Pues bien, ésta es una idea aproximada de lo que se les debió de pasar por la cabeza a dos autores españoles como Man y Migoya, cuando en el 2002 sacaron bajo la tutela de La Cúpula la obra de Kung Fu Kiyo en varios comic-books, trabajo que, en el pasado XXVII Salón del Cómic de Barcelona, Ediciones Glénat ha recopilado en un estupendo libro.
Artes marciales y yoyas
Cuando escuché por primera vez el nombre de Kung Fu Kiyo me vinieron muchas preguntas a la cabeza. No conocía esta obra, ni siquiera me sonaba. Pero un gran compañero, Jose Luis «Lynnot» de La Parada de los Monstruos me dijo claramente «…es la caña, es como una peli de artes marciales china, en Barcelona, a estilo manga!».
«¿Artes marciales y yoyas en Barcelona a lo manga?» Mi vena de lector compulsivo se hinchó de mala manera, y entonces se me puso entre ceja y ceja la intención de no dejar pasar una obra así. Que sea una obra de origen español a estas alturas no es un problema para mi, de hecho en más de una ocasión hasta es un incentivo. Aunque en la realidad, esto no le pasa a la gran amplia mayoría del aficionado español al manga, que seguramente han obviado tanto este, como otro de los grandes lanzamientos de cómic español «a lo manga» de este pasado Salón del Cómic, Soy Una Mata Gigantes, al que ya le dedicaremos otra reseña pronto.
Kung Fu Kiyo pasa por ser una atractiva puesta en escena de todos los clichés de una película de artes marciales china interpretada por cualquiera de la actores de moda como Jet Li o Jackie Chan. Pero además, para hacerla mucho más cercana a nosotros, está localizada en Barcelona, con la jerga que posiblemente se hable en las calles e institutos, y las lacras sociales que están a la orden del día en las calles más peligrosas de las grandes ciudades (Prostitución, tráfico de drogas…).
Si en este marco contamos una historia de varios jóvenes aficionados a las artes marciales, con un estilo muy marcado «a lo manga», metiendo torneos de artes marciales, malos y secuaces muy característicos, escenas de acción trepidantes, e inteligentemente ciertas dosis de humor con sus respectivos SD, tendremos más o menos lo que es en esencia Kung Fu Kiyo.
Kung Fu Kiyo nace en el año 2002 editada por la editorial La Cúpula en varios comic-books de 32 páginas en grapa divididos en dos arcos argumentales, cada uno de ellos compuesto a su vez de dos entregas. El guión corre a cargo de Hernán Migoya, y el dibujo en las manos de Manuel Carrot «Man».
Siete años después, Ediciones Glénat ha tenido para bien el recopilar los cuatro comic-books editados en su día por La Cúpula, más otro tipo de material extra como una historia corta publicada en la revista El Víbora o las portadas a color de los comic-books.
Golpe en la pequeña Barcelona
Como hemos dicho existen dos arcos argumentales bien diferenciados. El primero de ellos con un título tan mítico como genial «Karate a Muerte en Les Corts». La historia se desarrolla en Barcelona, concretamente, como es obvio, en el conocido Barrio de Les Corts. En él descubrimos a nuestros protagonistas.
Kevin, un chico de 16 años que es el típico antihéroe. Asiste al instituto público de Les Corts, y ha nacido en el seno de una familia muy humilde de orígenes andaluces del extrarradio de Barcelona, lo que se conoce como un «quillo». Hijo y hermano de dos expertos luchadores de king boxing echados a perder por las drogas y el alcohol, se empeña a demostrar que el no acabará como ellos, y aunque tiene sus «trapis» para salir adelante, evita a toda costa mezclarse en los asuntos de la panda de drogadictos de su hermano.
Luego tenemos a Xavi, el bueno de la historia. La contrapartrida de Kevin. Estudiante modelo de un instituto privado Pare Berenguer y practicante de kung fu. Odia a Kevin y lo que representa, la chusma del barrio. Además tiene un gran complejo de inferioridad, que le hace siempre tener ganas de demostrar lo fuerte y lo bueno que es ante los demás, que según cree lo infravaloran siempre.
Por último tenemos a la chica del trío protagonista Andrea, una chica con dos padres, si DOS padres, que son gays y provocarán algunos de los mejores momentos cómicos de la historia. De pequeña un accidente la deja medio paralizada la espalda por un extraño reuma, algo que únicamente se solucionaba practicando deporte para fortalecerla. Tras practicar mil y un deportes ningún consiguió hacerle desaparecer por completo el dolor, hasta que conoce a Xavi y éste que se enamora rápidamente de ella, la convence para hacer kung fu. Lo cuál a la póster acaba siendo la solución.
