Ser una persona trans no es fácil. No cuando apenas hay información al respecto y los referentes se cuentan con cuentagotas, especialmente si hablamos en el entorno japonés. El mundo del manganime en cuanto al colectivo trans nunca ha sido el más favorable, ni el más respetuoso. Por ello, mangas como La novia era un chico son tan importantes. Fandogamia, la editorial encargada de traerla a España, la define como “una preciosa historia real sobre amor y transición de género”. Yo no sabría decirlo de mejor manera. Esta obra autobiográfica es de esas que todes deberían leer al menos una vez en la vida. La manera tan simple, a la par que directa, en la que Chii, su autora, explica qué significa el LGTB y especialmente la situación de las personas transexuales en Japón, es brillante.
Las experiencias de la novia
La novia era un chico es una obra autobiográfica, y eso le permite expresarse desde la máxima realidad posible. Ya no solo en el sentido de poder ahondar más en la situación japonesa, sino en sus propios sentimientos y los del entorno que la rodean. Al fin y al cabo, la obra trata en todo momento sobre ella. El manga comienza con el encuentro de La Novia y El Marido, pero esto no es más que la excusa perfecta para enlazar los temas más importantes de los que trata la obra: el género y su relación. Y este es un inicio genial. Porque desde el minuto cero se muestran las dos personalidades de los protagonistas. La de La Novia como una chica calmada, que fluye y no especialmente interesada en el amor, frente a la del marido, mucho más romántica y pasional.
Del mismo modo se presenta el gran punto sobre el que gira la historia, el género de La Novia. Sin entrar en dramatismos, habla de su miedo al rechazo, de cómo El Marido no le da mayor importancia a su género y de, en definitiva, lo bonita que es la relación entre ellos. Chii, su autora, decide utilizar un tono humorístico, pero sin quitarle peso a la realidad, haciendo sencilla y entretenida su lectura. A partir de este punto, la historia empieza a tomar un recorrido cronológico, desde su infancia hasta su vida actual. Habla sin tapujos de su “yo masculino”, y sobre todo de lo que significó no solo aceptarse a sí misma, sino comprenderse. Y siguiendo esta línea, también se presenta su relación con su familia, en especial con su madre.
Otro de los momentos estrella de la obra es el proceso de transición de La Novia. Ya no solo en el aspecto psicológico, sino en el burocrático y físico. Desde el papeleo a rellenar, la visita a médicos y las operaciones por las que pasa. En este sentido, vuelve a seguir una línea que, aunque simple, sí que es directa y, gracias precisamente al tono que usa es de fácil comprensión.
Aprendiendo con la novia
La novia era un chico es mucho más que una obra autobiográfica. Gracias a su narrativa, es la manera perfecta para entender la situación de las personas trans en Japón. Especialmente el tema de la transición de género. Uno de sus puntos más fuertes son las pequeñas explicaciones entre capítulos. Temas tan complejos como la cirugía de reasignación de sexo o la disforia de género, son tratados con la máxima seriedad sin perder el tono distendido que le ofrece el formato 4-Koma.
El tema más interesante en este sentido se centra en la legislación japonesa. El proceso para conseguir cambiarse legalmente de género en el registro civil nipón es extremadamente complejo y difícil, y en la mayoría de casos perjudica más de lo que ayuda. Al fin y al cabo se trata de una ley del 2003 con demasiados vacíos legales que apenas cubre las necesidades mínimas de las personas. Todo esto sin tener en cuenta el hecho de que en Japón, a fecha de la publicación de esta reseña, aún no está permitido el matrimonio homosexual.
Chii en este caso muestra una posición clara y tajante. Porque si bien ella lo tuvo -entrecomillado y con muchas comillas- “fácil”, Japón es de todo menos abierto de mente. La propia autora así mismo lo explica con una conversación que mantiene con un amigo suyo gay. Del mismo modo, también se ve reflejado perfectamente en experiencias tan “exóticas” para nosotres (desde una perspectiva europea) como el hecho de que la autora se viera obligada a viajar a Tailandia para poder operarse.
Por ello, la terminología es fundamental. El manga hace especial hincapié en ello, para dejar claro desde el minuto cero de qué se está hablando. Esto se debe a que el propio lenguaje tiende también a tener un sentido discriminatorio, ya sea por la falta de información como por el desinterés a la hora de aprender. En momentos como cuando La Novia ve la televisión o escucha conceptos como “minorías sexuales” se denota claramente esos sentimientos negativos.
La novia y el marido, una historia de amor preciosa
Una vez explicado el sentido más puramente educativo y activista de la obra no se puede perder de vista su detalle más importante y bonito: el amor. Al fin y al cabo el manga trata sobre la historia de una novia. La relación entre ambos protagonistas se cuece desde el máximo cariño y respeto posibles. Hablando sin tapujos ninguno, lo que la Novia y el Marido tienen es una relación de pareja más que envidiable. Desde el minuto cero él siempre se presenta como un hombre cariñoso, enamorado por completo de ella, y dispuesto a ayudarla en todo lo que necesite. Ya no solo por el hecho de la aceptación, si no de participar de manera activa en la felicidad de su novia. Durante su transición o a la hora de establecer una relación con su familia siempre ha estado ahí para ella.
