Si el año pasado alguien hubiera apostado por Inio Asano como parte central de su catálogo, probablemente le hubieran tachado de loco y se hubieran carcajeado sin piedad. Sin embargo, La Chica a la Orilla del Mar, publicado por Milky Way Ediciones, ha sido una de las revelaciones del presente año 2014 del que atisbamos su final, consiguiendo una atención inusitada para un seinen de tono slice of life como éste.
No es la primera vez que Inio Asano es editado en España, ya que en 2009 Ponent Mon probó suerte con este autor con Nijigahara Holograph, tomo único con ciertos aires de terror psicológico, siendo este una de las más interesantes novedades de aquel año, aunque no le acompañaron las ventas. Ese mismo título ha sido recientemente reeditado por Milky Way, de nuevo pareciendo conseguir lo que no se consiguió anteriormente, dando una visibilidad y repercusión a este mangaka.
Umibe no Onnanoko, como es conocida en Japón, comenzó a publicarse en 2009 en la revista Manga Erotics F, de la editorial Ohta Shuppan. Pese al título de la revista, hasta su reciente cierre en mayo del presente año se publicaron en ella obras como las recopiladas en Novia Ante la Estación de Shintaro Kago o varias obras de autores tan eclécticos como dispares como pueden ser Jun Matsumoto, autor de Freesia y que publica Ivrea, Hiroaki Samura, autor de La Espada del Inmortal, o Asumiko Nakamura, autora de la que Tomodomo acaba de publicar En la Misma Clase y de la que la propia Milky Way pubicará Utsubora.
La Chica a la Orilla del Mar se centra en la relación entre dos estudiantes de instituto, Sato e Isobe, que viven en un pueblo costero en el que transcurren sus días de adolescentes. Como punto de partida, podría sonar al mismo que uno puede encontrar en un shôjo cualquiera, sin embargo en esta historia no hay demasiado espacio para el romanticismo, puesto que ambos acuerdan mantener una relación puramente física después de que Sato se declare por despecho.
Así, juntos en horas muertas, empiezan a conocerse más, mientras también empiezan a aprender de sí mismos, a sus miedos y traumas así como, por supuesto, dar sus primeros pasos en el sexo que, poco a poco, se transforman en auténticas zancadas. Al mismo tiempo se enfrentan a las dudas de que mantener la relación en el plano meramente físico no es tan sencillo como esperaban en un principio, convirtiéndose en difusas las fronteras que separan el plano físico del emocional.
La expectativa y la incomprensión
Una de las cosas que está bastante presente a lo largo del manga es cómo la gente espera una serie determinada de cosas respecto a los personajes. Sobre todo en el caso de Sato, todo el mundo asume ciertas cosas de ella: es una chica tranquila y sumisa, sencilla y sin muchas complicaciones. Sin embargo, en su relación con Isobe se muestra como una persona diferente, que controla la situación y, en base a ello, poco a poco va construyéndose a sí misma y a la vez aprendiendo a imponer su voluntad sobre los deseos de los demás.
El caso de Isobe es algo diferente. Desde el primer momento es fácil ver que es un chico complicado y a lo largo del manga vamos conociendo su situación personal, las sombras que hacen que sea un carácter más complicado al trato. Es curioso como Asano, sin prácticamente mencionarlo o sin elaborar trascendentalismos absurdos, consigue hacernos ver lo que intenta contar con una habilidad increíble.
Es curioso ver como desarrolla la idea de que, al final, nuestras propias decisiones se ven influidas por lo que la gente ve en nosotros, ver cómo aunque los personajes están deseosos de pedir ayuda, se niegan la posibilidad de hacerlo una y otra vez. Y, sobre todo, ver como los dos chicos protagonistas se niegan a sí mismo la posibilidad de un amor, simplemente porque en un momento u otro deciden que no es posible que esa relación sea algo más.
Se trata de un manga de ritmo pausado, elegante y con un dibujo que, aunque no es el mejor que le hemos visto a Asano, tiene un gran encanto con unos personajes expresivos, un trabajo anatómico muy consistente en casi todo el manga y una atención al detalle y un trabajo en los fondos sorprendente.
Las escenas de sexo aparecen con cierta frecuencia aunque son afrontadas desde una perspectiva natural, realista y sin aspavientos, triples giros ni ningún atisbo de hentai. De hecho, el sexo es una forma más de expresión de los protagonistas y las escenas no resultan nada pornográficas a pesar que, en ocasiones, hay auténticos ejercicios de experimentación adolescente.
El propio Asano se muestra en cierta manera en el personaje de Isobe, que repite una y otra vez que va a morir joven. Y es que Asano tiene una malformación física que hace que su pecho esté deformado por dentro, lo que siempre le hace temer por una muerte prematura y a vivir en consecuencia y, de alguna manera, esa sombra de una muerte inesperada siempre flota en algunos de sus personajes.
Inio Asano, un genio casi descarriado
Asano nació el 22 de septiembre de 1980 en Ibaraki, contando actualmente con 34 años. Sus comienzos como artista fueron con tan solo 17 años. Ya en el instituto empezó a dibujar yon-koma (manga de 4 viñetas), más que nada porque no tenía demasiadas ganas de estudiar al no gustarle.
Viendo que su trabajo era popular entre sus compañeros, decidió presentarlo a la revista Big Comic Spirits de Shogakukan, (donde por ejemplo se publica actualmente I am a Hero). Asano recibió una respuesta negativa por parte de la editorial en un comienzo pero, en un giro de los acontecimientos, un editor decidió darle una oportunidad cuando un artista falló en la entrega.
