A lo largo de la historia, los monstruos siempre han sido un elemento recurrente en la cultura popular. Muertos vivientes, hombres lobo, vampiros…, siempre han hecho aparición en distintos mundos y situaciones para marcar un punto de inflexión en los protagonistas y en la historia en general. Partiendo de esta premisa, Shuzo Oshimi toma al vampiro para profundizar una vez más en la complicada adolescencia en Happiness.
Shuzo Oshimi empezó a publicar este manga con tintes de terror psicológico en 2015 en las páginas de la Monthly Shonen Magazine de Kodansha. Finalizó en 2019 con un total de 10 volúmenes recopilatorios.
La obra ha llegado recientemente a España de la mano de Milky Way Ediciones, quien ya publicó otros mangas del autor como Cibercafé a la Deriva, Shino no es capaz de decir su propio nombre y Rastros de sangre. El primer volumen salió a la venta el pasado 30 de junio.
El despertar de la sangre
Makoto es un adolescente normal, muy a su pesar. No tiene amigos y es utilizado de manera continua por sus compañeros para comprar la comida en el instituto. Tampoco se atreve a hablar con chicas, aunque empieza a sentir interés sexual por ellas. Sin embargo, todos estos días de “felicidad” llegarán a su fin cuando es atacado por una misteriosa joven. Aunque tras morderle el cuello le pregunta si quiere vivir o quiere ser como ella. “No quiero morir…”, grita desesperado Makoto a lo que la joven responde con una breve sonrisa. A partir de entonces, la vida del joven no volverá a ser la misma…
La historia sigue al pie de la letra todos los patrones que tienen como protagonistas a los legendarios chupasangre: una vida marcada por el fracaso, el ataque, el período de reconversión y la nueva vida. No obstante, Oshimi los asume e introduce de manera magistral en la etapa adolescente que tantas veces ha demostrado que conoce tan bien para señalar sus defectos (bullying, abusos, despertar sexual…) y como el vampirismo incipiente de Makoto parece la solución a todos esos problemas. Aunque teniendo en cuenta historias del género previas, serán un arma de doble filo.
Como es habitual en el autor, la historia va directa al grano y sin rodeos. Aunque es cierto que tanto por el componente vampírico, como la parte de la historia leída en este primer tomo, puede parecer que el autor no aporta nada nuevo (incluso que puede ser predecible lo que se está leyendo). Estamos ante Shuzo Oshimi. El autor siempre mantiene esa tensión en todo momento de no saber por dónde va a discurrir la trama, o cómo van a reaccionar los personajes. Estos siempre suelen ser un misterio en sí mismos con una naturaleza oculta que poco a poco va desvelando y te va atrapando, para bien o para mal. Aunque al menos en este primer volumen con el que se ha hecho la reseña, la historia ha destacado más por la acción que por la introspección.
Por supuesto, no faltan otros elementos y escenas marca de la casa de Oshimi y que seguro no dejarán indiferente al lector. No solo la violencia, sino también algunas actitudes y acciones de los personajes y que contribuyen a mantener esa atmósfera inquietante y un tanto sórdida.
Entre la cotidianeidad y la experimentación
Oshimi siempre se ha caracterizado por dotar de un gran poder narrativo a su dibujo. En sus viñetas el dibujo es el protagonista frente al texto, algo que ha demostrado de manera magistral en Rastros de sangre. Aunque en este primer tomo, no llega al nivel de esta, estamos ante un dibujo fiel a su estilo y detallista, tanto en personajes como en los fondos.
El autor pone especial atención en los detalles y, sobre todo, en las expresiones. Sonrojos, sudores, miradas…, que transmiten más que un sinfín de bocadillos de texto. Son este tipo de pinceladas las que le permiten a Oshimi expresar a la perfección la personalidad y sentimientos de los personajes en todo momento. Además, las acertadas tramas no solo logran transmitir la acción necesaria a la viñeta, sino también otra serie de sensaciones dentro de ese despertar vampírico del protagonista, como el olor de la sangre.
Aunque tampoco faltan las viñetas en las que el autor experimenta con el dibujo. Por ejemplo, a la hora de reflejar una de las crisis del protagonista durante la reconversión toda la viñeta se retuerce y estira expresando esa sensación de mareo.
El retratista de la adolescencia
Shuzo Oshimi posiblemente sea uno de los autores más representativos de su generación junto a Inio Asano. Al igual que este, sus obras se caracterizan por un análisis psicológico de una etapa vital, normalmente la adolescencia, pero mostrando su lado más oscuro e incómodo dando lugar a obras únicas en su especie.
Nacido en 1981 y originario del pueblo de Kiryu en la Prefectura de Gunma, debutó en el mundo del manga en 2003 con Avant-Garde Yumeko en las páginas de la Young Magazine de Kodansha. Un tomo único que ya dejaba entrever la particular visión del autor: una joven se obsesiona con los penes tras acudir a un festival dedicado a los genitales masculinos hasta tal punto que quiere dibujar uno real.
Posteriormente, lanzó dos mangas cuyo tema central era la inseguridad en el ámbito amoroso, una constante dentro de la obra de Oshimi. Por un lado, el tomo único Sweet Poolside publicado en las páginas de la Monthly Shounen Magazine de Kodansha en 2004 y, por otro lado, Devil Ecstasy publicado entre 2005 y 2013 en la Young Magazine de Kodansha. Este último finalizó con cuatro tomos recopilatorios y donde también se empieza a entrever el toque oscuro de las historias de Oshimi.
