El manga de Inuyasha comenzó a publicarse en la revista Shonen Sunday en el año 1996. Esta publicación de Shogakukan, casa de Rumiko Takahashi y de otros grandes autores como Gosho Aoyama (Detective Conan), Yellow Tanabe (Kekkaishi) o Kazurou Inoue (Midori no Hibi) entre otros, se ha encargado de no dejar escapar el gran talento de esta mangaka, siendo el único y principal medio de difusión de su obra.
Inuyasha llegó a nuestras vidas en un momento agridulce. El género manga en España atravesaba una terrible crisis que todos nos temíamos llevaría a su casi completa desaparición.
La equivocada política de formatos tipo cómic americano (64 páginas) no favorecía para nada al manga, cuya narrativa es mucho más lenta respecto al tebeo tradicional. Esto provocó la masiva cancelación de muchísmas series, entre ellas Ranma 1/2 que en nuestro país había alcanzado a duras penas el tomo 17 tras más de 7 años de publicación (de 1992 a 1999).
Esto unido a la poca difusión de internet, provocó que la nueva obra de Rumiko Takahashi nos fuese dada a conocer a través de revistas especializadas y rumorología, aunque nadie se preocupó especialmente por ella, dado que nos encontrábamos mucho más interesados en intentar terminar las obras que sí habían llegado a España de la autora.
Como olvidar las fanediciones (antes no existían las páginas de scans 😉 ) de Maison Ikkoku y La Saga de las Sirenas, llevada a cabo por los aficionados, toda una muestra del gran fanatismo que existía por la autora, que había sido tan maltratada (al igual que todo el género manga) en nuestro país.
Pero conseguimos salir de la crisis, Internet se convirtió en un medio de comunicación generalizado y las editoriales españolas comenzaron a editar en formato tomo.
Ediciones Glénat se hizo rápidamente con todos los derechos de las obras de Takahashi, y comenzó su inmediata reedición. Primero dimos muy alegremente la re-bienvenida a Ranma 1/2 en octubre del año 2001, para tan solo un año después sorprendernos con la llegada de Inuyasha, en octubre de 2002.
Los aficionados al géneros con unos cuantos años de edad miramos Inuyahsa con unas expectativas ya creadas. Rumiko Takahashi era toda una institución y no podíamos más que esperar un nuevo éxito de masas.
El tiempo nos dio la razón y el perro-demonio comenzó a batir récords se ventas y a hacerse con el monopolio del merchandising. Y es que tanto para fieles como detractores, no podemos olvidar que se trata de una creación de la reina del manga.
Una breve introducción
Kagome es una estudiante de 16 años que vive en un santuario perteneciente a su familia. Un día cae por un antiguo pozo arrastrada por una extraña criatura, un ciempiés gigantesco, y aparece en el japón feudal, en mitad de una increíble congestión social.
Kagome resulta ser la reencarnación de Kikyo, una antigua sacerdotisa que vivió en la época de las guerras civiles y que murió intentando proteger un objeto de increíble valor, la joya de las cuatro almas.
Cuenta le leyenda que esta joya es capaz de incrementar el poder de los youkai (demonios) hasta extremos inimaginables, siendo una constante fuente de problemas. Ahora gracias a Kagome la joya ha vuelto a aparecer surgida de su propio cuerpo.
En un nuevo ataque de un demonio intentando hacerse con la joya, Kagome despierta a Inuyasha, un medio-demonio que yacía dormido gracias a Kikyo hacía más de 50 años. Pero en mitad de la batalla la joya de las cuatro almas es partida en miles de fragmentos y se difumina en el horizonte.
Inuyasha es mitad humano y mitad demonio-perro, su mal carácter y su desconfianza hacia los demás comienza a suavizarse con la aparición de Kagome, que le acompañará en la búsqueda de la tan deseada joya.
A su causa se unirán varios personajes, que descubren que la fuente común de sus problemas recae en un poderoso demonio, Naraku, que guarda un odio ancestral contra Inuyasha y la fallecida Kikyo.
La aventura está servida al igual que el triángulo amoroso, pues la joven Kagome no tarda en caer rendida a los pies de Inuyasha, el cual no puede olvidar a su eterno amor….todo entremezclado y servido en mitad de la época de las guerras de los grandes señores feudales, la pobreza y la miseria del pueblo y los seres sobrenaturales campando a sus anchas por Japón.
Inuyasha es sin duda la historia más sangrienta de Rumiko Takahashi. Sus páginas se encuentran pobladas de guerras, matanzas y sangre a raudales, demonios que devoran personas o que simplemente las matan por placer.
En contraposición a otra de sus obras donde ya se observaban parte de estos elementos como es La Saga de las Sirenas, Inuyasha parece aligerar el entorno que rodea a la trama, centrándose mucho más en la derrota de enemigos que en el drama humano.
Su trama se repite una y otra vez como ya ocurre en cientos de shonen manga, lo cual no deja de sorprender a los fans de la autora, ya que esta es la primera vez que utiliza este tipo de recursos narrativos, y aunque el resultado no termina de ser lo esperado por muchos, sí se permite ciertos giros argumentales que hacen que la trama avance lentamente.
La presencia, así como los diseños de los cientos de demonios que pueblan el manga no deja de ser curiosa. Takahashi siempre ha sentido cierta predilección por las historias de fantasmas o con tintes paranormales, pero con Inuyasha ha llegado a extremos nunca vistos en sus obras. La normalización respecto a la existencia de los demonios es una constante a lo largo del manga, encontrándonos con todo tipo de seres.