Durante el primer arco argumental se nos presentan más o menos los personajes ahondando en sus pasados y relaciones entre ellos, ya que los tres forman el típico y lioso triangulo amoroso: Xavi está enamorado de Andrea, pero a ésta le vuelve loco el «malo» del barrio que es Kevin. Pero éste último ya tiene novia, una tal Jennifer, que practica como el king boxing. Con todos estos ingredientes, y cierto incidente en el metro que tienen Xavi y Kevin, se gesta una relación de amor-odio a varias bandas entre los tres protagonistas y Jenni que desemboca en un torneo de artes marciales al más puro estilo de los de Dragon Ball, donde las chicas y los chicos, cada cual en su categoría, acaban demostrando quien es el mejor.
A grandes rasgos, este es el primer arco argumental, el más flojo de los dos, si se me permite el comentario, por que entre la presentación de personajes y el establecimiento de las pilares del mundo en el que se mueven Kevin, Andrea y Xavi la historia da poco más de sí.
Lo verdaderamente trepidante empieza con el segundo arco, «Rasputín, el Zar del Raval», donde un extraño personaje de acento ruso hace su aparición como verdadero malo maloso de la historia. Éste Zar, un extraño personaje salido de cualquier manga con acento ruso, domina las redes de prostitución y drogas desde su guarida, en uno de los barrios más peligrosos de Barcelona, el Raval.
Sin comerlo ni beberlo, los tres protagonistas se ven metidos en un lio muy grande con la banda del Zar, el cuál parece tener cautiva a Jenni, la novia de Kevin. Esta historia es mucho más cruda, realista y dura que la anterior, pero por contra las escenas de acción son mucho más trepidantes y el hilo general de la historia mucho más atractivo de principio a fin.
Mientras que en el primer arco el humor está presente en muchas de las páginas, en el el segundo éste se diluye en una historia mucho más dura. No obstante tampoco hablamos de una transformación muy brusca, sino muy paulatina llevando poco a poco al lector desde las peleas en un torneo de artes marciales de unos chicos de instituto, hasta los asuntos más turbios de bandas callejeras vinculadas al tráfico de drogas y a la prostitución.
Lo que más me ha gustado es la habilidad de Migoya de mezclar tan magistralmente la realidad de una ciudad como Barcelona y un guión de una película de artes marciales china, con elementos tan característicos del manga como un torneo de artes marciales o el personaje de Zar, que prácticamente cumple con todos los clichés de cualquier malo super poderoso que maneja los hilos de una organización terrorista o delincuente, con secuaz letal incluido.
Un Tebeo con estilo manga
Man, autor que debo confesar, sólo conocía de oídas de otra obra editada recientemente por Ed.Glénat, Saltando al Vacío, me ha dejado perplejo. Su habilidad para dar ese toque manga a la historia de Migoya es realmente espectacular. El estilo de Man me atrevería a definirlo como una mezcla a medio camino entre el tebeo español más clásico de Bruguera o TBO, y el manga shonen más sencillo y resultón.
Empezamos por el diseño de los tres protagonistas, donde descubrimos un estilo a medio camino entre el tebeo español y el manga muy característico. El más destacable es el de Kevin, que recuerda demasiado, y no por casualidad, a cierto personaje de Gran Hermano que acuño el famoso término de las «yoyas», compartiendo además de orígenes (L’Hospitalet) ciertos dejes y expresiones al hablar. En el resto de personajes sin lugar a dudas también me ha encantado su visión del Zar, al igual que la de Guardia Negra, su letal secuaz, muy de malo maloso de anime.
Las escenas de acción Man las maneja al dedillo. Nunca perdemos el hilo de la pelea, y viñeta a viñeta nos traslada a la perfección toda la energía de los movimientos de king boxing y kung fu de los protagonistas. Otro detalle muy característico es que Man pasa del estilo de dibujo serio al caricaturesco sin brusquedades, las escenas cómicas aparecen de forma natural, con un estilo muy manga, cercado al SD (Super Deformed)
Pero sin lugar a dudas lo que más me ha gustado del dibujo de Kung Fu Kiyo son las splash-pages, en castellano las viñetas a una sóla o dos páginas con los «momentazos» de la historia, o los inicios/finales de los capítulos. En especial, en el segundo arco, hay un par de estas splash-pages protagonizadas por Jenni, que son para quitar el hipo, tanto por la composición de la viñeta, como por el ángulo usado o el perfecto control de Man del cuerpo femenino (se notan sus inicios en el cómic erótico en Kiss Cómic).
