Gorda. Bola de sebo. Foca. Ballena. Monstruo. Asquerosa. Fracasada.
No se puede negar, vivimos supeditados a la denominada Cultura de la Delgadez. Solo hay que darse un paseo por cualquier kiosco o librería para ver los cuerpos normativos que predominan en la prensa: altos, estilizados, delgados, triunfadores. Unos minutos de publicidad en cualquier cadena nos lo ratifican: estar delgado vende. Cada día nos rodean miles de estímulos que nos recalcan que no tener ni un gramo de grasa de sobra en la figura es sinónimo de éxito, desde comida baja en calorías a las ofertas de escándalo para apuntarse al gimnasio. Tu cantante favorito ha empezado una dieta estricta y te comenta sus beneficios en Instagram mientras tú solo piensas en admirar su estómago liso y musculoso. Tu actriz preferida ha firmado por una marca de ropa deportiva y se la ve radiante haciendo ejercicio, mientras tú sólo piensas en lo bien que le queda esa ropa en su cuerpo tonificado y esbelto.
El mensaje es claro: ser delgado te hace triunfar. Y solo necesitas llevar una vida sana, hacer deporte y matarte de hambre parar ser feliz. Pero, ¿qué hacer cuando la genética no está de tu parte? ¿Luchar o escoger tu grasa envolvente como un escudo?
Gorda o feliz
Gorda nos plantea la pesadilla constante de Noko Hanazawa, una mujer que es incapaz de lidiar con su vida y que escapa de la realidad mediante la comida. Noko tiene sobrepeso y aunque pudiera parecer que no le afecta demasiado, pues tiene trabajo fijo, casa propia y un novio que adora sus curvas y con quien mantiene una relación desde hace años, en su fuero interno se odia a sí misma por la mirada que le devuelve el espejo. Cada día piensa en adelgazar para resultarse atractiva, pero las constantes burlas de sus compañeros de trabajo, quienes la repudian e insultan por sus kilos de más, erosionan lentamente la poca confianza que le queda. Al final de cada interminable jornada laboral, llora las penas entre montones de envoltorios vacíos de comida basura. Pero un día debe dar un paso en su vida e intentar cambiarla. Ha descubierto que su novio, quien siempre le dice lo tanto que adora su cuerpo voluptuoso, lleva tiempo engañándola con una de las empleadas de su empresa, la preciosa y delgada Mayumi, quien suele disfrutar vejando a Noko. ¿Qué hará nuestra protagonista con su vida, con su relación y con su propio cuerpo?
Shibo to Iu Nano Fuku o Kite, el título original de Gorda, que podríamos traducir como “Vestida con un traje de grasa”, fue publicado originalmente en 1997 en la revista de Weekly Josei Magazine, de Shufu to Seikatsusha, hasta ser recopilada en un solo tomo. Posteriormente, la obra fue recuperada íntegramente en 2002 bajo el sello de Shodensha y publicado también en un volumen recopilatorio.
Este manga escrito y dibujado por Moyoco Anno está catalogado bajo el sello de josei y cuenta con varios reconocimientos. Por una parte, fue nominada en los Angoulême Essential Awards en el Festival Internacional del Cómic de Angulema en 2007, mientras que en 2015 fue nominada a los Eisner Award, en la categoría de “Best U.S. Edition of Internacional Material – Asia”. En España podemos disfrutar de su edición completa gracias a Ponent Mon desde 2017.
Ser gorda
Si te miras al espejo, ¿te gusta lo que ves? ¿Estás de acuerdo con ese reflejo? ¿Reconoces cada centímetro y lo aceptas? Noko tiene claro que no. Posee un cuerpo obeso, rebosante de grasa, kilos y estrías, rechoncho, sin forma, orondo, grasiento, nada hermoso ni normativo. Un cuerpo gordo. Y es que vive el día a día acompañada constantemente por una palabra que no la deja ni a sol ni a sombra que incluso pulula por sus pesadillas: “Gorda”. Tanto quienes le rodean como su propia mente le recuerdan a todas horas que no es físicamente hermosa, no al menos como se espera de los cánones de belleza actuales, es por ello que se la considera una persona totalmente inválida, estúpida e inútil. Noko es la protagonista de Gorda y nos relata sus problemas con la comida, tal y como indica el propio título de la obra, pero como viene siendo habitual en un manga obra de Moyoco Anno, su mensaje va más allá: todos y todas vivimos en la piel de Noko, porque ella lucha contra algo más que su propia grasa, lucha contra todo un sistema.
