar claro que es un experto en voluptuosos cuerpos femeninos. Así, encontramos un trazo fino pero escrupuloso en los detalles que se recrea en las curvas de las protagonistas. En más de una ocasión tenemos la oportunidad de atisbar las maravillas de esos cuerpos jóvenes, desde pechos hasta traseros, e incluso podemos apreciarlos en medio de peleas o momentos de paz, pero sin llegar a ser explícito u obsceno; en Magical Girl Holy Shit, el mangaka se recrea en el ecchi pero sin cruzar la línea hacia lo pornográfico, algo que se agradece.
En adición, también demuestra ser hábil con la pluma, pues no están exentos los planos brutales de batallas, cuerpos fornidos y musculosos cuando lo pide la trama -sean femeninos o masculinos-, monstruos deformes y asquerosos surgidos del mismo infierno, así como un buen puñado de viñetas a rabiar de sangre y vísceras. Sin duda alguna, a Souryu no le gusta poner límites a su imaginación.
En definitiva, Magical Girl Holy Shit sorprende y para bien. No estamos ante una obra más de guerreras mágicas sino que el propio autor se burla y parodia el género con una protagonista atípica pero muy necesaria: es hora de replantearse la profesión de Magical Girl como de alto riesgo y aceptar que no todas las muchachas están cortadas bajo el mismo patrón de candidez y bondad, así como que salvar el mundo esconde una realidad mucho más sangrienta y peligrosa de lo que nos han hecho creer otras autoras superventas del género.
Souryu, dibujante de alto voltaje
Souryu firma y dibuja este mágico seinen pero posee una consolidada carrera desde principios de siglo y especializado en hentai. Empezó su carrera como ilustrador freelance para varias novelas ligeras, pero su salto como profesional fue en 2006 con el lanzamiento de su primer manga, Action!, recopilado en un tomo único. Hasta la fecha, el artista ha demostrado ser más que polifacético y activo, pues ha lanzado todo tipo de ilustraciones, historias cortas y hasta ha participado en antologías, eso sí, todo centrado en el hentai. Algunas de sus obras son Shikkoku no Kairaku (2007), Down Limit (2008) o Ai Dorei (2008), todas de un tomo de duración. Su cómic más largo de esta época es Shoushuu Injoku (2008), de cuatro volúmenes. A esto hay que sumarle algunos oneshots, siendo los más conocidos Shinki Jomi Drug Body (2008) y Ai Mask (2011).
No obstante, tras el lanzamiento en 2016 de Magical Girl Holy Shit, Souryu ha cambiado su trayectoria y se ha dirigido a un público más amplio, haciendo que sus últimos mangas ya no están pensados para el público aficionado al hentai sino que ofrece tramas más variopintas, de corte seinen pero que juegan con el costumbrismo o el humor, añadiendo un sugerente ecchi de lo más sensual y picante. Prueba de ello es que, desde 2017, el mangaka serializa otras tres obras que combinan erotismo con humor e incluso ciencia ficción: Burakku Gakkou ni Tsutomete Shimatta Sensei (2017), Bishoujo Senshi 04R1 (2019) y Kouiu no Gaii (2020). Y sin olvidar Magical Girl Holy Shit, que ya aglutina 10 volúmenes recopilatorios, siendo la más longeva hasta la fecha.
Souryu posee varias redes sociales y es bastante activo; le gusta compartir con sus seguidores instantáneas de sus rutinas de ejercicio y comida, así como recordar lanzamientos y novedades; en adición, también ofrece un sinfín de material erótico e incluso explícito en su página web oficial.
Una súper edición
Magical Girl Holy Shit llega a España en una edición más que correcta y pulcra, con unos tomos presentados en formato de rústica de tapa blanda con sobrecubierta, de 128x182mm, en blanco y negro. Cada tomo no sobrepasa las 200 páginas y no ofrece ilustraciones a color, pero se puede comprobar al tacto que el papel es de buen gramaje y las viñetas no se traspasan. Si retiramos la sobrecubierta, podemos encontrar varios gags protagonizados por algunos de los personajes y que tienen relación con la historia que encontramos en el tomo, mostrando continuidad y aportando un toque cómico para finalizar con buen sabor de boca la lectura.
Magical Girl Holy Shit sale publicado en nuestro país con una periodicidad bimestral y cada tomo tiene un precio de 9€.
Es la hora de las tortas (mágicas)
Lo tengo claro: Magical Girl Holy Shit me parece una genialidad. Con mucho acierto, Souryu le da una vuelta de tuerca más que surrealista y necesaria al género de las Magical Girl y nos deja con la certeza de que el deber heroico no siempre casa con el carácter de cada persona, y que si te topas con alguien como Kayo, da igual si eres el protagonista de tu propia historia o un secundario simpático: es mejor que des media vuelta antes de cruzarte en su camino.
Magical Girl Holy Shit es hilarante y muy gamberra, con un humor chabacano y soez, además de regalar un sinfín de viñetas picantes para el deleite de cualquier lector, pero por encima de su deslenguado lenguaje y sus infinitas escenas de culos y tabaco, el mangaka deja muy buen sabor de boca. Estamos ante un manga muy basto y divertido, que aunque ofrece un hilo argumental prototípico de luchadoras mágicas, con enemigos a derrotar y aliadas que ayudar, también le aporta vitalidad y genialidad a partes iguales, pues ni la profesión de Magical Girl es perfecta ni el don de ser una heroína tiene que ser el sueño de cualquiera.
Arechi Manga ha apostado por las rarezas y hay que darle una oportunidad. Porque salvar el mundo de los demonios no está exento de irse de parranda, fumar como un cosaco y repartir tortas a diestro y siniestro. Sin duda alguna: debéis leer las (des)aventuras de Kayo.
Lo mejor:
- Interesante vuelta de tuerca al género
- Muestra una faceta diferente de las Magical Girl
- Ser guerrera mágica no está exento con la fuerza bruta y la mala leche
Lo peor:
- El ecchi puede incomodar a algunos lectores
Magical Girl Holy Shit
Editorial: Arechi Manga
Formato: Rústica de tapa blanda con sobrecubierta
Tomos: 12 (En publicación)
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