Su primer trabajo fueron cuatro páginas de relleno en la revista pero, el que fue un comienzo fulgurante, se truncó debido a que, en palabras del propio Asano, se puso demasiado gallito al conseguir un debut por la puerta grande. El resultado fueron 5 años de sequía sin trabajar excepto haciendo alguna tira ocasional. Asano confesó en una entrevista que llegó a plantearse meterse en el mundo de los videojuegos pero que le daba tanta pereza que ni se molestó en rellenar las solicitudes de trabajo.
Pero el éxito que se le apareció de joven se ha vuelto una constante en su carrera, consiguiendo volver a poner el foco mediático sobre él trabajando primero para editoriales como Ohta Shuppan con trabajos como Nijigahara Holograph, que fueron el inicio de su escalada fulgurante y que llegó a España en 2009 publicado por Ponent Mon sin demasiada fortuna y que Milky Way ha reeditado hace un par de meses.
Gracias a ello, volvió a Shogakukan con Hikari no Machi con el premio GX para jóvenes artistas, estableciéndose como un autor habitual de la editorial. Por el camino ha publicado sus dos grandes éxitos: el más reciente es Oyasumi Punpun, finalizada con 13 tomos hace apenas un año y, por otro lado, Solanin, que ha sido publicado en el XX Salón del Manga por Norma Editorial, siendo nominada en 2009 a un Premio Eisner en Estados Unidos y adaptada en abril de 2010 en una película interpretada por Aoi Miyazaki.
Cuenta con un artbook publicado en Japón, Ctrl+T, publicado por la editorial Shogakukan en 2010 con dos historias cortas que se publicaron antes en la Big Comic Spirit. Actualmente está inmerso en la publicación de Dead Dead Demon’s Dededededestruction, un manga con naves espaciales alienígenas gigantes, un gran misterio y dos chicas que van al colegio.
Asano señala como una de sus influencias a Kyoko Okazaki (Helter Skelter, Pink), con un trabajo de ámbito urbano que se publicaba en revistas de moda y no en revistas de manga. Sin embargo, Asano es un autor muy personal y con un sello propio que le ha valido para llegar a ser denominado por la prensa en Japón como la voz de su generación.
Una edición con mimo, pero con detalles por pulir
Milky Way Ediciones optó para este manga con ser lo más fiel posible a la edición original, respetando las particulares portadas originales y el formato tomo de 13 x18 en rústica con sobrecubierta.
Es destacable la elección en lo a los materiales se refiere, con un tomo flexible pero estable y con una buena calidad de papel y sin problemas de edición, equiparable sin ningún tipo de distinción a las ediciones que realizan las editoriales grandes en España y en un precio de mercado bastante ajustado en una apuesta arriesgada de esta editorial que ha calado entre los aficionados.
Tal vez se le puede poner algún pero en lo que se refiere a la traducción de la obra y la revisión de la misma. A lo largo de los dos tomos hay algún error tipográfico menor, pero el mayor problema está en la adaptación de los diálogos al castellano, resultando a veces algo poco naturales. Un ejemplo de ello es el uso de adjetivo “linda” a la hora de referirse a una persona, un giro un poco extraño en el castellano más peninsular que pueden rechinar a algunos.
Detalles por pulir que, sin lugar a dudas, la editorial asturiana ha ido mejorando en obras posteriores con la atención que les ha caracterizado en sus ediciones desde el comienzo. Además, cuentan con una excelente atención al cliente, dando regalos a aquellos que adquieren sus ediciones a través de su tienda online.
Conclusión
A estas alturas resulta más que obvio ver que, desde mi punto de vista, la irrupción de La Chica a la Orilla del Mar ha sido una de los hitos más importantes en 2014 para mí. Gracias a su éxito, Asano parece haber conseguido la repercusión que se merecía en nuestro país y esta pequeña editorial asturiana ha dado el pistoletazo a un cambio de corriente en lo que al tipo de historias que comienzan a llegar a España.
Y lo cierto es que esta obra en particular puede que no sea el mejor trabajo de Asano… pero igualmente sigue siendo una joya que nadie debería dejar pasar. Eso sí, se trata de un manga de ritmo calmado, maduro, de conversaciones aparentemente banales que dibujan los caracteres de los personajes… y lo hacen de una forma certera, veraz que hace muy sencillo entenderles y empatizar a pesar de las decisiones lamentables que los personajes van tomando.
El poso y el tono es amargo, triste… pero eso no quita que sea exactamente el mismo aire melancólico con el que la vida a veces le da por dibujar sus trazos. Esos trazos dibujados por Asano son especiales e imprescindibles y no me voy a cansar de repetirlo una y otra vez. Todo aquel que pueda tener el más mínimo atisbo de interés por una obra real, por una historia de personajes, por un slice of life hecho con maestría… deberían haber leído ya La Chica a la Orilla del Mar. Aquí y ahora me declaro fanboy de Asano.
Lo mejor
- La maestría narrativa del pulso de Asano y su capacidad para dibujar personajes.
- Lo mucho que dice el autor a través de rutinas y conversaciones aparentemente irrelevantes
- Que este título haya abierto la puerta a más Asano y la posibilidad de que ver mangas de este autor pueda ser algo habitual en España.
Lo peor
- Pequeños detalles y matices menores en la traducción. Detalles menores.
La Chica a la Orilla del Mar |
Imprescindible |
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