Han pasado varios meses en los que se ha hablado mucho sobre Nintendo, sus sagas y los títulos que están por venir. La compañía japonesa ha puesto todas sus cartas sobre la mesa y le ha dado a sus fans muchos de los títulos que estaban esperando. Y así se presenta: Hyrule Warriors, que tal como dijo la propia Nintendo, no es un Zelda más. Pues, por primera vez en muchos años la compañía le presta una de sus sagas emblemáticas a otra desarrolladora, aumentando aún más las posibilidades del mundo de Zelda ¿Cuál habrá sido el resultado?
Hyrule Warrios, el Zelda de repartir mamporros
Pese a que hace unos años la saga Pokémon se veía envuelta en un crossover (que no pudimos ver en estas tierras) con la saga Nobunaga’s Ambition, nunca podríamos haber imaginado que una saga tan emblemática podría pasar a manos de una segunda desarrolladora. Y es que, como bien dijo Miyamoto, este podría ser el primero de otros muchos títulos en los que Nintendo cedería la IP y la desarrolladora se encargaría de adaptar la saga al estilo de juego que desee.
Esta vez nos encontramos con un Musou puro, un Beat’em up producido por Tecmo Koei y desarrollado por Omega Force/Team Ninja, y que en 1997 publicó su primer título para PlayStation. Desde entonces son pocos los títulos con el sobrenombre “Dinasty” que han visto la luz en el mercado, encontrando títulos inspirados en la antigua china, en el mundo de Gundam o hasta en mangas como One Piece o El puño de la estrella del Norte.
Así que olvida todo lo que conozcas de la jugabilidad clásica de los Zelda, Hyrule Warrios viene para que olvidemos los tediosos puzzles y mazmorras y nos deleitamos machacando botones como unos salvajes. Y lo cierto es que lo consigue. El choque entre franquicias no le podría haber sentado mejor a la saga, y aunque pecando de la “monotonía” con la que pueden contar estos títulos, nos encontramos con una pieza muy rejugable, divertida y aunque no todo lo variada que nos gustaría, muy adictiva. Vayamos por partes.
La excusa para machacar botones
Si algo se le puede achacar a la saga de Zelda, entre toda esa vorágine de bondades, es lo simples que suelen ser algunas de sus tramas, no por su ambientación (que es inmejorable) si no por los hechos y acciones que suceden, que son algo escasos y que suelen seguir un mismo patrón en la mayoría de sus títulos. Este caso no es una excepción y aunque la trama no es aburrida denota que no es más que una excusa para introducirnos en el campo de batalla, que es realmente la esencia de este título.
La historia comienza cuando Cya, una misteriosa y maligna hechicera comienza a invadir Hyrule con sus malvadas y numerosas tropas. Todo habría ido según los previsto sino hubiese sido por los grandes héroes de Hyrule, entre los que se encuentran: Link, la Princesa Zelda, Impa, Lana, un nuevo personaje que nos ayudará en nuestra aventura. Sin embargo, todo se pone patas arriba cuando Cya, en un intento de obtener su gran poder, abre numerosos portales temporales que conectarán las distintas entregas de Zelda.
En este contexto, encontramos la forma perfecta de meter todo tipo de personajes de la saga sin que resulte incoherente. Esto permitirá, manejar desde Fay de Skyward Sword, y luchar contra las tropas en Altarea, hasta el rey Goron de Ocarina Of Time y pasearnos por el Desierto Gerudo a ritmo de martillazos. La trama, aunque no sea más que una excusa para machacar botones, consigue enlazar estos hechos perfectamente y consigue mantener el interés en el espectador para seguir jugando la historia.
Aún así, es más que satisfactoria la forma en la que el Team Ninja ha cohesionado todos estos mundos paralelos sin que chirríen entre sí. Existe una gran coherencia en cada escenario, y sin duda en muchos hará que aflore un sentimiento nostálgico muy a tener en cuenta. El cuidado de este aspecto ha sido mínimo y se nota, de lejos, el cariño y el esfuerzo que ha puesto la compañía en mantener la coherencia y la lógica a este particular mundo, que además esconde numerosos guiños y que a más de un fan le hará esbozar una sonrisa.