Desde los míticos zorros capaces de adoptar cualquier forma, pasando por serpientes gigantescas, ogros, dioses, cadáveres reanimados… cientos de youkais tan diversos como rica es la imaginación de la autora.
Las odiosas comparaciones
Al ser la «hija menor» de una larga serie de éxitos, Inuyasha se ha visto sacudida en gran medida por la fama de sus hermanas mayores. Las expectativas creadas en la obra eran máximas, y para los enamorados de las viejas obras Inuyasha no termina de convencer.
Rumiko se deshace de su amor por las historias envueltas en la rutina, en los pequeños círculos sociales y en la carga humorística afectiva, para dar a luz un manga mucho más comercial y «habitual», algo que a todos sus seguidores no deja de causarnos un cierto grado de desilusión.
Por otra parte no se puede dejar de mentar a los pilares principales de las historias de la autora, sus personajes.
El parecido de Inuyasha con Ranma no pasa desapercibido a nadie, así como el de otros muchos.
Y es que Rumiko es una maravillosa constructora de historias, pero peca en el mismo aspecto que otros autores de manga, el diseño de personajes.
Los protagonistas de sus mangas parecen estar hechos con el mismo patrón, cambiando tan solo sus peinados, tal vez esta observación sea menos evidentes que en otros de sus compañeros de profesión, pero no por ello resulta menosreseñable.
Así también parecen repetirse los roles desempeñados por cada uno de ellos, dando como resultado una historia conducida por los diferentes carácteres de sus protagonistas.
Un rasgo de la autora que recupera de alguna forma esa «familiaridad» perdida en los altibajos de la trama y nos hace recordar el porqué le apodan «La reina del manga».
Rumiko Takahashi, una mangaka de altura
Esta mangaka que ya cuenta con 50 años de edad ha pasado los últimos 12 años dándole vida a este peculiar medio-demonio.
Su carrera es rica y muy, muy larga, sus obras abarcan todo tipo de géneros siendo las más largas y destacables Urusei Yatsura, Maison Ikkoku y Ranma 1/2.
Toda su vida profesional se ha desarrollado dentro de la editorial Shogakukan, en las páginas de publicación mensual Shonen Sunday.
Su estilo es fácilmente reconocible por sus simpleza de lineas y estructura anatómica de los personales.
En sus años con Inuyasha hemos podido observar una madurez en su estilo de dibujo, que aunque ya muy consolidado no deja de mejorar y avanzar hacia la rigidez de lineas, en contraposición a la suavidad y simpleza de rasgos observados en obras anteriores.
Rumiko es una mangaka que ha sabido desarrollar su propio estilo al margen de modas y que aunque siempre reconoce tener muchas influencias de su maestro Kazuo Koike (El lobo solitario y su cachorro), ha sabido dar rienda suelta a su disparatada imaginación y ofrecernos su propio mundo, distanciándose en gran medida de sus contemporáneos.
La Edición
En España Inuyasha comenzó a editarse en el año 2002 por parte de Ediciones Glénat. Su formato tomo, aún bastante nuevo por aquellos tiempos ayudó en gran medida a su popularización y difusión.
Pertenece a la linea Shonen de Glénat, compartiendo características comunes con la misma, como el membrete de color verde en ambos extremos del lomo.
Por otra parte cuenta con una impresión de altísima calidad, pero la nota negativa la ponen ciertas traducciones demasiado «españolizadas» para determinados gustos, así como el (poco frecuente aunque existente) cambio de bocadillos en las viñetas.
Tampoco podemos dejar de notar la repetición de las imágenes en los lomos de los tomos, los cuales viene adornados con mini-caritas de Inuyasha y Kagome, las cuales en muchas ocasiones se encuentran repetidas durante bastantes tomos consecutivos.
Harina de otro costal es la edición en lengua catalana. Además de contar con un precio mucho más reducido sus portadas son mucho más fieles (por no decir idénticas) a las originales japonesas, respetando el «recuadro» que enmarca la portada en lugar de realizar una ampliación de la misma como en la edición en castellano.
No obstante, la diferencia entre portadas tiene su explicación sencilla, y es que los libreros y distribuidores exigen a Glénat que las portadas de un mismo manga en idiomas diferentes sean también diferentes, para no confundir una versión con otra. Lo que nunca ha trascendido es por que la versión fiel es la catalana, y no la versión en castellano, pero es algo que ya pasa en otras obras de la editorial como Bleach.
En general podemos hablar de una edición muy correcta por parte de Ediciones Glénat, aunque sin olvidar el aparente «agravio» de los lectores castellano-hablantes, ya que la edición en catalana se encuentra mucho más cuidada estéticamente.
Lo Mejor: Observar la magia de Rumiko Takahashi, la mejora del dibujo, el final.
Lo Peor: La obra podría haber sido igual de buena con 20 tomos menos, tiene un desarrollo lento y peca de repetitiva.
Fecha técnica:
Título original: Sengoku o togi zoushi Inu-Yasha
Guión: Rumiko Takahashi
Dibujo: Rumiko Takahashi
Editorial japonesa: Shogakukan
Editorial española: Glénat
Formato: A6 (11x17cms), 192 páginas B/N
Precio: 7,50€
Nº de tomos en japonés: 56
Nº de tomos en castellano: 56
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