Que bonita es la novia
El arte de La Novia era un chico es todo un acierto. En este sentido, existe cierto parecido con la obra de Kabi Nagata. Ambas historias son autobiografías y tratan sobre el drama LGTB. Aunque, es cierto que Nagata tiene un estilo mucho más duro que Chii. Sin embargo, el uso de un estilo chibi más desenfadado consigue atraer más al lector sin quitarle peso a la historia. En el caso de Chii, el uso de personajes con una estética chibi le da un toque de ternura que rebaja el dramatismo de la obra. Nunca pierde la seriedad. De hecho, es el propio estilo lo que le ayuda a dar más emoción y seriedad en los momentos clave. Eso, unido a las páginas a color, hace que la obra sea también mucho más atractiva y bonita a la vista.
¿Quién es realmente la novia?
Apenas hay información de Chii, la autora, más allá de lo que ella misma nos cuenta en su obra. Durante 2008 y 2009 publicó un manga kodomo llamado Mofu☆Mofu: Ichigo Aji centrado en las aventuras de Mofu, un pequeño alienígena. Esta obra contó con una adaptación al anime en 2008 dirigida por la propia Chii. Años después, en 2016, publicó en Asuka Shinsha su obra La Novia era un chico, que Fandogamia trajo a España tres años más tarde. En la actualidad, la obra también se encuentra en el mercado anglosajón por parte de Seven Seas. A día de hoy, Chii es especialmente activa en twitter, desde donde habla sin tapujos sobre el colectivo LGTB y sigue mostrando tanto su día a día como los problemas y situaciones a los que se enfrenta el colectivo en Japón.
Luna de miel en España
En cuanto a la edición, La novia era un chico se trata de un tomo de medias similares a las demás obras autobiográficas a las que suele tenernos acostumbrados Fandogamia. De 21 cm x 14,84 cm y encuadernación rústica, incluye un pequeño extra bajo la sobrecubierta. En cuanto a la cantidad de páginas, son 152. La mayoría son en blanco y negro a excepción de las 22. En cuanto a la traducción, al igual que con las obras de Kabi Nagata, Luis Alis contó con la ayuda de Paula S. para la sensibilidad LGBT. Este detalle es muy importante, sobre todo teniendo en cuenta el peso que la terminología tiene durante toda la obra.
Otro detalle que también llama la atención es la bibliografía de la obra, que se encuentra al final de esta. En ella se muestra un listado de todas las obras japonesas que la autora utilizó para poder realizar su manga. En este sentido, personalmente tengo sentimientos encontrados, y no un mal sentido. Mantener esto en la edición española es todo un acierto. Poder conocer las fuentes principales de información de la autora consigue darle aún más importancia a su discurso. Sin embargo, es una pena que la mayoría de estas solo se encuentren en japonés.
Enamorada de la novia
Esta será, muy seguramente, la opinión más mía. Porque al fin y al cabo yo formo parte del colectivo LGBT, al igual que la gran mayoría de las personas que me rodean. Supongo que, por eso, esta obra me golpea mucho más de cerca. El hecho de que se trate de autobiografía no hace más que echar leña al fuego en este sentido. Por eso mismo, sé perfectamente que este hubiera sido uno de los libros que me hubiera encantado leer cuando por primera vez empecé a salir de esas “reglas preestablecidas” sobre el género y la sexualidad.
La manera tan dulce en la que Chii habla sobre ella misma, sus amistades y familia, es perfecta para poder entender su situación y la de tantas otras personas. Pero no solo ello, términos como los que muestra entre capítulos, la desmitificación de prejuicios o el simple hecho de hablar tan abiertamente, hace que sea una lectura muy agradable y educadora. Esta obra está cargada de detalles bonitos, tiene momentos en los que se me ha encogido el pecho, y en los que me he alegrado de todo corazón. Es una historia real, sobre personas reales, lo que te hace empatizar muchísimo más con los personajes. Además, para aquellas personas que sepan japonés y les interese el tema, Chii, desde su twitter es muy activa en lo que a activismo se refiere.
Como broche final, La novia era un chico es perfecta para destapar la realidad de las personas del colectivo trans en Japón. Esta es, sin duda, una joya de Fandogamia que nadie debería de perderse.
Lo mejor:
- La narrativa es muy entretenida y amena
- Se presenta como la mejor lectura para aquelles que no tengan conocimientos sobre el colectivo trans o el lgbt en general
- Explicaciones sencillas, cortas y fácilmente comprensibles.
Lo peor:
- Es sorprendentemente una obra muy poco conocida teniendo en cuenta la calidad de esta. Debería promocionarse más.
La novia era un chico
Editorial: Fandogamia
Formato: Rústica con sobrecubiertas, formato A5
Tomos: 1 (Finalizada)
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