Noko es, a todas luces, una protagonista desequilibrada, con graves problemas de autoestima, rozando la depresión y con severos trastornos alimentarios, pues cree a pies juntillas que no vale como persona simplemente por tener unos kilos de más. Ella, que en una primera instancia parece feliz con su vida, ya que respalda su felicidad a través de su pareja, pronto demuestra tener una mente más que erosionada y enferma: es insegura, totalmente sumisa y temerosa de los demás, se limita a aceptar que la gente que le rodea la menosprecie e increpe por su condición física, sin tener la oportunidad de demostrar sus capacidades y aptitudes.
Anno retrata, a partir de la triste vida de Noko, lo que vivimos actualmente: la Cultura de la Delgadez y, por ende, la gordofobia. Gorda no trata solo de problemas alimentarios, no solo plasma el terrible descenso hacia la locura y la nulidad como persona de la muchacha, quien empieza a privarse de comer pasando a ser bulímica con tal de encajar ante los demás, sino que nos retrata con suma precisión y escrupulosidad la cosificación constante del cuerpo femenino, la necesidad imperiosa de esculpir torsos bellos para el deleite de la población -mayormente, masculina- y el ostracismo que reciben las personas obesas.
Mens (in)sana in corpore sano
Está claro que Gorda nos relata un cuadro de gordofobia en estado puro, con un grupo de personajes que persiguen a la protagonista obesa y le recriminan constantemente su condición física, hasta que esta hace algo al respecto. Pero quedarnos sólo con este concepto sería como degustar a medias esta obra, pues la mangaka amplía su discurso para señalar un problema mayor, se esfuerza en retratar un sociedad podrida, enferma y obsesionada con el escaparate mediático que tanto nos bombardean desde que tenemos uso de razón y que es la raíz de muchos problemas de autoestima y autoaceptación. Y es que nuestra protagonista no lucha solo contra su propio cuerpo y su mente, sino también contra el machismo que la rodea, con el sistema patriarcal que la incita a estar delgada para ser un engranaje válido.
Noko está rodeada de gente totalmente tóxica que le exige tener un cuerpo normativo, la insulta y la repudia. Encontramos escenas crueles y retorcidas de sus compañeras de trabajo convirtiéndola en el objetivo de sus burlas, así como de sus superiores que le espetan en la cara el asco que da por su obesidad, independientemente de su trabajo. Por si fuera poco, Mayumi llega a decir abiertamente que odia a la gente gorda, que maltratarla le produce una extraña paz mental. Aunque nosotros veamos claro que es la villana del cuento, Anno la retrata como lo que es, un engranaje podrido, pero políticamente aceptado en nuestra realidad simplemente por ser físicamente perfecta. Si no hay suficiente con esta podredumbre, el novio de Noko recalca en varias ocasiones que prefiere a mujeres sumisas y calladas como ella, pues no le traen quebraderos de cabeza y son siempre un oasis de cariño al final del día, incluso llegando a agredirla cuando ella se vuelve bulímica, ya que no quiere que sea delgada para que otros puedan catarla, en vez de alertarse por el trastorno que sufre a causa de su inestabilidad emocional y mental.
Por último, ante este cóctel explosivo de momentos desagradables, están las propias escenas en que Noko sucumbe ante su propia gordofobia y se odia por sí misma, se compadece de todos sus problemas y maltrata su cuerpo para poder ser aceptada, anteponiendo la opinión de todo un sistema a la suya propia. En todas las etapas que sufre la protagonista, la vemos luchar sin aliento y sin remedio por la salvación y la aceptación, y desde su paso de mujer rolliza a anoréxica, nadie responde a su inevitable llamada de socorro: Noko no necesita estar delgada, Noko necesita sentirse querida, aceptada y sentirse feliz.