Las misiones y su desarrollo
Si por algo se caracteriza la saga Musou es por su jugabilidad, que se basa a grandes rasgos en repartir leña por todo el escenario mientras vamos cumpliendo los objetivos que se nos marcan. Y aunque a priori pueda parecer algo desolador, lo curioso es que funciona, incluso me atrevería a decir que bastante mejor que en otros títulos de la misma saga.
Comenzaremos la partida con unos de los personajes de todo el plantel, a veces limitado a uno en concreto y otras de libre elección. Una vez con nuestro personaje, tendremos que ir moviéndonos por el escenario mientras derrotamos a cientos de enemigos para cumplir cada objetivo, que acabará con la batalla con el jefe final de la misión. Pero la gracia de estas misiones reside, precisamente, en lo que envuelve nuestro entorno más que en la propia misión en sí, dando la sensación de un mundo en constante cambio y movimiento.
Y es este precisamente uno de los mayores puntos clave de la entrega, pues lo que sucede en pantalla no es solamente lo que vemos, sino que hay un sinfín de aliados, tanto soldados rasos como héroes conocidos, que lucharán a nuestro lado. Esto hará que ya no solo tengamos que estar pendientes de lo que nos marca la misión, sino de cuidar todos estos factores que podrán hacer nuestra derrota algo más rápida. Para evitarlo tendremos que ayudar a los NPC, que nos irán dando indicaciones durante toda la partida., teniendo así que conquistar el mayor número de bastiones posibles, zonas del mapa que nos fortalecerán conforme las vayamos conquistando y que además, nos darán objetos únicos en forma de recompensas, sumando así un gran componente estratégico al título.
Jugabilidad frenética
Hyrule Warriors no nos dará ni un respiro durante toda la partida, y es sin duda aquí es donde reside su encanto. Con la premisa inicial de dos botones de ataque, uno para esquivar y otro para protegernos, el título irá mostrándonos poco a poco que la experiencia ayuda, y que es fundamental conocer bien los ataques de cada personaje para obtener un mejor resultado en el campo de batalla.
Y es que aunque la forma de realizar los combos sea la misma, cada personaje tendrá a su disposición una gran cantidad de armas y ataques que marcarán la gran diferencia entre unos y otros. Por contra,es también destacable de forma negativa lo “rotos” que están algunos de estos personajes, puesto que encontraremos un gran desnivel entre unos y otros, estando algunos mucho más inflados y siendo más fácil eliminar hordas con ellos.
Asimismo, algo que también se le ha criticado mucho al título es el bajo plantel de personajes en comparación a otras entregas de la saga, aunque también es bien cierto que se expandirá con futuros DLC (ya anunciados y en preventa en la E-Shop). Desde nuestro punto de vista, no creemos que esto sea algo negativo, y aunque si es bien cierto que el universo de Zelda da para mucho más, existe suficiente variedad y opciones, entre armas y personajes que le dan frescura al título.
Otro añadido importante será la posibilidad de mejorar constantemente a nuestros personajes, ya que en función del uso que les demos estos subirán o no de nivel, lo que permitirá comprarles habilidades, mejorar sus ataques, combinar armas y en definitiva, un nivel de personalización que aunque bastante limitado, enriquece el apartado jugable.
Todos sus modos
Otra de las grandes características que coronan a este Hyrule Warriors es su gran rejugabilidad, y es que no bastará con completar el modo historia, ya que el título cuenta con diversos modos en el que echar una gran cantidad de horas y que llegarán a ser incluso más divertidos que el modo principal.
Aquí encontramos el modo aventura, todo un guiño para los más nostálgicos por su particular aspecto basado en el primer título de la saga, lanzado para la NES hace ya unos cuantos años. Este, en forma de tablero, pondrá a nuestra disposición un total de 128 misiones en las que se nos pondrán diferentes objetivos que irán subiendo de dificultad conforme vayamos avanzando.