En 2008 ve la luz Hyouryuu Net Cafe, remake de Hyōryū Kyōshitsu de Kazuo Umezu. Se publicó en Manga Action de Futabasha en 2008 y que finalizó con 7 volúmenes recopilatorios. Además, contó con adaptación a serie de imagen real en 2009, finalizando con un total de 11 episodios.
Tras este éxito, el autor continuó en esta senda con Aku no Hana, posiblemente su obra de más éxito. Publicada entre septiembre de 2009 y mayo de 2014, quedó recopilada en 11 volúmenes recopilatorios y estuvo nominada a los 5º Manga Taisho. Además contó con una adaptación animada de 13 episodios a cargo del estudio Zexcs y aclamada por el uso de la rotoscopia. También contó con una película de imagen real estrenada en septiembre de 2019 con la dirección de Noboru Iguchi y guion de Mari Okada.
Paralelamente a la publicación de Aku no Hana, también publicó la historia corta Shino-chan wa Jibun no Namae ga Ienai, así como Boku wa Mari no Naka. Sobre esta última, destacar que se publicó entre marzo de 2012 y septiembre de 2016 en la Manga Action de Futabasha y que tiene como protagonista a un hikkikomori que un día intercambia consciencia con una mujer con todo lo que ello conlleva a nivel personal y social. Fue recopilada en 9 volúmenes.
Posteriormente en 2015 llegó Happiness y en 2017 Chi no Wadachi, su último gran éxito. Actualmente, esta sigue publicándose en las páginas de la Big Comic Superior de Shogakukan y cuenta con 11 volúmenes recopilatorios.
A parte de Chi no Wadachi, ha publicado varias obras autoconclusivas, así como continuar la publicación de Okaeri Alice en la Monthly Shounen Magazine desde 2020 y que, hasta el momento, cuenta con dos volúmenes. Una historia protagonizada por tres tímidos jóvenes, amigos desde la infancia, pero que empiezan a descubrirse los unos a los otros al llegar a la adolescencia.
Los lectores españoles podemos estar de enhorabuena dado que gran parte de las obras del autor, al menos las más representativas, han llegado a España. Por parte de Milky Way Ediciones han llegado Hyouryuu Net Cafe (como Cibercafé a la deriva), Shino-chan wa Jibun no Namae ga Ienai (como Shino no es capaz de decir su propio nombre) y, actualmente están en publicación, Chi no Wadachi (como Rastros de sangre) y Happiness. Adicionalmente, también está disponible Aku no Hana gracias a Norma Editorial y bajo el título Las flores del mal.
A pesar de la disparidad de obras, Oshimi siempre ha reflejado algunos de los aspectos que más adolece la sociedad actual y que todos derivan de la inseguridad de uno mismo. Es por ello que sus obras, a pesar de su perspectiva poco convencional, logran cautivar a tantos lectores. Todo ello, acompañado de un dibujo a la altura y que el propio autor ha reconocido inspirarse en autores como Odilon Redon, André Breton, Max Ernst y Francisco de Goya, entre otros.
La edición
Milky Way Ediciones ha editado el manga en un formato tomo 11,5×17 cm rústica tapa blanda con sobrecubierta. En cuanto al título de la portada lo han movido hacia abajo con respecto a la edición japonesa para que luzca más el dibujo.
Una vez dentro del tomo, nos encontramos con varias páginas a color (algo que siempre es de agradecer) y que, teniendo en cuenta lo que muestran esas páginas, es la mejor puerta de entrada a la historia. En cuanto a la impresión y traducción no hay nada que objetar, estando a la altura con respecto a otras obras de la editorial.
El precio del tomo es de 8,00€, una rara avis en los tiempos que corren, y que lo convierten en una compra casi segura. Además, como es habitual, si se adquiere en la web de la editorial se incluye un marcapáginas de regalo.
Conclusión
Oshimi reinterpreta a su manera la figura del vampiro, introduciéndolo en el contexto en el que más cómodo se encuentra el autor: la vida estudiantil. Una historia donde recoge a la perfección la complejidad de esta etapa, con más sombras que luces, y que con la reconversión del protagonista como vampiro marcará un antes y un después en la vida de todos.
Un manga que engancha desde el primer momento, no solo por el atractivo en sí de las obras protagonizadas por el chupasangre, sino por su aura de misterio que rodea tanto a la trama como a los personajes. El no saber por dónde va a discurrir la trama en las obras de Shuzo Oshimi siempre es motivo suficiente para seguir introduciéndose en sus historias. Obras donde el lector seguro no quedará indiferente, tanto para bien como para mal.
Shuzo Oshimi es un mangaka de lectura obligada y con un punto de vista singular. Un autor que siempre merece la pena leer y tener un lugar en la biblioteca de cualquier amante del manga. Además, al tratarse de una historia de vampiros seguro que empujará a más de uno a adentrarse en el particular mundo de su autor.
Lo mejor
- Una historia que engancha por su temática y particular atmósfera fiel al estilo de su autor.
Lo peor
- Al tomar elementos tan conocidos por el lector al construir la historia, puede resultar un tanto predecible al principio.
Happiness (Shûzô Oshimi)
Editorial: Milky Way Ediciones
Formato: Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta 11,5 x 17 cms.
Tomos: 10 (Finalizada)
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