En definitiva, Gorda ofrece un relato más que grotesco, cruel pero a la vez realista de nuestra sociedad actual, la que aplaude al cuerpo esculpido y escupe al orondo. Estamos ante una obra de ficción pero que al mismo tiempo es toda una realidad, pues los trastornos alimentarios siguen a la orden del día y se nos pide ser (y tener) figuras preciosas y normativas. La obra retrata fielmente la presión social que viven las mujeres por ser hábiles, útiles y bonitas físicamente, pero Moyoco Anno también se refleja en nosotros mismos, en todas y cada una de nuestras sociedades, para llevar a cabo su historia. Porque la gordofobia no tiene límites y es universal.
El título original de Gorda ya es toda una declaración de intenciones de lo que vamos a encontrar en su lectura, pues nuestra protagonista desea fervientemente dejar su traje de carne para ser una más en la colectividad tan amarga, machista y recalcitrante que vive. Y hay que leer y valorar todo lo que nos cuenta la autora entre sus páginas, porque va mucho más allá del testimonio de una obesa que desea ser mejor de cara al público y nos habla de los funestos trastornos mentales que provoca seguir las modas. Y es que Noko, al final de la trama, considera su cuerpo su enemigo, declara a la grasa su enemiga, pero ella es, en su fuero interno, la única villana que es incapaz de vencer, porque así se lo hemos enseñado.
La inagotable Moyoco Anno
¿Quién es Moyoco Anno? Se trata de una mangaka de lo más prolífica y polifacética, capaz de ofrecer todo tipo de relatos y en distintas demografías. Oriunda de Suginami, Japón, lleva dedicándose a la viñeta desde 1989, fecha de su primera publicación, Mattaku ikashita yatsura da ze!, mientras que empezó a serializar su primera obra en 1993, con Trumps!, y no ha parado desde entonces. Si bien Anno ha creado todo tipo de mangas, podemos ver que se ha especializado en género shojo y josei, pues abundan los trabajos que están catalogados con estos sellos, como Choukanden Shoujo Mona (1994), Peek a Boo! (1995) o Angelic House (1997).
Cuenta en su currículo con varias obras largas, como Jellybeans (1995), compuesta por cinco tomos; Hana to Mitsubachi (2000), de 7 volúmenes; Happy Mania (1995), de 11 tomos, o Sugar Sugar Rune (2003), finalizada en 8 ejemplares. Algunas de estas historias, además, han sido llevadas a la pequeña pantalla en formato anime, como Happy Mania, que fue adaptado en 1999, o la propia Sugar Sugar Rune, en 2005. También posee adaptaciones a imagen real, como el tomo autoconclusivo de Sakuran, en 2007.
Anno, que está casada con el director de anime Hideaki Anno, es muy valorada y apreciada en Japón pues, según una encuesta realizada por Oricon, figura como una de las mangakas femeninas más populares, además de haber ganado la 29ª edición del Kodansha Manga Award por Sugar Sugar Rune.
En 2008, la autora anunció que quería darse un respiro por razones médicas y no fue hasta 2013 que volvió a la profesión. Actualmente, trabaja en Go Happy Mania (2019), secuela de Happy Mania.
Si bien Moyoco Anno posee un sinfín de obras, en España no hemos abarcado ni un ápice de éstas, pues sólo tres editoriales han apostado por ella. La introducción de Anno en España se produjo por parte de la extinta Glénat con Tokio Style primero y, posteriormente, de Sugar Sugar Rune, en 2007. Ponent Mon publicó en 2005 Japón visto por 17 autores, donde se incluía un trabajo suyo, pero no fue hasta 2017 que publicó Gorda (1997). Por último, a finales de 2020, Editorial Kodai licenció el tomo único de Sakuran (2017).
Un trazo que remueve el alma
Como ya podemos constatar, el trazo de Moyoco Anno es único y totalmente identificable, y aunque hablamos de una obra antigua ya que data de 1997, en ella podemos palpar el increíble poder que tiene la mangaka con la pluma y que vemos en obras posteriores, de trazos angulosos, a veces desgarbados, de gran expresividad e intensidad.
Como ya hemos comprobado, gran parte del peso narrativo recae en la construcción de sus personajes, y en Gorda es totalmente crucial para entender la trama. Para esta ocasión, Anno consigue que toda la narrativa pese sobre los hombros de Noko, y a partir de su cuerpo obeso, orondo e imperfecto, podamos seguir el hilo de los acontecimientos.