Pero el verdadero encanto de este modo reside en sus recompensas, que lejos de ser mejoras de las armas que ya tenemos, es donde verdaderamente los veteranos de la saga encontrarán muchas sorpresas. Desde enemigos que se desbloquearan de forma jugable, armas como el clásico Chomp-Chomp cadenas que tanto caracterizaban a los clásicos títulos de Game Boy o aliados como los cucos, que nos ayudarán a dar caña frenéticamente. Para desbloquear estos elementos, tendremos que ir cogiendo los distintos objetos que nos darán las misiones y desbloquearlos a través de sencillos puzzles por todo el tablero.
Por otro lado, el juego cuenta con otros dos modos de juego, por un lado el modo desafío, que nos pondrá distintas pruebas pero que se quedan algo cortas y el modo el modo multijugador, en el que podremos repartir tortas junto a quien queramos.
Para poder jugar a este modo, uno deberá jugar al título desde el propio Gamepad de la consola y utilizando su pantalla y otro desde una televisión y con los mandos de la Wii. Desgraciadamente, la bajada de frames en esta modalidad aumenta considerablemente, y aunque no impida el disfrute del título sí que le pasa factura a la experiencia multijugador, siendo algo incomprensible que no exista un modo Cooperativo Online.
Su apartado audiovisual
Hyrule Warriors cumple visualmente con lo prometido, no tiene grandes pretensiones de ser el mejor título gráficamente de la consola y de hecho no lo consigue, pero tampoco se le puede pedir más. Los escenarios nos muestran un nivel de detalle más que aceptable, teniendo en cuenta la cantidad de elementos que se mueven en pantalla, ya no es solo el escenario y nuestro personaje, sino los cientos de enemigos que saltan por los aires continuamente, siendo toda una hazaña que no existan prácticamente bajadas de frames excepto en contadas ocasiones .
Esto hace que el título cumpla más que de sobra en su apartado gráfico, destacando especialmente el detallado modelado de personajes, que está especialmente muy cuidado. Otro factor muy interesante, es que por primera vez en la saga veremos escenas cinemáticas generadas por ordenador, que son sin lugar a dudas una maravilla técnica y que además, hacen respirar al jugador entre misión y misión.
Por otro lado, la banda sonora no podía haber sido más acertada, nos encontramos durante toda la partida con las clásicas melodías de Zelda pero desde un prisma mucho más rockero y metalero, caracterizado por las guitarras eléctricas, los golpes de doble bombo que en definitiva hacen aún más frenética nuestra experiencia.
Un camino a seguir
Estamos de acuerdo en que Nintendo ha tomado una gran decisión en dejar una de sus sagas más conocidas en manos de una empresa tan experimentada como es Tecmo Koei y que, viendo el resultado del título, no sería de extrañar que se repitiese con alguna de sus grandes IP’s. En este caso, Hyrule Warriors no es un título para todo el mundo, a pesar de su rejugabilidad y su dinamismo ya que puede resultar algo pesado para los más puristas, pero sin duda hará las delicias de los fans, tanto de una saga como de la otra, además de a gran parte del público general.
Si en algo destaca el título es su diversión, y es que los primeros días no podréis soltar el mando ni un momento ya que engancha como pocos. Además, su gran cantidad de misiones y contenido desbloqueable aportarán la friolera de hasta más de 70 horas de juego para quien quiera hacerse con todo, y que se verá aumentado aún más con sus futuros DLC’s. Si bien es cierto que algunos aspectos como la falta de su cooperativo online, la posibilidad de incluir algún modo algo más variado o algún que otro personaje podrían haberse incluido, Hyrule Warriors resulta el tentempié perfecto antes del nuevo Zelda, y una apuesta segura para los que no saben con qué alimentar su Wii U. ¡Al combate!
Lo mejor:
- Ver el mundo de Zelda desde un enfoque diferente y muy bien diseñado.
- Lo desestresante que es zurrar con Link y compañía.
- Muy divertido y adictivo.
- Bastantes horas para completarlo al 100%.
- Personajes inéditos.
Lo peor:
- Puede resultar algo pesado una vez terminada la campaña si no es un género que nos llame mucho.
- Repetición de sus misiones en el modo leyenda.
- Un modo online hubiera sido algo genial.
- El bajón de frames que pega su cooperativo.
Hyrule Warriors |
Aceptable |
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