Autores
Hernán Migoya (Ponferrada, 1971) es licenciado en Comunicación Audiovisual. Trabajó durante siete años en Ediciones La Cúpula como redactor, combinando su trabajo con diversas actividades periodísticas y rodando dos cortos: D.N.I. y El desnudo de Jenni.
Como guionista de comics, entre sus obras destacan Desalmado, con dibujo de Perro (El Víbora, Ed. La Cúpula); La salida de la clase, con dibujo de Rubén, Premio a la Mejor Obra Erótica del XIX Saló del Còmic de Barcelona (Col. X, Ed. La Cúpula) o El hombre con miedo, con dibujo de Man (Col. Fuera de Serie, Ed. La Cúpula).
Migoya viajó a Estados Unidos y se documentó a fondo para relatar la vida y obra de su escritor favorito y reivindicar su memoria. Como resultado surgió la obra Charles Williams. La tormenta y la calma, publicado por Ediciones Glénat en la Colección Parapapel. También ha escrito el libro Desnudas (Midons Ed./Celeste).
Man (Manolo Carot) nació en Mollet del Vallès, provincia de Barcelona, en 1976 y se ha convertido en uno de los historietistas jóvenes más prolíficos y reconocidos del panorama actual. Sus primeros trabajos fueron encargos de Ediciones La Cúpula, editorial con la que colaboró como portadista en la mítica revista El Víbora y para la que dibujó series como Universitarias o Huesos y Tornillos en la revista Kiss Comix.
A lo largo de los últimos años ha mantenido una fluida relación creativa con el escritor Hernán Migoya junto a quien publicó tres obras: Kung Fu Kiyo, El hombre con miedo (ambas en Ediciones la Cúpula) y Ari (Glénat). En 2007 saltó los Pirineos para debutar en Francia con la novela gráfica Mía (guión de Santi Navarro) en la editorial Dargaud. Esta misma editorial le encargó la serie de cinco volúmenes Saltando al vacío, su último trabajo hasta el momento.
(información extraída de la web de Ediciones Glénat)
La Edicion
Kung Fu Kiyo son casi 200 páginas en blanco y negro con toda la colección publicada por La Cúpula en el 2002 en cuatro comic-books, con extras como dos historias cortas publicadas en El Víbora, las portadas de los comic-books e ilustraciones varias.
La encuadernación es tipo libro, con tapas duras, y una portada diseñada por Man, con el logo del Zar y la abreviatura del título en felpa… si, si en felpa, como lo habéis leído. El envoltorio es bueno, muy bueno y bonito, pero ¿y el interior?
La impresión y el gramaje de las páginas es perfecto también. Ni una sola mancha, ni una sola trama mal colocada, una impresión nítida y clara que ayuda a resaltar aún más la calidad del dibujo de Man.
Todo a un precio de 19.95€, que sinceramente, para los precios que se ven actualmente en ediciones similares, es un precio super ajustado y coherente.
Conclusiones
En Ramen Para Dos somos un poco plastas con la cantinela de que apoyéis el cómic español. Es cierto que para el típico lector de manga, que no ha leído nada más allá de típico shonen japonés, le puede resultar complicado saltar a otros tipo de cómic como el español. Pero si alguna vez habéis pensado probar con algo, Kung Fu Kiyo es una grandísima oportunidad, ya que en esta obra realizada por dos auténticos autores consagrados, encontraremos todos aquellos ingredientes que nos encantan del manga de acción shonen: peleas, artes marciales, personajes molones, malos malosos de verdad, humor, erotismo… Pero lo mejor es que además es una historia nuestra, hecha en España, en la ciudad de Barcelona, haciendo todo más cercano.
Lo Mejor: Manga de calidad hecho en España, en una edición perfecta a un precio muy ajustado.
Lo Peor: Su final, que nos deja con ganas de saber más de Kevin, Andrea y Xavi.
Fecha técnica:
Título original: Kung Fu Kiyo
Guión: Hernán Migoya
Dibujo: Man
Editorial española: Ediciones Glénat
Formato: Formato libro, 192 pág. B/N y color
Precio: 19.95€
Nº de tomos en castellano: Tomo único
Enlaces:
Web de Ediciones Glénat
Kung Fu Kiyo en La Guia del Cómic
Comicsario: El blog de Hernán Migoya
Mancomic: El blog de Man
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