Para ello, la artista es cruda y muestra a Noko como una mujer poco atractiva y femenina, siempre con líneas gruesas y curvas, de caras largas y ojos apagados, para recalcar su sobrepeso e infelicidad; en contraste, un séquito de personajes secundarios estilizados, delgados y hermosos, con líneas más delicadas y rectas, con detalles y mucha expresividad. Cuando ambas partes chocan, vuelan las caras largas, las miradas de cólera y topo tipo de diálogos irascibles. En Gorda, la narración se hace a partir de los cuerpos, y Anno lo sabe a la perfección.
Por último, Anno carga sus viñetas con un gran componente dramático, pues tenemos que palpar el desasosiego constante de Noko y su propio descenso a la locura y a la autocompasión a causa de sus complejos, por lo que abundan los primeros planos, los detalles, las miradas enloquecidas y el tesón infatigable de la protagonista por destrozarse, por fuera y por dentro. El ritmo, de esta manera, es lento pero denso, depresivo y asfixiante.
Como siempre, cuando se lee a Anno, se queda prendado del particular trazo del dibujo y de su espectacular fuerza narrativa.
Una exquisita edición de Ponent Mon
La edición presente que nos ofrece Ponent Mon merece su propio apartado, y es que estamos ante un tomo cuidado hasta el más mínimo detalle. De entrada, Gorda está presentado en un volumen único de tapa dura de 17 x 24 cm, con las primeras páginas a todo color, mientras que el resto están en blanco y negro. El papel utilizado por la editorial es de alto gramaje, haciendo que pasar las páginas sea incluso toda una aventura para los sentidos, al estar ante un papel de calidad. Por último, aunque se trata de un tomo con unas dimensiones considerables, un tamaño al que no estamos acostumbrados, se disfruta igualmente de su lectura, pues puedes apreciar mejor las viñetas y los bocadillos.
Pese a ser de tapa dura, no ofrece ninguna sobrecubierta, así que simplemente disponemos de la cubierta, con una chica devorando un bocadillo y una contracubierta, ofreciendo un cuerpo femenino totalmente delgado y desnudo.
¿La felicidad depende de tu cuerpo?
¿Puede ser esta la obra más controvertida de Moyoco Anno? Aunque apenas hemos podido disfrutar del gran currículo de la autora, tengo claro que Gorda es un manga que arrasa con todo, que te atraviesa, te destroza y te remueve por dentro. Por ello, no es para todos los públicos por la crudeza de su historia. Noko personifica todos los miedos de todas las mujeres de nuestra actual sociedad y los lleva en sus carnes, en su propio traje de grasa, y de la misma manera que ella repudia su cuerpo, también recibe los golpes de toda la humanidad.
Anno, a partir de la mirada de Noko, nos ratifica lo mucho que aún nos falta por cambiar y por mejorar como humanidad. Seguimos admirando la belleza física que ensalza las virtudes de marcar hueso y alabamos esas complexiones sin un gramo de grasa que vemos a todas horas en anuncios y redes sociales, por mucho que luego quieran incluir discursos de amarse a una misma en el arduo camino del empoderamiento. Solo debemos echar un vistazo a lo que nos rodea: gente guapa y delgada, ropa ceñida y que enseña centímetros de piel, filtros en el móvil a tutiplén y maquillaje para ensalzar aún más la belleza. Pasar de una talla 40 ya supone una odisea para encajar, y si a eso le sumamos que cada vez somos más sedentarios y con aficiones que requieren poco esfuerzo físico, ¿cómo es posible que siga predominando la Cultura de la Delgadez? Y es que, aunque la autora dibujara este josei en 1997, es más actual que nunca: en pleno S.XXI, la gordofobia sigue existiendo.
Mi veredicto es claro: hay que leer Gorda. Hay que palpar el sufrimiento que sufre Noko, vivir el desprecio que siente, la repulsión que ella misma padece de su propio cuerpo, y después mirarnos nosotros mismos al espejo. ¿Qué vemos en él? ¿Un cuerpo lleno de grasa, huesos, músculos… o nos vemos a nosotros mismos?
Lo mejor:
- Una gran obra de Moyoco Anno
- Crudo pero necesario discurso contra la Cultura de la Delgadez
Lo peor:
- No es un manga para todos los gustos
Gorda
Editorial: Ponent Mon
Formato: Tomo B5 (170x240) cartoné (tapa dura)
Tomos: 1 (Finalizada)
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